Noticias Castellón
viernes, 19 de abril de 2024 | Última actualización: 00:44

Las aguas del Ebro y su desperdicio (II)

Tiempo de Lectura: 5 minutos, 15 segundos

Noticias Relacionadas

Miguel Bataller. Ciudadano del mundo y jubilado.

Con el mismo titular de columna, escribí el 31 de Marzo del 2007 la primera parte de lo que quiero recordar hoy, mas de 11 años después, y que podrán ustedes verificar si así lo quieren hacer, recurriendo a consultar en mis columnas anteriores.

Desde entonces, cada año regularmente se produce el deshielo al llegar la primavera, en las cumbres nevadas que aportan agua a las cuencas de todos los afluentes del río Ebro y llegan puntualmente a empeorar la situación las lluvias torrenciales primaverales en la España húmeda.

Todo ello trae como consecuencia previsible, que las riberas del río más caudaloso de España se inunden de una forma casi sistemática, que a veces se tengan que abrir las compuertas de algunos pantanos que regulan las aguas para evitar que se desborden o revienten y como efecto de todas esas circunstancias previsibles por su regularidad, se acaban perdiendo en su desembocadura en el Delta muchos millones de metros cúbicos de agua dulce después de haber arrasado a su paso cosechas, cascos urbanos, granjas de animales que acaban ahogados y todo tipo de catástrofes.

¿A qué se debe tanta adversidad no solucionada?

En un principio, a la insensatez e incapacidad política y de gestión del PSOE de Zapatero, como ya denuncié en su día, a la incoherencia de Pedro Sánchez, Cristina Narbona y también a la falta de determinación de Rajoy, pasando a explicar las razones de cada una de mis descalificaciones.

Durante el último Gobierno de Felipe González, siendo Ministro del Infraestructuras y Fomento Borrell, y Directora General de Recursos Hidráulicos del ministerio, Cristina Narbona, se diseñó un Plan Hidrológico Nacional que no pudo terminar de llevarse a cabo, pero quedó perfectamente definido y fue el Gobierno de Aznar el que lo continuó y acabó aprobándolo con rango de Ley en Abril del 2003.

Dentro de ese PHN, estaban perfectamente articulados los trasvases entre cuencas, para hacer llegar a la “España seca” los excedentes de agua que solían ser habituales en la “España húmeda”, a fin de garantizar el abastecimiento de agua a cada rincón de la nación procurando que se perdiera la mínima cantidad posible y prescindible.

Sin embargo al llegar al poder de nuevo el PSOE con Zapatero al frente después de los atentados del 11M, nombró Ministra de Medio Ambiente a Cristina Narbona y curiosamente, la autora en sus inicios del diseño del PHN, fue también la que se encargó de dictar su ‘sentencia de muerte’, imagino que por las presiones que recibió en aquellas fechas del poder político de Cataluña, que quiso recuperar para su control el dominio de las aguas del Ebro, hasta su desembocadura, procediendo a derogar su propia obra perfilada y acabada después por Aznar.

Con ese paso tan absurdo como inconsecuente y a petición del PSC de Montilla, aliado con todos los independentistas catalanes de aquel momento que estaban representados por la ERC de Carod Rovira y sus aledaños, se inició el declive progresivo del PSC que no ha parado de bajar desde que dio ese paso y aún hoy de la mano de un Iceta que nada entre dos aguas, no nos aclara si es mas socialista que independentista o independentista que socialista, dando una de cal y otra de arena, intentando pescar votos en todos los caladeros posibles.

Tampoco Rajoy ha obrado como debió hacerlo, una vez recuperada la mayoría absoluta en 2011, ya que ese hubiera el momento de derogar el Plan Agua que impusieron los socialistas para sustituir la Ley del PHN, restituyendo esta Ley y terminando las infraestructuras que faltaban para completarlo y que en el caso del trasvase del Ebro a la Comunidad Valenciana eran insignificantes, para las ventajas que aportaba.

El Plan Agua ha sido uno de los desvaríos mas increíbles del socialismo español, que invirtió miles de millones de euros en centrales desalinizadoras --muy cerca de nosotros tenemos las de Oropesa, Moncofa y Sagunto-- y en la Comunidad Valenciana están Torrevieja, Alicante I y II, Denia, Campello-Mutxamel y Jávea, que entre todas ellas no llegan a desalinizar los 200 Hm3/año, mientras que durante los últimos días y cada uno de ellos en el curso de la semana pasada, el Ebro a su paso por Zaragoza canalizaba 216 Hm3/día rumbo al mar donde se iba perder lamentablemente en una semana mas de diez veces toda el agua a precio de oro en todas las plantas desalinizadoras españolas durante un año.

Por eso, me pregunto yo, que intereses ocultos pudo tener el Gobierno Zapatero para despreciar los Fondos Europeos adjudicados ya para acabar el Trasvase del Ebro a la Comunidad Valenciana sustiyéndolos por una inversión mil millonaria en plantas ultramodernas a precio de oro, que nunca han llegado a funcionar a mas del 20% de su capacidad, porque el costo/litro de agua desalinizada solo en energía y sin contar las amortizaciones de infraestructuras, multiplicaba el precio normal.

Me sigo preguntando que espera Rajoy para recuperar el PHN ahora y enmendar la torpeza, interesada o no, del PSOE de Zapatero, para resolver de una vez para siempre un problema absurdo, que nunca debió de convertirse en problema, ni para anegar la España húmeda, ni para dejar sedienta a la España seca.

Y es que cuando nuestros políticos, en un alarde de estupidez que solo se les permite a ellos, buscan soluciones brillantes para problemas elementales, siempre hay que pensar en su diarrea mental permanente o en sus intereses personales o de partido para comprender sus soluciones.

Mucho me temo que gran culpa de eso la tenga este peculiar Estado de las autonomías, que todos nuestros políticos actuales pretenden conservar, cuando es el cáncer que nos esta separando a todos los españoles entre nosotros, arruinando a España y permitiéndoles a muchos de ellos vegetar sin dar un palo al agua…o al menos al agua cara, desalinizada e improductiva para sustituirla por agua dulce, fértil y productiva.

Hasta la semana que viene.