Iván Sánchez. Alcalde de Sant Jordi.
Mucho se ha hablado de un tiempo a esta parte de la España vaciada, de la despoblación y de lo rural. En ese relato predominante que van marcando los discursos mediáticos, va colándose de vez en cuando todo lo que huele a lo que ahora llaman ‘la vida slow’, alejada de la urbe y de sus frenéticos ritmos. Los medios de comunicación, políticos y también líderes de opinión van fijando su atención, aunque parcialmente y a demasiada distancia, en una forma de vida cuyo futuro se está viendo en riesgo de desaparecer: la vida en el pueblo. Y, ahora que comienza el verano, muchos afortunadamente vuelven a fijar su mirada en los pueblos como el destino ideal para pasar unas vacaciones o disfrutar de un merecido respiro.
La pandemia ha vuelto a poner de manifiesto la calidad de vida que se tiene en los pueblos del interior de Castellón, algo que los que vivimos aquí todo el año conocemos de primera mano. Porque en el medio rural (como ahora nos llaman) somos como grandes familias. Las relaciones son más cercanas y humanas, los espacios son más abiertos y el contacto con la naturaleza es diario y cotidiano. La implantación de las nuevas tecnologías está abriendo nuevas oportunidades al futuro de nuestros pueblos, como bien hemos comprobado estos meses difíciles en los que algunas personas han decidido volver al pueblo, teletrabajar y disfrutar de una mejor calidad de vida. Incluso hasta plantearse, por qué no, hacer de esta su forma de vida durante todo el año.
Pero no todo es de color de rosa. Seguimos teniendo muchas carencias. Los alcaldes y concejales de pueblos como el míonos levantamos cada día a trabajar, a seguir peleando por conseguir mejoras que tardan demasiado para ser eficaces. Echamos de menos políticas reales que respondan a los problemas con los que las familias que viven aquí se encuentran a diario. Esta semana, por tercer año consecutivo, nos han denegado una ayuda de Conselleria de Agricultura para mejorar el vial por el que acceden nuestros agricultores a sus fincas, y que une los dos núcleos de Sant Jordi, el pueblo con la urbanización Panorámica. Una carretera que transitan familias cada día con el riesgo que ello conlleva.
¿Realmente creéis que se aborda el apoyo a los pueblos y la lucha contra la despoblación de una forma seria por las administraciones? Necesitamos que se apueste de verdad contra la despoblación. Que las administraciones supramunicipales remen todas en la misma dirección, que conozcan la realidad que vivimos aquí y se ayude a los pequeños ayuntamientos, que se agilice la creación de nuevas empresas, que se den facilidades fiscales a la vida en un pueblo, que se apueste de verdad por nuestros pueblos.
Porque para volver, o para quedarse, hay que ver en el pueblo un lugar de oportunidades. Mientras otras administraciones nos siguen mirando desde lejos, los pequeños ayuntamientos, con alcaldes y concejales humildes y trabajadores, seguimos peleando por poner en el mapa burocrático lo que necesitamos para repoblar nuestra tierra. Otros nos ven desde los despachos, nosotros seguiremos haciendo de las calles de nuestros pueblos nuestra mejor oficina y aprendizaje de vida.
