Residentes de la zona han evidenciado algunas deficiencias tras la finalización de los trabajos, en concreto los badenes elevados que dejan rascones en los vehículos
Las obras de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) se sitúan esta semana en el foco de la polémica. Pese a que el actual gobierno municipal modificó el proyecto inicial, los vecinos y comerciantes continúan mostrando su hartazgo, pues esta reforma, que afecta a 745.000 metros cuadrados de superficie de la ciudad, implica pérdidas económicas para los negocios y problemas de acceso para los residentes.
El proyecto, que se inició el pasado año, se ejecuta por fases. Una de las primeras zonas en las que el Ayuntamiento ha dado por concluidos los trabajos es el Raval de San Félix, aunque todavía siguen trabajando en las calles San Félix y Sant Roc. Sin embargo, tras la ‘marcha’ de las máquinas y operarios, los vecinos han denunciado algunas deficiencias.
Una de las quejas más extendidas es el tamaño de las rampas que dan acceso a las calles y, en concreto, a una de ellas: la calle San Miguel, en pleno barrio de Sant Roc. Residentes de la zona han señalado a este periódico que los problemas derivados de esta “chapuza” son constantes. “El badén es demasiado elevado, lo han hecho mal, y los coches que pasan rascan los bajos”, comentan. Y es que basta con observar las marcas que luce tras el paso de algunos vehículos.
En este sentido, lamentan que no se haya instalado una señal informativa para advertir a los conductores de este paso elevado e instan al Ayuntamiento a que revise los accesos, pues además del ubicado en la calle San Miguel existen otras rampas similares en viales aledaños, como Santa Bárbara u Obispo Caperó. “Esto no puede ser”, insisten los vecinos.
Comienzan los trabajos en Trinidad y se prolongarán hasta febrero
Las obras de la ZBE han comenzado esa semana en la calle Trinidad y se prolongarán, previsiblemente, hasta febrero de 2025, pues el plazo de ejecución de esta fase del proyecto es de ocho meses.
Durante todo ese tiempo, el vial permanecerá cerrado al tráfico rodado, aunque para facilitar el acceso de los vecinos y comerciantes de la zona se abrirá en horario de 18.45 a 7.45 horas, tal y como ya sucede en la calle Navarra.
Con este proyecto, se creará una plataforma única para dejar a la misma altura acera y calzada, eliminando las barreras arquitectónicas para favorecer la movilidad y accesibilidad. Una actuación que se completará con sistemas de drenaje sostenible, mobiliario urbano y creación de zonas verdes, con la colocación de jardineras y la plantación de árboles.
