Se prevé que con el control de la pandemia los establecimientos abran antes en 2023, motivados por la pronta llegada de la Semana Santa
Ni el Imserso salva del cierre a los hoteles de Castellón por la desestacionalización. Un hecho que se repite año tras año con el fin de la temporada turística.
Y es que como no es de extrañar, Castellón por su dimensión y su turismo tan estacional, será la provincia valenciana que mayor porcentaje de hoteles tenga cerrado en el escenario otoño-invernal. Y así será al menos hasta Navidad, cuando algunos deciden volver a abrir sus puertas, para cerrar de nuevo tras San Valentín.
Esto se explica en primer lugar por la falta de demanda, y también por la dificultad de pagar nóminas a empleados en temporada baja.
La patronal hotelera con sede en Benidorm calcula que aproximadamente un 30% de los establecimientos cerrará sus puertas, algo menos que el pasado año, que motivados por la pandemia, decidieron evitar problemas y cerrar hasta que la situación fuese mejor, como ya contó este medio hace aproximadamente un año.
El mes de enero, según informa la misma patronal, será el más afectado por los cierres en 2023. Después de la Nochevieja tan solo quedarán disponibles 1.662 camas en toda la provincia. Un dato que choca con la disponibilidad en marzo, cuando se esperan más de 5.000 espacios disponibles, motivados por la llegada de las fiestas de la Magdalena en la capital, pero sobre todo por la pronta llegada este año de la Semana Santa.
