Cientos de personas pasean por las casetas para conocer oficios tradicionales y adquirir productos artesanos
Los vendedores esperan que el frío no reste visitantes
Clara Parra
Desde el viernes por la tarde, y sobre todo durante la jornada de hoy y mañana, Vila-real vuelve a sus orígenes con la celebración de la tradicional feria medieval. Una muestra de artesanía, oficios antiguos y gastronomía que ha llenado con sus 80 puestos parte del arrabal de Sant Pasqual y todo el entorno de la basílica del patrón de la ciudad.
Artesanos y figurantes se dan la mano en una de las citas más importantes que celebra la ciudad para conmemorar su nacimiento, en 1274 a manos del rey Jaume I quien otorgó la conocida Carta Pobla fundacional, y que abren los actos de las Fiestas Fundacionales de la ciudad.
Una muestra que desde hace dos años se decidió trasladar desde la plaza Mayor a su actual ubicación y que, según algunos tenderos, es “mejor” aunque temen que las bajas temperaturas merme la asistencia de público.
Entre las actividades que los vecinos y visitantes pueden disfrutar destacan hasta los cuarenta espectáculos previstos, así como muestras de oficios tradicionales para los más pequeños donde el picapedrero, el herrero, el oficio de soplador de vidrio, el maestro cantero, el cortador de madera o el panadero serán los protagonistas junto a distintos talleres. La clausura será este domingo a las 20 horas.
