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jueves, 18 de diciembre de 2025 | Última actualización: 19:41

Silencio, recogimiento, fervor, arte y cultura en la procesión de Viernes Santo en Vila-real

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Clara Parra Roncero

El ambiente de la Semana Santa vila-realense es especial, mágico y único ya que además de ser una de las celebraciones más antiguas de la provincia, y contar con cofradías como la de la Purísima Sangre que datan del siglo XVI,  atesora en sus pasos una gran belleza escultórica que convierte la procesión del Viernes Santo en toda una muestra de arte, cultura y religiosidad.

Procesión Viernes Santo Vila-real.

Todas las hermandades y cofradías de la Semana Santa de Vila-real volvieron a desfilar por las calles más céntricas de la localidad con sus mejores galas en uno de los actos procesionales más participativos, intensos y emocionantes que acoge la localidad.

El paso firme y el sonido de las lanzas, en un respetuoso silencio, han acompañado todas la imágenes y en especial el impresionante Cristo Yacente de la cofradía del Santo Sepulcro del escultor e imaginero local José Pasqual Ortells López (1887-1961), fechado en 1955, y que fue restaurado hace cuatro años por la Diputación de Castellón y la Generalitat.

Vila-real, procesión Viernes Santo.

Pero no es la única obra del reconocido artista vila-realense, que incluso entró en contacto con Modigliani durante sus estancias en el extranjero, que puede admirarse en esta muestra de religiosidad y cultura que es la Semana Santa de Vila-real declarada Bien de Interés Cultural.

Entre otros trabajos es el autor de esculturas tan apreciadas y bellas como la Verónica de la cofradía de la Santa Faz, Jesús en la Oración en el Huerto y el Ángel para la hermandad de Tierra Santa, y el Ecce Homo de la cofradía de la Purísima Sangre de Cristo donde se pueden apreciar las influencias en sus trazos de Salzillo.

Semana Santa Vila-real.

Tras la entrada del paso del Cristo Yacente, en una iglesia Mayor a rebosar de espiritualidad, recogimiento y silencio y únicamente iluminada por los faroles, que rodean esta magnífica obra del escultor Ortells, los cofrades de las hermandades de Nuestro Padre Jesús de Nazareno y María Santísima de la Trinidad así como la Cofradía de la Santísima Magdalena regresaron en procesión a sus respectivas parroquias, los Santos Evangelistas y Santa Isabel.