El catedrático de Ética y Filosofía Política, Domingo García Marzá, ha participado en el acto celebrado en la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales
La Universitat Jaume I ha acogido la presentación del IX Informe sobre Exclusion y Desarrollo Social 2025 de la mano del catedrático de Ética y Filosofía Política, Domingo García Marzá. Las técnicas de la Fundación Foessa, Marina Sánchez-Sierra y María Moscardó fueron las encargadas de dar a conocer los principales resultados del trabajo elaborado por la fundación en colaboración con Cáritas Española en el que alertan del incremento del número de personas en exclusión grave.
Las principales conclusiones del informe, de más de 700 páginas, aborda seis grandes capítulos entre los que se encuentran la transformación del modelo social, la desigualdad y estructura social, la dinámica de la exclusión, las políticas sociales, la confianza en el modelo de bienestar, y los retos de futuro.
La sociedad española está experimentando una recomposición profunda: la clase media se contrae, la identidad obrera tradicional se desdibuja y la fragmentación social se acentúa.
El empleo crece pero ya no garantiza ni la inclusión social ni la estabilidad. En definitiva, la precariedad, la jornada parcial involuntaria, la menor formación y la exposición a crisis convierten el trabajo en factor de vulnerabilidad.
La desigualdad de oportunidades se consolida: el origen familiar, el nivel educativo, la vivienda o la inserción digital determinan cada vez más la trayectoria vital.
El número de personas en situación de exclusión grave se ha incrementado de forma notable en 2024, se estiman alrededor de 9,4 millones de personas en algún grado de exclusión, de las cuales 4,3 millones sufren exclusión severa. Esta cifra representa un aumento de más del 50 % respecto a 2007.
La vivienda y el sostenimiento de la vida familiar aparecen como focos críticos: el acceso, la estabilidad y la habitabilidad se deterioran entre los hogares en mayor vulnerabilidad.
Los servicios sociales, el tercer sector y los derechos sociales están tensionados, en un contexto en el que la intervención pública enfrenta límites crecientes y donde la corresponsabilidad se vuelve clave.
La dimensión ecológica, tecnológica y demográfica se añade al análisis de la exclusión: la transición energética, la digitalización y los cambios poblacionales operan ya como vectores que agravan las desigualdades.
Resultados en la Comunitat Valenciana
Para la Comunitat Valenciana, cuya realidad territorial presenta particularidades en vivienda, empleo y migración, el informe refuerza varias reflexiones como que la recuperación económica general no ha significado una mejora proporcional en la situación de muchos hogares vulnerables.
Otro punto aborda que los jóvenes, los hogares monoparentales, las personas sin formación y los colectivos migrantes se encuentran con barreras crecientes para la inclusión.
Que la sostenibilidad de los servicios públicos, la vivienda asequible y la transformación estructural de los modelos de empleo y cuidados son desafíos urgentes en la región, tanto como a escala estatal.
En la presentación, las investigadoras insistieron en que el informe no es solo diagnóstico sino llamamiento a la acción, por ello urge una transformación de paradigma que sitúe en el centro del modelo social la interdependencia, el cuidado mutuo y la justicia social, y que combine medidas en diferentes frentes (laboral, vivienda, educación, digitalización, transición ecológica).
Para finalizar, hicieron hincapié en la necesidad de que las administraciones, la universidad, el tercer sector y el mundo empresarial cooperen para generar políticas de largo plazo, más allá de la coyuntura inmediata.
