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sábado, 27 de abril de 2024 | Última actualización: 21:34

Todo lo que debes saber sobre la seguridad en el disparo de las mascletaes de Castellón

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El material explosivo exige un control riguroso desde que se fabrica hasta que se quema. La lluvia y el viento, los grandes enemigos

Uno de los atractivos especiales de las fiestas de la Magdalena son las mascletaes y los castillos de fuegos. Pero su organización no es fácil. La materia prima son los explosivos y estos están sujetos a un control exhaustivo desde el momento en que se fabrican hasta que se disparan. La lluvia y el viento son los grandes enemigos de este tipo de espectáculos. Aquí conocerás todos los detalles.

En contra de lo que popularmente se conoce, una mascletá o un castillo de fuegos no son espectáculos fáciles de planificar y mucho menos de controlar. Existen unos protocolos muy estrictos que hay que cumplimentar de forma obligada.

Antonio Costa, jefe de Bomberos del Ayuntamiento de Castellón explicaba a Castellón Información cómo se regula y se ordena todo este procedimiento.

El control de los materiales explosivos

Lo primero que hay que saber, es que los materiales explosivos que se utilizan son muy sensibles. En la Comunitat Valenciana son conocidos por su uso durante las fiestas. Pero esos mismos elementos pueden utilizarse también con fines ilícitos que pueden entrañar un gran peligro.

Y, por ese motivo, existe una normativa específica muy exigente, que regula el manejo de este tipo de productos, de aplicación en toda España. En sentido general, desde el Estado se aplica una regulación muy severa que controla desde su producción a su posterior uso como material pirotécnico. O, dicho de otra manera, hay un control absoluto de estos elementos desde que se fabrican: dónde y cómo se guardan; como se transportan y, finalmente, cómo se distribuyen para su disparo y en qué condiciones se ejecuta la mascletà.

Ni un gramo de más ni un gramo de menos

Y más aún, se comprueba que todos los elementos diseñados para cada espectáculo han sido quemados cómo y dónde toca, su destrucción, para que ya no ofrezcan un peligro para la población. Todo, absolutamente todo está documentado y regulado. La regulación de estos materiales está controlada por una legislación específica nacional de cartuchería y pirotecnia.

La fabricación

Lo primero que hay que conocer es, que los fabricantes y su actividad deben estar convenientemente registrados. El control de material depende del Estado, y directamente sobre el Servicio de Intervención de Armas de la Guardia Civil, que es quien tiene ese cometido específico.

Los espectáculos pirotécnicos

En lo que se refiere a los espectáculos pirotécnicos, también están sometidos a una regulación, porque, en función de lo que se organice se deben establecer diferentes medidas de seguridad.

La organización de estos espectáculos debe elaborar unos planes de emergencia que deben estar aprobados por parte de las Delegaciones de Gobierno. En el caso de Castellón, la organización corresponde al Ayuntamiento y los planes se redactan desde el Servicio de Bomberos municipal, ya que este asume las funciones de Protección Civil que le corresponden al consistorio.

Procedimiento de autorización: El Organizador asume la responsabilidad

El procedimiento de la autorización de estos espectáculos comienza cuando alguien, un particular o una entidad como el ayuntamiento, o, en este caso el Patronato de Fiestas planifica la organización de un evento pirotécnico. El organizador es el que asume la responsabilidad. Y a partir de ese momento hay que iniciar una serie de trámites bastantes complejos, que varían en función del tipo de lanzamiento, pero también con relación a la cantidad de explosivo que se vaya a utilizar.

Las categorías

Básicamente existen cuatro categorías a tener en cuenta: el disparo de hasta 10 kilos; de 10 a 50 kilos, de 50 a 100 kilos, y de más de 100 kilos de contenido neto de material explosivo. Y cada categoría exige sus procedimientos.

1ª Categoría: menos de 10 kilos. Las tracas de las bodas y otros 'saraos' privados

Por poner un ejemplo, hay celebraciones en las que se suele organizar una traca o un disparo de menos de 10 kilos. Hasta esa cantidad, el particular o la asociación puede adquirir ese explosivo en tiendas especializadas y lanzarlo en función de las indicaciones que muestran los fabricantes.

En este caso, se comercializan lo que se llaman unas ‘cajitas chinas’ que ya van completamente preparadas para que puedan ser disparadas pero sin ningún tipo de manipulación, hay que seguir en todo momento las indicaciones de seguridad que especifique el fabricante.

¿Qué se exige en este caso?, pues que cuente con el permiso del dueño del terreno o la zona donde la va a lanzar, y que establezca la distancia de seguridad que indique el fabricante, que nunca será menor de 25 metros a donde se encuentran las personas.

Si se cumplen estos dos pormenores, cualquier particular puede realizar un evento pirotécnico sin mayores complicaciones. Ahora bien, no puede manipular los productos que se encuentran dentro de esas cajas. Es preciso colocarlas sobre una plataforma de suelo estable. No se puede disparar en la calle. Suele utilizarse para las bodas.

2ª categoría: más de 10 kilos y menos de 50

Las exigencias se multiplican cuando el evento pirotécnico dispone de más de 10 kilos de material explosivo. En este caso ya se exige que se notifique a la Delegación del Gobierno; que los que lo lleven a cabo sean profesionales; estén acreditados como expertos en la manipulación de estos elementos y, también, requieren más seguros. Los usuarios deben presentar también los Planos del Disparo, la autorización del dueño del solar, el permiso de profesionalidad de las personas que están trabajando en todo ello.

3ª Categoría: más de 50 kilos y menos de 100

La complicación va a más a medida que se aumentan las cantidades. De 50 a 100 kilos, la cosa pasa a mayores. Se exige la autorización de la Delegación del Gobierno. La empresa contratada para producir el explosivo debe estar acreditada y con todos los permisos en vigor. Y con ellos, también el de las personas y trabajadores que vayan a realizar el disparo. Hay que contratar seguros y disponer de la documentación; y, además, es preceptivo realizar una inspección. También los plazos y la zona de seguridad aumentan y debe redactarse un Plan de Seguridad.

La organización debe aportar el Plan de Lanzamiento y se realiza un estudio del territorio para establecer las zonas de seguridad. Y la Delegación comparte todos los datos con el Servicio de Intervención de Armas de la Guardia Civil que, a su vez, vuelve a revisarlo todo.

4ª Categoría: más de 100 kilos de material explosivo neto: Las mascletaes de Castellón

Tal como relataba Antonio Costa, en un lanzamiento que supera los 100 kilos de pólvora, el control todavía es mayor. Además de todas las exigencias anteriores, la organización debe presentar un Plan de Emergencia que completa al Plan de Seguridad, con mucha mayor antelación con respecto a la fecha de disparo, para que pueda ser revisado por los servicios de ingeniería de la Delegación del Gobierno.

El recinto de seguridad

De la misma forma, la mascletá debe colocar sus artefactos de forma que cumpla con el Plan de Disparo declarado. Y esto es importante, porque en función de los calibres y del tipo de disparo se acotan las zonas de seguridad, que también están reguladas por las normativas.

En el disparo de las mascletaes de Castellón, una de las principales funciones de Protección Civil es materializar y mantener esas áreas de seguridad, tanto con relación a las edificaciones, como con relación al público. Los efectos que quieran conseguir los pirotécnicos es cosa suya, o cómo colocan esos artefactos, pero se les indica un área central pintada de rojo, que es donde deben ubicar los artificios de calibre 75, que es máximo permitido en Castellón.

Esta zona deberá guardar una distancia mínima de 45 metros con el público y de 25 con las edificaciones más próximas. “lo que a mí me importa es que Las carcasas de 75 mm no se monten fuera del área que tienen reservada, porque yo sé, que si están aquí dentro me van a garantizar la seguridad que técnicamente necesito”. En este asunto, reconocía Costa, los pirotécnicos son también los primeros interesados.

¿Se puede cambiar una mascletá de concurso de un día para otro?

Pues en contra de lo que piensa mucha gente, eso ahora ya no es posible. Se debe disparar lo que se ha presentado y documentado con anterioridad, con todos los detalles. Ahora no se puede recurrir a la picaresca de modificar una mascletá de un día para otro para añadir más pólvora o nuevos efectos si el competidor que ha disparado antes ha obtenido el aplauso del público…

Y es que, antes del lanzamiento se comprueba que la mascletá que se instala y que se va a disparar se corresponde con la inicialmente presentada. Se evalúa que los calibres cumplan con los máximos permitidos en la zona de disparo. Y, desde luego, se comprueba que la cantidad de explosivo corresponda con lo certificado, ni más ni menos pólvora de la declarada en la documentación oficial.

Las zonas de seguridad están marcadas en el suelo, de forma que cuando la empresa llega a montar también sabe a qué tiene que atenerse.

¿Valencia es mucho más permisiva que Castellón en sus distancias de Seguridad?

Tal como confirma Antonio Costa, las distancias no se imponen por capricho, sino por seguridad. Están recogidas en la normativa que es de obligada aplicación siempre, no es potestad de la organización.

Y esa seguridad está condicionada por muchos elementos. Primero por la cantidad de pólvora que se va a explosionar. Como ya se ha mencionado antes, un disparo con más de 100 kilos de pólvora exige que se aplique la normativa más rigurosa en todos los sentidos.

Pero, por otra parte, está el calibre o tamaño del artefacto pirotécnico, que también está limitado según los espacios.

La plaza de Valencia, al ser un recinto cerrado, permite conseguir efectos impresionantes, pero con calibres más pequeños.

Cuanto mayor es el calibre, mayor es la distancia de Seguridad.

En Castellón las condiciones del recinto de disparo son diferentes, es un espacio mucho más abierto. Para conseguir sus efectos los pirotécnicos utilizan más cantidad de material explosivo o de mayor calibre. El máximo del calibre permitido en Castellón es de 75mm para una mascletà. Y ese calibre conlleva unas distancias que se han de cumplir a rajatabla.

Otro detalle que también se regula, es la inclinación del disparo, que está limitada para poder establecer también una distancia de seguridad. En los castillos, donde el público está más lejos, se puede jugar con efectos e inclinaciones. En la mascletà de Castellón, no.

Comienza la preparación del espectáculo pirotécnico

La preparación del recinto: Esa preparación comienza antes de las fiestas, porque el recinto unos días antes de que se inauguren los festejos ya está cerrado al público y revisado.

De esa tarea se encarga el Ayuntamiento a través de su servicio de Bomberos y Protección Civil. En el caso de Castellón, su plantilla dispone de este servicio y de los técnicos adecuados. En otras poblaciones, deberán contratar a un técnico especializado.

Los tiempos suelen ser un caballo de batalla. Es preciso que toda esa documentación necesaria de las mascletás esté debidamente cumplimentada, al menos, con una antelación de 20 días. Y es un proceso bastante complejo.

Traslado del material y Montaje de la Mascletà

Con todos estos procesos ya completados comienza la segunda fase. La pirotecnia que debe disparar suele llegar en camiones especializados y señalados en función de lo que llevan. La empresa es la que organiza cuando monta, pero el material debe estar vigilado en todo momento. Cuando empieza el montaje, también de guardan las medidas de seguridad y de vigilancia

Hay empresas que prefieren comenzar a montar de madrugada, porque eso les da tiempo para comprobarlo todo. Generalmente, son necesarias hasta 6 horas antes o más.

Y una vez montado, el disparo debe realizarse para ese día, a la hora programada. Cualquier cosa que interfiera en ese proceso, es un problema.

Cómo se regula el proceso de montaje, disparo y retirada de la mascletà

El proceso de montaje está vigilado por la Policía Local, para que nadie interfiera ni entre en el recinto. Y cuando ya está todo preparado se mantiene la vigilancia.

Las condiciones meteorológicas

Por otra parte, también son importantes las condiciones meteorológicas. Si las rachas de viento sobrepasan los 36 kilómetros por hora, la mascletá no puede dispararse.

En cuanto a la lluvia… esa es una decisión difícil de tomar y depende de muchos factores. Si la mascletá se ha montado antes de que comenzara a llover y el material se ha podido resguardar adecuadamente. Si no se ha montado todavía

En cualquier caso, debe quedar claro que: una vez montada, el material pirotécnico utilizado debe destruirse, no puede volver al camión y a la fábrica.

Antes del lanzamiento

Es preciso conocer, que en todo este proceso y antes del lanzamiento intervienen muchos dispositivos de seguridad, cada uno con una función concreta, que colaboran entre sí. La coordinación debe ser perfecta. Están los servicios de Intervención de Armas de la Guardia Civil; La intervención de un ingeniero experto; La Policía Local de Castellón; los Bomberos de Castellón; Protección Civil y su servicio de voluntarios; y los servicios sanitarios y ambulancias. Todos los dispositivos se dan cita en lo que se denomina: 'El Puesto de mando'.

Horas antes y hasta el momento del disparo, los servicios de Intervención de Armas de la Guardia Civil revisan y cotejan que tanto que el explosivo que se utiliza coincida con el inicialmente programado, como que los calibres son los declarados y que están situados dentro de las zonas que les corresponde.

De la misma manera, después del lanzamiento verifican que todo lo que se ha previsto se ha quemado. Puede suceder ,que una carcasa no haya explosionado, será el técnico de la pirotecnia el responsable de asesorar sobre la solución más adecuada, que deberá contar con el visto bueno de la organización y ser con los servicios de seguridad y emergencia que se establecen de manera preventiva para el disparo.

Antes del disparo llega el experto para comprobar y cotejar todo el explosivo que se ha declarado, y que permanece preparado. Ni más ni menos de lo que indica la documentación oficial registrada.

El Puesto de mando

El puesto de mando, que en este caso estará colocado en la zona posterior, junto al Camí la Plana. Allí se reúnen los expertos, la Junta de Fiestas y los coordinadores de cada uno de los servicios que conforman el dispositivo: la Policía Local y Agentes de Movilidad Urbana, el Servicio de Bomberos y Protección Civil, el voluntariado de Protección Civil y la Intervención de Armas de la Guardia Civil.

Durante la reunión se comenta cómo se va a proceder al montaje de la zona de seguridad, el control del público y del tráfico del momento del disparo y de los minutos posteriores al lanzamiento, en los que se debe permanecer alerta en previsión de que quede algún artefacto o restos del espectáculo que puedan entrañar algún tipo de peligro para las personas.

Zona restringida de seguridad

El control de tráfico se suele realizar con mucha antelación, porque puede haber quien un día o dos antes aparque allí y no haya movido su vehículo, por eso la señalización se pone con días de antelación. Toda la zona acotada debe de quedar libre, y si los dueños de los vehículos no los han retirado, es la grúa la que los traslada. Además hay que garantizar las vías de evacuación parra el caso en que se pueda producir un accidente.

La zona de seguridad debe estar establecida, con una antelación de, como mínimo veinte minutos antes de la hora de la mascletà. Diez minutos antes comienzan los avisos de la mascletá y se verifica que estén cortados y controlados todos los accesos a la zona de seguridad establecida.

La misión del Servicio de Bomberos y Protección Civil es la de garantizar la seguridad del público con el disparo. El sistema de seguridad no solo afecta al público, sino también al tráfico de la zona colindante.

Este año, además, se ha restringido también el paso por Rosa Mª Molas entre las calles que derivan a la zona del recinto. Esto ha sido así, porque, pese a todas las previsiones de seguridad, durante los últimos años ha habido dos accidentes, en 2019 y en 2023, en los que elementos procedentes de los disparos cayeron en zona en la que había público, afortunadamente sin consecuencias graves para las personas afectadas, en el entorno de este tramos de la calle Rosa María Molás.

El consejo es que los habitantes de esos inmuebles tampoco se asomen a ventanas ni balcones.

Los servicios sanitarios están situados junto a la zona del recinto de autoridades. Allí se atiende a todo el que lo necesita y, si llega el caso, se dispone su evacuación a un centro sanitario. En total hay cuatro ambulancias en el entorno del recinto de seguridad.

El trato humano: lo mejor y lo peor del servicio

Todo el personal de estos dispositivos es experto en su trabajo, y lo realizan a conciencia. Pero el trato con el público forma parte de lo mejor y de lo peor de su trabajo. Tal como comentaba una de las responsables de Protección civil, se da el caso de personas mayores, que se concentran ya, de forma habitual detrás, junto al Camí la Plana. Llegan con tiempo. Las personas mayores necesitan poder apoyarse par aguantar el tiempo de espera. Pero todos son super amables.

No ocurre lo mismo en todos los casos. Las nuevas restricciones que afectan a las dos terrazas de los bares de Rosa María Molas deben desalojarse antes del disparo. La gente se enfada, otros protestan. Uno de los hosteleros es el primero que ayuda a los servicios de protección para pedir a sus clientes que atiendan los requerimientos de seguridad. Pero el otro es totalmente contrario a su compañero, y protesta continuamente.

además, la gente que va a la mascletà también es muy diversa. Todos quieren estar en primera fila, todos lo más cerca posible... Y cada uno reacciona de forma muy diferente cuando se activa el recinto de seguridad.

Cuando todo está comprobado, la zona despejada, y en orden, se da luz verde para el disparo. Mientras se produce la mascletà el público disfruta, los dispositivos de seguridad aguantan la respiración. Desde el vehículo de Bomberos del Puesto de Mando, se activan todos los controles de coordinación y dos pantallas que permitirán poder actuar con la mayor rapidez si se recibe cualquier aviso o sucede unja incidencia. Solo después, cuando todo ha discurrido con normalidad, recobran la tranquilidad.

Aunque todavía no ha acabado todo su trabajo. Porque después de que se lanza el último cohete que pone fin al disparo hay que comprobar el interior del recinto. que todo se ha quemado como correspondía, que no queda ningún fleco suelto. Un trabajo más, que también necesita sus tiempos y comprobaciones. Aunque desde el público, la mayoría ya protestan porque quieren saludar al pirotécnico o invadir el espacio protegido antes de que finalicen las comprobaciones. ¡Bendita paciencia!

Agradecimientos

Castellón Información agradece la información y la colaboración de todos los servicios de seguridad que han hecho posible la realización de este reportaje, a partir del Servicio de Bomberos del Ayuntamiento de Castellón. Todos, desde el departamento de Bomberos, al de Protección Civil, sus voluntarios, la Policía local, la Guardia civil... Gracias por atendernos y por mostrarnos un procedimiento que también nos ayudará a informar mejor de todo lo que se esconde detrás de esos cinco o seis minutos mágicos de una mascletà.