Enrique Domínguez. Economista
¿Es posible un cambio de tendencia en la economía castellonense? Posible lo es, pero no se están dando los pasos necesarios para ello; al menos, muchas de las actuaciones precisas para poder esperar una modificación en la tradicional estacionalidad de nuestra economía.
Por desear ese cambio y por la trayectoria seguida por las cifras de personas paradas en septiembre, me he atrevido a darle este título a este reflexionari.
Es cierto que el mes de septiembre suele ser, tradicionalmente, un periodo en el que el personal en paro se incrementa: se reduce la actividad en el sector turístico por la menor afluencia de gente y por el inicio del curso escolar y todavía no entra de manera importante la actividad en lo relativo a la citricultura, si bien ya se van adecuando los almacenes para la campaña.
Al mirar lo ocurrido en los años precedentes en septiembre, se comprueba que desde 1994 solo se han manifestado descensos en las personas paradas en siete años: 1999, 2000 y 2001, de 2005 a 2007 en plena burbuja inmobiliaria y el año pasado, en plena pandemia. Desde 2008 a 2019,ambosinclusive, se dan dado aumentos en el número de parados y en cifras relevantes: 2269 trabajadores en 2011, la más elevada, y 783 personas en 2017, la más reducida.
¿Por qué ha ocurrido ese descenso el año pasado y este? En mi opinión, por la pandemia y por la disminución de las restricciones sanitarias respecto al mes precedente, a pesar de la disminución habitual en septiembre dela actividad en torno a la hostelería y turismo.
Esa misma razón es la que ha dado lugar a una reducción del paro registrado a nivel español cuando lo habitual era un avance.
Sin embargo, es importante destacar que el descenso registrado en la provincia de Castelló (-0,34%) ha sido mucho menos significativo, en términos porcentuales, que en Alacant (-0,83%) y, sobre todo, València (-2,38%), el con junto dela Comunitat (-1,55%) y España (-2,28%). Pero, a pesar delo inhabitual, es positiva esa disminución en Castelló.
Sí es relevante señalar que, por sectores, los descensos en agricultura, industria y construcción en Castelló han sido poco significativos respecto al conjunto dela Comunitat: menos de un 7% del total regional. Incluso en servicios se ha incrementado ligeramente el paro registrado en Castelló a diferencia del total de la CV.
La paulatina mejoría de la actividad económica y la suavización de las restricciones sanitarias la refleja el comportamiento de la contratación, que en Castelló se ha incrementado en septiembre casi un 36% respecto a agosto mientras en el agregado delos nueve primeros meses el aumento de los contratos formalizados ha sido del 35,7%.
Todavía no se han alcanzado los niveles prepandemia ya que se registra un descenso en la contratación del 8,5% respecto a enero-septiembre de 2019 en Castelló mientras en la CV es del13,8% y en España del 17,8%.
Pero esa contratación es, muy mayoritariamente, temporal. En Castelló, solo algo más de doce contratos de cada cien son indefinidos (menos que en los tres años precedentes), mientras en la CV son casi once y diez y medio en España. Y de esos contratos indefinidos, una parte no pequeña lo son a tiempo parcial.
El último trimestre del año bajará el paro en Castelló por la campaña citrícola, si bien los importantes menores aforos en algunas variedades la acortarán e incidirán en una menor contratación.
No hay, pues, un cambio de tendencia de la economía castellonense si bien el sector tecnológico, bastante desconocido, ocupa cada vez a más personal y adquiere mayor relevancia y supondrá el mayor número de los nuevos nichos de mercado.
Y, si a eso le unimos que la robotización eliminará una parte destacada de los trabajos manuales actuales, tenemos un fuerte reto. ¿Y usted qué opina?
