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viernes, 29 de marzo de 2024 | Última actualización: 12:07

Sixto Barberá, médico, festero y amigo, desfilará al son de las danzas moras más allá de las estrellas

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Fue presidente de la Junta de Fiestas y creador del Festival internacional de Música de Fiesta

Ayer noche fallecía en Castelló Sixto Barberá. Todo un personaje que supo llenar su vida de sensaciones y sentimientos. Médico de cabecera, de esos que te miran a la cara y te escuchan pacientemente y siempre con una sonrisa. Pero también tenía alma de fiesta, y como tal, fue presidente de la Junta de Fiestas, socio constituyente de  Asociación Cultural de los ‘Moros d’Alquería’ e impulsor del Festival Internacional de Música de Fiesta. Barberá desfilará ahora al son de la música mora más allá de las estrellas.

EM / Castellón Información

 width=Eran las nueve de la noche de ayer cuando Sixto Barberá cerraba los ojos, víctima de una enfermedad contra la que llevaban luchando ya unos años. No fue la Covid, no en este caso. Aunque el coronavirus ha llenado toda la realidad sanitaria del último año, Sixto fue víctima de otra pandemia mucho más letal, que afrontó con dignidad hasta el último momento.

Porque no era un hombre que se amilanara ante las circunstancias, y siempre disfrutó de la vida de la forma más plena.

Sixto Barberá, ‘el metge’

Hablar de Sixto Barberá me trae a la memoria momentos irrepetibles.

Recuerdo al médico. Aquel médico sonriente que te atendía siempre con media sonrisa en los labios, con una palabra amable. El ‘metge’ que te miraba a los ojos y te escuchaba, paciente, empático y dispuesto a buscar soluciones y a aportar siempre una palabra, un comentario, un consejo y un mensaje de esperanza.

El médico de cabecera de la Seguridad social, y el que, desde Asisa, se dejaba la piel para que no hubiera nadie que se quedara sin una oportunidad.

La fiesta, ‘los moros sometidos’ y los ‘moros d’Alqueria’

Y recuerdo al festero, a la persona comprometida con la ciudad y con las fiestas de Castelló.

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(Sixto Barberá. Desfile Moros d'Alquería Pregó Magdalena 2019)

En 1976 nacía la semilla de los ‘Moros d’Alquería’, que participó por primera vez en el Pregó como ‘Los moros sometidos’ y ‘moros alegres de los ejércitos sometidos’, que llamaron la atención porque desfilaban con increíbles ropajes y la cara toda pintada de negro.

Sixto Barberá no fue fundador de aquella primera agrupación, de la que entró a formar parte en 1979, año en el que se celebró el primer Congreso Magdalenero, organizado por el Ateneo,  de Castellón y la Junta Central de Fiestas, que también contó con la participación de los Moros d’Alquería. Pero si fue miembro constituyente de la Asociación Cultural Moros d’Alquería, cuando se registró  oficialmente como asociación cultural en 1982 con treinta socios. Aquel fue un año fundamental para la fiesta, en el que Castelló amplió los sectores gaiateros en los sectores 13, , Sensal, 14, Castalia, y 15, Sequiol, cuya comisión estaba presidida por una mujer, Elisabeth Breva.

La ciudad estaba inmersa en en plena apertura democrática, la ciudad, bajo el mandato de Antonio Tirado, abría las puestas a una nueva era en la que Moros d’Alquería, tenía ya un peso fundamental en sus fiestas... En 1985, se convocaba el II Congreso Magdalenero para principios de 1986, organizado por los Moros d’Alquería, con más de 150 personas inscritas.

La asociación, ya consolidada, creció y formó parte de la vida cultural de la ciudad. Y sus miembros no pudieron resistirse a trabajar por la fiesta no solo en el seno de los moros, sino también las tareas de organización de aquella nueva etapa que abriría el alcalde Daniel Gozalbo en 1988.

Junta de Fiestas de Castelló

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(Sixto Barberá. Desfile de Moros d'Alquería en el Pregó de 2017)

El 26 de febrero de 1988 el pleno extraordinario del ayuntamiento acordaba convocar la Asamblea de Fiestas, de la que también formaba parte los Moros d’Alquería. El Ayuntamiento abolía la Junta Central de Fiestas y decidía la creación de la Fundación Municipal de Fiestas que englobaría a los nuevos órganos de gestión, la Junta de Fiestas y el Patronato Municipal.

La Asamblea de fiestas, convocada el 18 de junio, aprobó los estatutos y ratificó las 37 candidaturas presentadas para la Junta de Fiestas. Finalmente, aquella primera Junta de Fiestas quedaría constituida por las siguientes personas: Juan Vicente Bellido, Elisabeth Breva, Manuel Castellano, María Angeles D'Amato, Jacinto Domínguez, Vicente Farnós, José Miguel Juan, Jorge Moll, Casto Maya, Necesio Natal, José Ra­món Navarro, Antonio Carlos Pérez, Ignacio Piqueras, Sebast tián Pla, José Roselló, José Luis Serrano y Miquel Soler.

Por votación se eligió también el primer presidente de la Junta de Fiestas, Sebastián Pla, a quien correspondió nombrar a los otros 8 miembros de designación directa: Miguel Vidal, Consuelo Pastor, Sixto Barberá, José Antonio Llopis, Vicente Ramos, Juan José Pé­rez, Juan Prades y Francisco Pascual. El 22 de Julio de 1988 el pleno del ayuntamiento aprobó los estatutos y la composición de la Junta de Fiestas, presidida por Sebastián Pla y vicepresidida por José Roselló Gaita, Sixto Barberá y Jose R. Navarro Albert.

Un antes y un después: luz, fuego y música

Aquellas primeras fiestas, organizadas desde la Junta de Fiestas marcaron un antes y un después como no se había visto desde que las Fiestas de la Magdalena fueran constituidas como fiestas mayores de Castelló, en 1945.

Ahora eran los festeros los que tomaban el mando de la organización de las fiestas y, con ello, las fiestas fundacionales nacían de la calle y se vivían  plenamente en la calle. Sus líneas fundamentales se sostenían en la luz de la Gaiata, el fuego y la pólvora, pero también en la música y la animación de calle.

En este sentido, el papel de Sixto Barberá desde los Moros d’Alquería fue fundamental para la creación del Festival Internacional de Bandas.

Y eso solo fue el principio. Sixto Barberá no solo formó parte activa de la primera Junta de Fiestas, también fue un elemento clave cuando tomó la presidencia de este colectivo entre los años 1993 y 1994.

Presidente de la Junta de Fiestas

Perdóneme el lector que, en esta semblanza de Sixto Barberá, mezcle los hechos con los sentimientos. Los relatos históricos con los recuerdos personales. Pero recordar al festero, al moro y al amigo, me hace recordar momentos  ligados con la añoranza de aquellos tiempos.

Era aquel un momento, y una Junta de Fiestas, en el que Castelló respiraba sentimiento festero, ‘orgull de genealogia’, y sobre todo, ansia de tradición pegada a la innovación.

Una Junta de Fiestas en la que estaban implícitos todos los que la compusieron años antes, y las nuevas ideas de quienes ya participaban con ilusión para que cada uno de los detalles de aquellas fiestas fueran, si cabe, mejores que las del año anterior, y simiente de los que habrían de venir después. Junto a Sixto Barberá había personajes tan entrañables como los que ya se fueron. Y con ello me refiero a Lorenzo Ramírez, el ‘pintor de Magdalenas’, o amigos que todavía viven y distfrutan la fiesta: José Luís Serrano, Toni LLopis o Manuel Llopis.

‘La Lluvia de los huevos’

La primera Magdalena que organizó y presidió Sixto Barberá, llegó pasada por agua. La tromba que cayó el día de la Romería fue de las más sonadas en la historia de estas fiestas, en momento de cambios políticos, de nuevos gobiernos y de relevos institucionales.

Como cada año, se llevaron las ‘docenas de huevos a las Clarisas’, para garantizar que la meteorología fuera benigna. Pero aquel año, ni eso causó efecto.

La Romeria de les Canyes salió del Ayuntamiento, recogió al clero en Santa María y tuvo que enfrentarse a una dura decisión cuando llegó al primer Molí. Caían chuzos de punta. Las reinas, Mª José Cadroy y Maribel Claramonte ya iban metidas dentro de impermeables y bajo paraguas.

Fue entonces cuando se propuso suspender la Romería para evitar daños mayores y evitar accidentes. Allí, al pie del Primer Molí - y esta periodista fue testigo de ello- estallaron ‘los retos’ “Cuando estábamos nosotros, la Romería no se suspendió nunca”, dijo en voz alta el diputado socialista Francisco Arnau. Los miembros de la Corporación de Jose Luís Gimeno, le plantaron cara.

Pero entre unos y otros, la decisión fue casi salomónica. No, en contra de lo que dicen las crónicas, la Romería de las Canyes no se suspendió. Si se modificó, porque se acordó que las reinas, damas de la ciudad, madrinas y otros colectivos se trasladaran al ermitorio en Autobús. El resto de la comitiva (de forma voluntaria), realizaría el recorrido que encabezó Sixto Barberá, calado hasta los huesos y con una bolsa de tela a modo de ‘barretina’ sobre la cabeza.

Y recuerdo el almuerzo de Sant Roc, que se celebro también bajo la lluvia al aire libre. Ellos, la Junta de Fiestas, algunos festeros,  fotógrafos y periodistas (que también nos mojamos hasta más allá de lo que las buenas formas impiden comentar).

La comitiva avanzaba por los caminos de huerta prácticamente solos, pero eso sí, alentados desde la orilla de los caminos por cientos de personas que lanzaban aclamaciones guarecidos por sus paraguas y cubiertos por los impermeables.

Sixto Barberá también fue el presidente de la Junta de Fiestas el año en que se cumplió el 50 aniversario de El Pregó de Castelló en 1994. Aquel año las reinas de Castelló fueron Lorena Sánchez y Carla Cerdá.

Para conmemorar el 50 aniversario se inauguró un monolito en la plaza Cardona Vives, como homenaje al creador de ese desfile, Manuel Segarra y fue el actual cronista de la ciudad, Antonio Gascó el que cantó los versos del Pregó de Bernat Artola.

Y Sixto Barberá, completados sus dos años como presidente, se retiró a un segundo plano, pese a los ruegos de quienes le pidieron que continuara dos años más en el cargo. Le sucedió al frente de la Junta de Fiestas Juanjo Pérez Macián, que tuvo el honor de celebrar las fiestas del 50 aniversario.

Desde ese segundo plano, pero siempre con la ilusión de las fiestas pegada en la piel, Sixto Barberá mantuvo su presencia y su participación desde el seno de los Moros d’Alquería.

De hecho, Sixto Barberá fue el encargado de organizar los actos del XXV aniversario de la fundación de los moros que, entre otras actividades llevó consigo, la inauguración de de la escultura ‘Lo Arabe’ de la artista Mayte Saura en la glorieta Moros d’Alquería; y un desfile extraordinario durante las fiestas de la Magdalena de 2001, con la participación de filaes y bandas de música de toda la Comunitat Valenciana.

Ahora, con esa sensación de ausencia que impregna el alma, solo cabe el consuelo de que Sixto Barberá seguirá desfilando al son de una marcha mora, y organizando las mejores fiestas… más allá de las estrellas.

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La despedida de los moros d’Alquería

Sus compañeros de Moros d'alquería le han rendido un sentido homenaje en su página de Facebook:

Se nos fue Sixto.

"La Asociacion Moros D´Alqueria se creo el 1976. A los pocos años de su fundación entro a participar en ella. No se concibe nuestra asociación sin su ilusión y enorme trabajo que desde el minuto uno realizo. Se nos ha ido otro de los grandes.

“Hay hombres que luchan una vez y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”

Bellísimo razonamiento que refleja en su totalidad quien fue Sixto; fue imprescindible.

Los que tuvimos la ocasión de trabajar y disfrutar a su lado, sabemos de sus bondades y de su trabajo; pero sobre todo de su amor a esta nuestra tierra. Con sus usos y sus costumbres. Con sus tradiciones e historia.

Médico de profesión, pero festero de vocación.

Festero con mayúsculas, de los que tienen criterio, sonrisa contagiosa, saben el porque de las cosas y les gusta que el entorno donde compartimos la vida sea lo mas feliz posible. Su virus contagioso era el de la alegría y serenidad.

Sus pacientes todavía lo echan de menos, sus compañeros festeros lo echamos y echaremos a faltar.

Su bonhomía repartió cariños allá donde estuviese y supo compaginar todas sus virtudes y defectos en una persona de las que deja huella, de las que se necesitan allí donde este.

Organizador y amigo entrañable. A su lado las cosas parecían salir solas. Su buen hacer nos hacia mejores a los próximos, a los cercanos. Ha sido un referente.

En 1989 participo en la Junta de Fiestas que reorganizo y dio contenido nuevo a la semana de fiestas con una ilusión inimaginable. Fueron dos años donde la creatividad y trabajo fue enorme y el fue pieza fundamental.

Era de esas personas a las que todo le mundo quiere, y así se ve en las manifestaciones que estamos recibiendo.

Llamado por muchas personas para ocupar cargos públicos siempre los rechazo. Pero fue presidente de la Junta de Fiestas. Su amor a la ciudad la entendía como la posibilidad de hacer felices a los demás en sus fiestas lejos de sus obligaciones diarias.

A sus amigos nos deja una gran fortuna, su recuerdo. Seriamos injustos solo vivir la experiencia de su muerte sin poner en el otro plato de la balanza su capacidad de hacer feliz a su entorno, de sus innumerables horas de risas y reflexiones juntos.

Los timbales del Comité Manipulador sonaran en tu Pregón, en nuestro Pregón, con la fuerza de las marchas moras. Cada golpe que dará tu timbal “ El Brujo “ hará vibrar a tu Castellón, y así cada año estarás presente con todos nosotros, con tus moros, con tus hermanos moros, con la Gran Familia Mora.

Hoy, primer día de no estar con nosotros luce un bellísimo día, fruto de la alegría de quien lo ha recibido y seguro que donde este ya los esta organizando para radiarnos alegría y bondad.

Sixto …un beso, y a tu familia Montse, Sixto y Lidón un abrazo de los que saltan ” espurnes “ de cariño."

La familia de Sixto Barberá ha decidido vivir sus últimos momentos con él sin algarabías, desde la intimidad.