El Obispado de Tortosa y la Diputación de Castellón destinan 160.000 euros a recuperar las pinturas de arquitectura fingida del muro exterior oeste de la iglesia fortificada
Se hacía esperar el inicio de los trabajos de recuperación de los frescos exteriores de la iglesia Arciprestal de Vinaròs, datados de finales del siglos XVII inicios del XVIII. Ayer lunes empezaron los trabajos previos y a primeras horas de esta tarde se informaba de la posibilidad de sorpresas durante los trabajos.
El Obispado de Tortosa y la Diputación de Castellón acometen la segunda fase de recuperación de estas pinturas con una inversión de 160.000 euros, de los cuales el ente provincial aporta 40.000 euros y el resto el obispado.
El responsable de estos trabajo, Marcos Roca, adelantaba que en una de las torres fingidas podría hallarse un santo que no salió a la luz tras los trabajos realizados por la Fundación La Luz de los Imágenes, que recuperaron estas pinturas que estaban cubiertas por completo por hongos y líquenes, lo que fue una auténtica sorpresa.
Unas pinturas que en pocos años se han ido cubriendo por los hongos al no aplicarse una capa protectora, de ahí que el año pasado obispado y diputación ya actuarán en la parte trasera del templo recuperando los fresco y ahora se lleva a cabo esta segunda fase.
La diputada provincial de Cultura, Ruth Sanz, y el ecónomo diocesano Obispado de Tortosa,Víctor Cardona, acompañados por el alcalde, Guillem Alsina, han visitado el exterior del templo para anunciar el ansiado inicio de los trabajos.
Roca explicaba que se ha realizado una analítica de los hongos, algas y liquidarnos, para hacer un tratamiento con el fin que no vuelvan a salir. Para consolidar los frescos en primer lugar se deberá consolidar el mortero de cal sobre el que están las pinturas.
Después se restauraran los frescos, tanto las partes que se ven como las que no, para finalmente dotarlas de una capa de hidrofugante que las debería de preservar durante unos veinte años.
Por otro lado, la existencia de más pinturas medievales en el centro histórico era conocido, pero Roca ha sorprendido al decir que se estima que unas 58 casas pueden tener este tipo de frescos.
Así, Roca comentaba que ya se sacó a la luz un escudo de la ciudad en las paredes interiores de la antigua Casa de la Vila, así como pinturas en los arcos del mismo edificio. También hay policromía en las paredes exteriores de la antigua iglesia de San Agustín, actual auditorio municipal, así como en una pared interior del mercado o en el arco de acceso a la judería.
Sin ir más lejos, hace unos años se recuperaron unas pinturas de arquitectura fingida en la pared exterior de la capilla de Santa Victoria, en la calle Santa Rita.
