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jueves, 25 de abril de 2024 | Última actualización: 21:31

La Princesa de Asturias preside en la Lonja de Valencia los Premios Rey Jaime I

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Ha felicitado a los galardonados que "desde hoy llevarán en el currículo una mención que será un lazo de unión con la Comunitat Valenciana, un vínculo que les unirá por siempre aún más con nosotros".

Discurso de Alberto Fabra:

"Alteza Real,

Dignísimas Autoridades,

Señoras y señores,

Permítanme que mis primeras palabras tengan en consideración el día de hoy: Día Internacional Contra la Violencia de Género, para lanzar un mensaje de concienciación y apoyo para poner fin a esta lacra social.

El acto de entrega de los Premios Rey Jaime I tiene, en esta ocasión, un significado muy especial para todos nosotros, pues se cumplen 25 años del inicio de una andadura que podemos calificar de excepcional.

La Comunitat Valenciana se siente orgullosa de muchas cosas y ésta es una de ellas: llevar aparejada nuestra imagen a unos premios de prestigio internacional como son los Rey Jaime I es motivo de satisfacción para los valencianos y un ejemplo de cómo la unión de la sociedad con las universidades, las empresas y el sector público puede hacer realidad un proyecto de esta magnitud.

Estos premios no habrían alcanzado el prestigio y la proyección de la que gozan sin el apoyo constante de la Casa Real y, muy especialmente, de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I, que ostenta la Presidencia de Honor.

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Alteza, le pido traslade los mejores deseos de parte de todos los valencianos para la pronta recuperación de Su Majestad.

La presencia de Su Alteza Real la Princesa de Asturias en este acto viene a refrendar el patrocinio que la Corona española ha ejercido siempre sobre estos galardones. También simboliza esa continuidad hacia el futuro y el apoyo a un gran trabajo compartido por muchas personas e instituciones.

Quiero pues testimoniar el cariño de los valencianos a Su Alteza, no sólo por su asistencia a este acto, sino también por esa labor constante de estímulo y ánimo a la labor de estudio e investigación, que es compartida por todos los miembros de la familia real española.

Traslade también este agradecimiento a Su Alteza Real el Príncipe de Asturias, que ha tenido a bien apadrinar este aniversario y que quiso estar aquí presente hace tan sólo unos meses, cuando se proclamaron los premiados.

Los Premios Rey Jaime I nacieron en 1989 con el apoyo de la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados y, especialmente, de D. Santiago Grisolia, de cuya mano han ido aumentando las categorías galardonadas y al que quiero agradecer su incansable trabajo, empeño y dedicación durante este cuarto de siglo.

Si algo ha definido la trayectoria de estos galardones ha sido, por encima de todo, su rigor, fundado en la excelencia del jurado que los otorga. Un jurado que en cada edición ha contado con notables personalidades, nacionales e internacionales, entre las que este año se incluyen 20 Premios Nobel.

Su apoyo significa mucho para los valencianos. Supone un compromiso expreso y público con nuestra tierra, con su presente y con su futuro. Simboliza un respaldo total a una voluntad de avanzar por la vía del conocimiento, de la excelencia, del esfuerzo, del trabajo bien hecho y de la búsqueda de nuevos horizontes de progreso y bienestar para todos.

Para los valencianos supone una enorme satisfacción contar con los premiados y aprovechar sus conocimientos y su experiencia en beneficio de nuestra sociedad.

Su participación activa en el Alto Consejo Consultivo en Investigación, Desarrollo e Innovación de la Presidencia de la Generalitat nos permite hacer realidad esa colaboración y articular proyectos de un enorme interés para el futuro.

El reciente informe sobre cómo establecer un nuevo modelo de financiación autonómica basado en la solidaridad y centrado en la atención social de las personas es, en ese sentido, un ejemplo muy claro.

Los Premios Rey Jaime I inciden en áreas especialmente interesantes para nuestra sociedad que, en ocasiones, no reciben la atención que por su importancia merecerían. Estos galardones nacieron precisamente para convertirse en una gran "caja de resonancia" que pusiera en el primer plano de la actualidad el conocimiento, la investigación y el saber.

En este acto de entrega queda reflejado que hay mucho futuro en nuestra tierra, grandes potencialidades que deben plasmarse en realidades tangibles, enormes espacios abiertos a la iniciativa personal, a la investigación, o a la puesta en marcha de nuevas actividades económicas.

También hay un formidable capital humano, un gran conjunto de personas con enorme cualificación y con un espíritu abierto y dinámico que esperan su oportunidad para dar lo mejor de sí mismos y para contribuir activamente al avance de nuestra sociedad.

Somos conscientes de la necesidad de seguir apoyando la investigación justamente donde los fondos públicos tienen más sentido: en las universidades, en los Centros Tecnológicos y en los Institutos de Investigación, acompañando la labor de las empresas, especialmente cuando éstas, por su tamaño o su tipología, encuentran más problemas para llevar a cabo una estrategia propia de inversión.

Los poderes públicos debemos estimular esa inversión y conseguir así una mayor implicación del mundo empresarial que permita independizar el desarrollo tecnológico e investigador de las circunstancias coyunturales de los presupuestos públicos.

Del mismo modo, tengo el convencimiento de que, en estos momentos, resulta más patente que nunca la necesidad de que sean las empresas las que asuman la referencia y la potenciación de la I+D+i, considerando su financiación como una auténtica inversión de futuro, imprescindible para garantizar su competitividad e incluso su viabilidad.

Valga este acto de entrega como el mejor ejemplo del esfuerzo que realizan las entidades privadas al patrocinar este evento.

Por ello, quisiera recordar hoy de manera muy especial la implicación de los patrocinadores que hacen posible, año tras año, la entrega de unos galardones que se han convertido en un gran referente dentro y fuera de nuestras fronteras.

A todos ellos, mi agradecimiento, el del Consell y el de todos los valencianos.

El estímulo de la iniciativa privada en el ámbito de la investigación debe contar con una serie de garantías, como un marco jurídico y fiscal adecuado, que lleven a nuestras empresas a apostar con fuerza por la investigación, el desarrollo y la innovación.

Desde el gobierno valenciano estamos trabajando en la elaboración de una Ley de Mecenazgo que incentive esa senda de colaboración público-privada por la que debemos avanzar y que atraiga más empresas y entidades al ámbito de la innovación, la ciencia aplicada y el desarrollo de nuevos productos y métodos.

Concluyo mi intervención dando la enhorabuena a todos los premiados en esta edición, que son un ejemplo a seguir por nuestra sociedad y en los que valoramos su constancia, capacidad y entrega por el bien común.

Desde hoy, cada uno de ustedes llevará en el currículo una mención que será un lazo de unión con la Comunitat Valenciana, un vínculo que les unirá por siempre aún más con nosotros.

Desde hoy, cada uno de los premiados se convierte también en parte de nosotros, de nuestra realidad social, económica y cultural. Desde hoy, cada uno de vosotros forma parte de nuestra imagen y también de nuestra proyección exterior.

Espero que ese vínculo se estreche aún más en el futuro y que todos y cada uno de los galardonados sean agentes activos en ese camino que hemos emprendido para llevar adelante a nuestra tierra, marchando hacia el futuro con pasos firmes y seguros.

Una vez más reitero mi agradecimiento a Su Alteza Real la Princesa de Asturias por su presencia en este acto.

Esperamos seguir contando en el futuro con esa colaboración que tanto ha servido para fortalecer la imagen de unos premios que nos llenan de orgullo a todos.

Muchas gracias y felicidades por estos 25 años".