Esta mañana se ha presentado un balance de actuaciones del equipo de integrado por 22 agentes, intendente, inspector y seis oficiales
La policía de barrio de Castellón, creada para acercar las fuerzas de seguridad a los vecinos, cumple seis meses con resultados positivos. En este tiempo, se han realizado más de 700 vigilancias y 30 reuniones con asociaciones vecinales, resolviendo conflictos y mejorando la seguridad. Además, se han evitado cinco ocupaciones ilegales y se han impartido charlas preventivas en centros educativos y para personas mayores. También han participado en el control de residuos y tenencia ilegal de animales.
Los concejales de Seguridad, Antonio Ortolá y el de Participación Ciudadana, Paco Cabañero, han participado junto a los mandos de la Policía Local de Castellón en la presentación de un balance sobre las actuaciones de la Policía de Barrios de la capital de la Plana.
El objetivo de esta división especial, que integran por 22 agentes, un intendente, un inspector y seis oficiales es, sobre todo, mantener una relación cercana con la ciudadanía.
Eso quiere decir, que se mantienen activos los números al 091 o el 112 para denunciar emergencias y solicitar atenciones urgentes. Pero además, la Policía de Barrios habla con los vecinos, atiende sus quejas, recoge recomendaciones y sugerencias y realiza múltiples intervenciones de muy diferente tipología.
Durante los 6 meses que lleva en funcionamiento, se han realizado más de 700 vigilancias y 30 reuniones con asociaciones vecinales; se han resuelto diferentes conflictos entre vecinos y se ha mejorado la seguridad. Además, se han evitado cinco ocupaciones ilegales y se han impartido charlas preventivas en centros educativos y para personas mayores.
En lo que concierne a las 'okupaciones', el concejal de emergencia no ha sido muy preciso, sí ha indicado, que ha llevado consigo un trabajo administrativo crucial para localizar propietarios de viviendas o locales ocupados ilegalmente, instando a las personas en situación ilegal a regularizar su situación.
Algunas de estas intervenciones en situaciones de ‘okupación’ se han desarrollado con la ayuda de los vecinos, que han sido los primeros en denunciar la situación.
La Policía de Barrios además de intervenir ha prestado asesoramiento a los propietarios de viviendas o naves para que puedan garantizar la seguridad de sus inmuebles. Además, ha puntualizado Ortolá, es fundamental actuar dentro de las primeras 48 horas de esta ocupación.
La Policía de Barrios controla solares abandonados, denuncia quemas ilegales de rastrojos y se coordina con servicios de limpieza para su mantenimiento.
Entre sus tareas también está el control de eliminación de vertederos ilegales. Cabe recordar que las sanciones por depósito ilegal de basura puede rondar entre los 1000 y 2000 euros.
La policía realiza además, denuncias por tráfico, aparcamientos ilícitos y tenencia ilegal de animales.
En lo que corresponde con los animales, uno de los conflictos más comunes es la detección de ‘cerdos vietnamitas', considerados una especie invasora. Cuando se descubren estos casos se da aviso al Seprona para que proceda a su captura, al tiempo que se advierte a los propietarios.
Uno de sus cometidos más importantes se centra en el acompañamiento de personas, y su derivación a servicios sociales.
Según Ortolá, “se está viendo que es una policía mucho más cercana mucho más sutil y muchísimo más humana”.
El comisario de Castellón, Francisco Catalá ha puntualizado que la unidad de Barrios que pertenece a la sección de proximidad, que acomete, sobre todo, una tarea preventiva. “Por antonomasia somos la policía más cercana, la policía más próxima a la ciudadanía”. “Eso permite establecer un con contacto más directo con nuestros vecinos, con las asociaciones empresariales, con los comerciantes con los propios vecinos que se dirigen a nosotros; recibirlos atenderlos y escucharlos de primera mano, porque en definitiva son los que conocen lo que ocurre en su entorno”.
