FICHA TÉCNICA:
-1- ESPANYOL: Casilla; Fuentes, Héctor Moreno, Colotto, Javi López, Víctor Sánchez, Dani López, Simao, Abraham (Jhon Córdoba, min. 46); Stuani (Álex, min. 78) y Sergio García.
-2- VILLARREAL: Sergio Asenjo; Mario, Jokic, Musacchio (Dorado, min. 53), Gabriel; Tomás Pina, Bruno, Moisés (Trigueros, min. 74), Nahuel, Giovanni y Perbet (Uche, min. 70).
GOLES: 0-1, min. 35: Moi Gómez. 0-2, min. 50: Perbet. 1-2, min. 77: Jhon Córdoba.
ÁRBITRO: J. A. Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Amonestó a los locales Stuani, Colotto y Héctor Moreno; y a los visitantes Giovani, Uche, Sergio Asenjo, Gabriel y Perbet.
INCIDENCIAS: Estadio Cornellà-El Prat, ante unos 12.650 espectadores en la grada, con medio centenar de seguidores amarillos.
Hay partidos que se complican ellos solos. Eso le sucedió ayer al Villarreal en el campo del Espanyol. Después de dominar claramente por 0-2, gracias los goles de Moi Gómez y Jeremy Perbet, en la recta final del encuentro llegaron los problemas y en suspense. Jhon Córdoba anotó el 1-2 en el minuto 77 y de ahí al 94 fue un suplicio. Menos mal que la cosa quedó ahí, porque cuando faltaban quince segundos para llegar al 90, una mano inocente del central brasileño Gabriel derivó en penalti. Lanzó el capitán Sergio García y su tocayo Sergio Asenjo le detuvo el penalti. Menos mal, porque con mucho suspense y sufrimiento se ganó y se rompió una racha de dos derrotas consecutivas.
Muchas novedades en el once del 'Submarino Amarillo'. Más de las esperadas. Entre ellas, la del joven extremo argentino Nahuel Leiva (17 años), y con Jeremy Perbet en la punta de ataque, junto al mexicano Giovani dos Santos. Y además, con la reaparición del arquero palentino Sergio Asenjo.
El partido arrancó sin un dominador claro. El primer cuarto de hora transcurrió con idas y venidas, con llegadas a las dos áreas, aunque sin peligro en los metros finales. Es cierto que en esos cuarenta y cinco primeros minutos el Espanyol estuvo más enchufado. Apretó un poco más. Pero nada.
Lo más destacado llegó en el minuto 17 con un tiro raso, seco y duro del centrocampista manchego Tomás Pina que salió ajustado al palo izquierdo del meta Casilla. Trallazo que encogió el corazón a más de un aficionado 'periquito'. Los locales tardaron en tener una tan clara como la del ex del Mallorca.
El segundo aviso del Villarreal llevó el sello del joven Nahuel Leiva. No se lo pensó dos veces y con el descaro que se le caracteriza, se hizo espacio y desde fuera del área golpeó con la derecha y el balón también se fue ajustado al palo izquierdo del marco blanquiazul.
Y a la tercer: 0-1. La jugada la fabricó un talentoso y prometedor jugador de 17 años como es Nahuel Leiva, desde el carril izquierdo, y la remató un verdadero crack de 19 años como Moi Gómez. Vaya jugada se vio en el minuto 35, que sirvió para adelantar al Villarreal en el marcador. Y siete después no llegó el 0-2 porque el defensa Héctor Moreno, cayéndose y a puerta vacía, sacó desde la línea el tiro manso del francés Jeremy Perbet.
A los cinco minutos de la reanudación, en otra jugada muy elaborada, llegaría el 0-2. El gol que fue definitivo. La jugada la inició por la derecha Moi, que pasó a Mario, éste centro raso para que en primera instancia Giovani, que dejó el balón suelto para que Jermey Perbet empujara el cuero al fondo de las mallas. El octavo gol para el francés que no suele desaprovechar las ocasiones cuando se le presentan.
Tras el 0-2 la situación pasó a ser controlada por el Espanyol. Toques y más toques para apenas poner en aprietos a Sergio Asenjo. La escuadra de Marcelino García Toral se plantó, se ordenó y espero una contra para hacer saltar por los aires el videomarcador del estadio Cornellà-El Prat.
El Espanyol nunca dejó de creer en sus posibilidades. El tiempo pasada y los de Javier Aguirre lo intentaban. Estaban enteros. A falta de trece minutos para el final el pase de Sergio García lo aprovechó Jhon Córdoba para superar al arquero amarillo Sergio Asejo. Así que se vislumbraba un cuarto de hora final de altas emociones. Todo el campo apretó. La escuadra blanquiazul también.
Para añadirle sufrimiento, suspense, emoción al envite, en el minuto 90 unas inocentes manos del central brasileño Gabriel acabó en penalti. El castigo lo lanzó el capitán local Sergio García y su tocayo Sergio Asenjo se lo paró. Lo rechazó. Los 'groguets' respiraron tranquilos. Luego llegaron cuatro minutos más de añadido. Pero no hubo tiempo para más. Victoria, tres puntos y reencuentro con la victoria. El domingo a las 12.00 horas más en El Madrigal. Llegará el enfurecido Betis.
