Las Fiestas de la Magdalena vuelven después de la pandemia y con ellas 'reviven' las peluquerías especializadas
Laura Torlà/ Castellón Información
Con la vuelta de las Fiestas de la Magdalena a la ciudad de Castelló de la Plana, un sector que revive después de dos años parado a causa de la Covid-19 son las peluquerías y salones especializados en este tipo de peinados tradicionales, que acompañan a los actos y festejos de las fiestas fundacionales.
Algunas peluquerías especializadas en estos recogidos, han podido sobrevivir durante la pandemia gracias a compaginar con otro tipo de pinados durante el resto de épocas del año, aunque estos salones de la ciudad coinciden en que la vuelta de la Magdalena “es un respiro” y “un colchón económico” importante para su supervivencia.
Desde algunas peluquerías especializadas en estos peinados tradicionales, explican que durante la semana peinan principalmente tres tipos de peinado: los de castellonera, que son los más comunes; los de época, como la de es dones de Companya y Na Violant y por último los de Llauradora.
El peinado de 'Castellonera', según explican desde peluquerías especializadas de Castelló, tiene un proceso que dura alrededor de hora u hora y media. Se hace con ondas de agua marcadas por delante y trenzas por detrás. A diferencia del de 'Llauradora', que tiene un proceso más corto, alrededor de media hora y se hace con la raya al medio, estirado por delante y con trenzas en forma de ocho atrás.
El precio de este tipo de peinados tradicionales suele oscilar entre los 40, 50 o 60 euros, según el estilo, los productos y el tiempo de elaboración.
Los productos utilizados, según explica una peluquera especializada, son lacas y ceras de larga duración, que no suelen utilizarse en otros recogidos como peinados de novia o invitadas. “Requieren de más dureza, porque algunas personas aguantan el peinado un par de días”.
“La gente coge citas desde enero, aunque siempre hay despistados que llaman la semana de antes y se quedan sin huecos”, cuentan desde una peluquería de Castelló. Según varios salones de la ciudad, este año, al ser el primero después de la pandemia, las citas han comenzado en febrero, cuando se confirmó finalmente que sí habría Fiestas de la Magdalena.
Para estas peluquerías especializadas, la semana de Magdalena, además de ser la semana con más beneficios económicos, también es la más dura de trabajo. “Trabajamos 17 o 18 horas, durmiendo tres o cuatro entre trabajo y trabajo”, confiesan desde uno de los salones.
Al tener tantas horas de trabajo, en algunos salones se necesita una “mano extra” y contratan a algún trabajador más de refuerzo. “Aunque por ejemplo el tema de las ondas y demás, tengo que hacerlas yo, hay que se necesita especialización”, explica, pero “tema higiene, limpieza, cepillar y lo básico es una gran ayuda extra”.
