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sábado, 20 de diciembre de 2025 | Última actualización: 00:24

El Gran Circo del Mundo

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Domingo Vicent. Portavoz de Ciutadans en el Ayuntamiento de Vila-real.

Esa fue la función a la que nos tocó asistir el pasado lunes durante el pleno ordinario de Vila-real. En primera fila, observamos atónitos como el Partido Popular y el Partido Socialista se enzarzaban cual tertulia de 'Sálvame' o de 'El Chiringuito' ya que su único objetivo era defender los colores de su equipo.

Supongo que la vergüenza ajena que sentimos algunos como espectadores privilegiados, la sentirían también los vecinos desde sus casas. Pero no se piensen que el pleno de Vila-real es la excepción a la regla, este espectáculo también lo hemos vivido en la Diputación, teniéndose que decretar incluso un descanso por lo acalorada de la discusión entre Compromís, PSOE y PP o en las mismas Cortes Valencianas, con la excusa por la defensa de la libertad educativa. No nos extrañemos pues, de la desafección y el repudio que sienten muchos ciudadanos por los políticos y la política.

Con la reprobación de Moliner, al final lo que querían unos y otros era tapar sus vergüenzas. Benlloch en un burdo intento por desviar la atención de su Semana Horribilis. La ciudad que preside había perdido por segunda vez los Fondos Feder o lo que es lo mismo 6,5 millones de euros. Pero lo más grave de toda esta historia, es que los había perdido después de vendernos una novela de conspiraciones para interponer un recurso al Ministerio y después de haber pataleado cual niño repetidor para que, al menos, el profe le ponga un cinco y pueda enseñar orgulloso sus notas a sus papás, en este caso los vecinos de Vila-real. Sin embargo, no se queda ahí la cosa, pues el alcalde sufrió otro revés y de las que pesan. Benlloch había quedado condenado al ostracismo en su carrera por la promoción interna socialista, tras recoger firmas y partirse la cara por Susana Díaz. Por tanto, la única manera de salirse de rositas era buscar culpables.

En Cs, no íbamos a ser los abogados ni el flotador del alcalde, como sí lo fue Compromís, pero tampoco lo íbamos a ser del Presidente de la Diputación. No nos compete. El pleno de Vila-real no debe utilizarse para enfrentamientos estériles y sí para debatir, por ejemplo, por qué Vila-real avanza, pero lo hace en subidas de impuestos, con un 10 por ciento más en el recibo del IBI; por qué Vila-real avanza en morosidad, con retrasos continuados y desproporcionados a los proveedores; por qué Vila-real avanza en oscurantismo, sin que los vecinos ni la oposición puedan conocer en dónde van a parar sus impuestos; por qué Vila-real avanza en autobombo, gastándose más de lo que tiene en Comunicación y Propaganda y por qué Vila-real avanza en suciedad. Estas sí que son las verdaderas Marcas de Ciudad tras media legislatura, estas son las Marcas de Ciudad sobre las que deberíamos estar debatiendo cada mes.

Así para acabar, podemos afirmar que Compromís hizo de equilibrista defendiendo la gestión de un acalde que se ha equivocado una vez más. Benlloch usó sus dotes interpretativas para tratar de hacer magia y esconder su fracaso con los FEDER. El PP intentó hacer de domador de la fiera, pero sin resultados. Cs asistió al Gran Circo del Mundo como mero espectador, porque no hemos venido al Ayuntamiento para dar espectáculos, sino soluciones