Todas las piezas de la exposición son propiedad de Sergio León-Gomis y se exponen en el Patio de Etnología hasta el mes de septiembre.
El director ejecutivo de Castelló Cultural, Vicente Farnós, presentó este 12 de julio la exposición 'Azulejería Popular. La Colección de León Gomis' en el Museu de Belles Arts de Castellón. Farnós estuvo acompañado de Sergi León-Gomis, propietario de la colección, así como de Ferrán Olucha, director del Museu de Belles Arts, y Germán Ribes, coordinador de Gestión Museística del Museu.
Farnós destacó que esta exposición muestra tanto la procedencia como la época del azulejo que se expone, realizando una evolución histórica desde sus inicios totalmente artesanales en el siglo XIV, hasta el siglo XX, momento en que se abando totalmente la técnica artesanal. El Museu cuenta con un depósito temporal de más de 950 piezas pertenecientes a la colección de Sergio León Gomis, surgida de la pasión y estima de su propietario por una parcela tan íntimamente ligada a nuestras tierras como es la cerámica y más concretamente la azulejería. Dicho repertorio abarca piezas desde el siglo XIV al XX, salidas de diversos centros productores -Cataluña, Teruel, Sevilla, Francia o Italia-, si bien el grueso de la colección se centra en azulejería valenciana.
De todas estas piezas se ha realizado una selección que son las que forman parte de la presente exposición, y que muestra un recorrido por la historia del azulejo, que arranca en la edad media (S. XIV-XV), cuando su producción se centralizaba en tierras valencianas, -azulejos fabricados a molde, totalmente artesanales, pintados a mano y con decoración en azul de cobalto-, pasando por los siglos XVI y XVII, -cuando se introduce ya la plena policromía y se incorporan nuevos modelos ornamentales-, y con la gran eclosión del siglo XVIII, época dorada del azulejo valenciano, que es aplicado tanto dentro de las casas y las iglesias como en las calles, y cuya expansión coincide con un periodo de mejora económica que conoce la sociedad.
Así hasta llegar a los siglos XIX y XX con la creación de nuevas y modernas fábricas en Castellón donde con la revolución industrial totalmente instaurada (mejoras en las condiciones de trabajo, luz, agua y creación de nuevos hornos de cocción) se dejará de pintar a mano para utilizarse las platillas o trepas. Ahora será cuando la provincia de Castellón comenzará a consolidarse como una de las mayores productoras nacionales e incluso mundiales.
La muestra acaba a mediados del siglo XX, cuando se pierde lo poco que podía quedar del proceso artesanal -el prensado ya totalmente mecanizado; el abandono de la trepa para introducir diferentes procesos como la sedigrafia o los robotizados; la utilización de pinturas creadas en laboratorios que sustituyen a los complicados pigmentos naturales-, y el popular azulejo valenciano se transforma en un producto de calidad extrema, totalmente industrializado y referente del sector mundial.
