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viernes, 10 de mayo de 2024 | Última actualización: 22:47

Mons. Casimiro López Llorente recibe al párroco de Safané en vísperas del 50 aniversario de la misión diocesana

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Mons. Casimiro López Llorente ha recibido esta mañana al sacerdote burkinés Noël Baya, párroco de Notre Dame de la Paix, en la población de Safané con la que la Diócesis ha mantenido una vinculación misionera desde el Concilio Vaticano II, y que el año próximo cumple cincuenta años. El abbé Baya ha declarado que para su comunidad “es importante no olvidar los que nos han aportado el Evangelio, y deseamos que sea una renovación de la fe y también de colaboración para que quede constancia de continuidad”.

La parroquia, en cuya fundación estuvieron implicados varios sacerdotes diocesanos, como Ricardo Miralles, fallecido y enterrado en África, y religiosas de la Consolación, ha dado numerosos frutos de vocaciones. Desde su creación ya ha dado siete presbíteros, entre ellos el propio Noël Bayá, que reconoce lo que el evangelio les ha aportado sobretodo el amor cristiano: “No era evidente en nuestra sociedad ni dentro de las familias, sobretodo con la poligamia, ni socialmente”.

La parroquia atiende a más de 5.000 fieles en un territorio que comprende varios poblados y una extensión como la de tres arciprestazgos de la Diócesis. Preguntado sobre cómo trabajan para promover parroquias vivas y misioneras, Baya responde que desde hace un año han centrado el objetivo pastoral en la familia: “Si reza junta, entonces fácilmente se reflejará en la vida social. Creo que una renovación espiritual y de la fe vendrá de la fe vivida en familia”.

Ante los conflictos políticos y sociales que han agitado a Burkina Faso en los últimos meses, el párroco de Safané explica que es necesaria una regeneración política: “Hay grandes proyectos y mucha financiación, pero que no se ocupan del bienestar de la población. Esto crea miseria y la gente busca horizontes donde piensan que la vida es mejor. Pero he visto con mis ojos la situación de los que llegan: están incluso peor y el regreso es muy difícil. ¿La solución? Crear condiciones en los países de origen que permitan a la gente vivir dignamente”.