W. Alós “No tiene ningún sentido que un convenio que es imposible cumplir continúe en vigor, hay que ser valientes y modificarlo”.
Castellón Información
Esta semana el plenario de Moncofa no solo ha aprobado una declaración institucional en la que solicita al gobierno central que asuma los costes de la construcción de la desaladora sino que también se ha rechazado un acuerdo transitorio a tres años, “al no aportar una solución definitiva”. Sin embargo no se trata de una negativa a la puesta en marcha de la desaladora sino el llamamiento a continuar con las negociaciones para una posible puesta en marcha de la misma. En Moncofa la declaración institucional y la respuesta a Acuamed han sido aprobadas con los votos a favor de todos los representantes en el ayuntamiento (PP, PSOE, Compromís y Ciudadanos) y parece ser que Acuamed va a encontrar también oposición al acuerdo transitorio en las poblaciones de Xilxes, Oropesa, Benicàssim y Cabanes.
La construcción de la desaladora de Moncofa-Xilxes tuvo un coste de 51 millones, de los que Moncofa debía de asumir 26 y Xilxes 11, pagaderos a 25 años. Sin embargo el escenario sobre el que se produjo ha quedado muy lejano a la realidad ya que por ejemplo Moncofa debía estar consumiendo 5,5 millones de metros cúbicos anuales mientras que en la actualidad apenas llega al millón.
Para el alcalde de la localidad, el popular Wences Alós “es evidente que el convenio es imposible de materializarse, ni en Moncofa ni en Xilxes. El convenio Central debe ser valiente y plantearse la modificación, con una modificación acertada seguro que las desaladoras podrán ponerse en marcha.”
Y continua “todas las poblaciones necesitamos agua pero ¿qué sentido tiene que continúe en vigor un convenio que le obliga a Moncofa a pagar 5 veces más del agua que es capaz de consumir? Hay empresas que empezarían a consumir desde el minuto cero pero debemos ser valientes y modificar el convenio para ajustarlo a la realidad.”
Y todo ello con el plazo límite de marzo del próximo año, con el objeto de salvar los 17,9 millones de euros aportados por la Unión Europea a través de las ayudas Feder para su ejecución, una subvención que tendrá que devolverse si la citada desaladora no comienza a trabajar.
