Moliner afirma que la corporación Provincial no tiene intención de ceder a su funcionaria seleccionada para sustituir a Lafuente
El presidente de la Diputación Provincial, Javier Moliner, ha afirmado esta mañana, que no tiene intención de ceder a su funcionaria, experta en Fondos Europeos, al Ayuntamiento de Castellón en Comisión de Servicios. ¡Claro que, todo es negociable!, reconoció el presidente. La negativa de Diputación pondría en un serio aprieto al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Castellón que habría seleccionado a la funcionaria para dirigir la Oficina de planificación Económica, y que podría verse obligado a recontratar a su funcionario ‘díscolo’, Juan Angel Lafuente.
EM/Castellón Información
‘Houston, tenemos un problema’, aunque sería más correcto decir: ‘¡Castellón, tenemos un problema!’. Y es que el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de la capital de la Plana podría verse obligado a recontratar a Juan Angel Lafuente para ocupar el cargo de director de la Oficina de Planificación Económica del Ayuntamiento de la ciudad, porque solo dos perfiles superaron el concurso técnico convocado al efecto, y la funcionaria seleccionada, no tiene, de momento la ‘carta de libertad’ de la Diputación de Castellón.
Y es que, Javier Moliner, presidente de la Diputación de Castellón donde trabaja como funcionaria la jefa de la sección de Fondos Europeos, no está dispuesto, hoy por hoy, a cederla al Ayuntamiento de Castellón en Comisión de Servicios.
Así lo ha explicado Javier Moliner esta mañana, a los medios de comunicación: el Ayuntamiento no le ha comunicado nada y tampoco le ha pedido nada, y en el caso de la institución provincial, Carmen Vilanova, que es como se llama la funcionaria, pasaría a convertirse en lal ‘Neymar’ en negociación de las dos entidades públicas.
Pero para comprender mejor la ironía y el alcance de esta decisión, conviene comenzar la historia desde el principio.
A principios de año la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, nombraba a un compañero de la Universidad Jaume I como director de la Oficina de Planificación Económica del Ayuntamiento, en Comisión de Servicios. Lafuente, que así se llama el compañero, era perfecto para el cargo y cumplía con el perfil, pero, esta misma persona, que iba en listas en la candidatura del PSOE en las pasadas elecciones municipales, se había negado poco antes a ocupar el cargo de concejal que le correspondía, tras la dimisión de una compañera.
El nombramiento se produjo a espaldas de los compañeros del equipo de Gobierno, Compromís, y del socio del Pacto del grao, Castelló en Moviment.
Esta designación produjo una crisis de Gobierno, que se evidenció en el pleno de febrero, cuando los socios del PSOE, Compromís y Castelló en Moviment votaron con la oposición en pleno, por el cese inmediato de este funcionario, porque éticamente no debía acceder a la plaza al haber renunciado a su acta de concejal con un sueldo mucho más reducido.
A regañadientes, quienes lo habían nombrado accedieron a su cese, pero programado en el tiempo, más o menos para cuando debía de concluir su Comisión de Servicios.
Para justificar tanto el cese de este técnico como los futuros nombramientos y cerrar la crisis de Gobierno, se convocó un concurso público para contratar al director de esta oficina, fundamental para el Consistorio de la capital de la Plana, porque debía gestionar los Fondos Europeos.
Se presentaron varias solicitudes, pero solo dos perfiles de las cinco solicitudes cumplían los requisitos, a saber: una funcionaria de Diputación y el compañero de universidad de la alcaldesa.
Pero mientras se desarrollaba este proceso sucedían más cosas, por ejemplo, que Lafuente recurría su cese y ponía en un ‘compromiso’ al PSOE en el Ayuntamiento.
Así las cosas y, aunque tanto la funcionaria de Diputación, como el profesor de la UJI cumplían el perfil de la plaza, las simpatías no estaban del lado de Lafuente y se optaba por la trabajadora de la entidad provincial para ocupar la plaza. Con ello, el equipo de Gobierno del Ayuntamiento pretendía coser heridas con sus socios de Castelló en Moviment y recuperar una ‘relativa normalidad’ en un momento en el que las relaciones están más que tensas.
Pero las cosas vuelven a no ser sencillas. Tal como comentó el pasado viernes la portavoz del equipo de Gobierno, Verónica Ruiz, una vez adoptada la decisión, había que llevarla a cabo y, para ello, había que contactar con la funcionaria, para certificar que seguía estando interesada en el puesto; pero también solicitar la autorización de la Diputación Provincial, entidad para la que trabajaba la funcionaria con el fin de conveniar una Comisión de servicios.
Y eso es, precisamente, lo que el presidente de la Diputación Provincial, Javier Moliner, rechazaba esta mañana, a no ser que se negocie… y aún así no está por la labor.
La pregunta que se plantea ahora es: Si la funcionaria provincial no ocupa este puesto… ¿Está obligado el Ayuntamiento a recontratar al compañero de universidad de la alcaldesa?.
Desde El Grupo Municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Castellón, su portavoz, Vicente Vidal, ha manifestado en este sentido: "Esta es una muestra más de la poca seriedad del bipartito, que ya nos tiene acostumbrados a anunciar cosas sin tenerlas cerradas o controladas. A partir de ahora, no nos podremos fiar de nada que anuncie el equipo de Gobierno castellonense porque pocas veces se acaba convirtiendo en realidad".
