La concejalía de Servicios Públicos ya taló varios ejemplares en los que encontró restos de la plaga. La sequía ha agravado la situación. Aseguran que si hay riesgo se controlará.
Clara Parra Roncero
Un pequeño coleóptero denominado tomicus destruens ha afectado a un centenar de pinos del entorno del paraje de la Magdalena de Castellón y a varios municipios de la Serra d'Espadà e incluso a los bosques de Morella. La sequía y la falta de riego ha dado alas a un brote que también podría haber llegado al Termet de Vila-real, pulmón verde y enclave natural de la ciudad, aunque todavía no hay nada confirmado ya que la conselleria de Medio Ambiente está realizando unos controles a los ejemplares de la zona, mediante áreas de trampeo con controles bimensuales, para determinar si la plaga ha llegado hasta el emblemático paraje, según ha confirmado el concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde.
Por el momento desde el área municipal han confirmado que “ya nos adelantamos al problema con la tala de una treintena de pinos muertos”. La mayoría de los ejemplares que fueron cortados tenían claros efectos de la sequía, y en algunos de ellos, se pudo apreciar la presencia de este pequeño escarabajo de 3 milímetros de tamaño que se alimenta de la savia del pino al que perfora su corteza provocándole la muerte.
“Hay que enviar un mensaje de tranquilidad porque el bicho se pone en la corteza y es detectable y matable. Hay soluciones para acabar con él y lo vamos a hacer”, ha asegurado Valverde. Según ha recordado el edil, la presencia del tomicus no es nueva ya que “hace treinta años ya hubo un problema con él en el Termet”.Ha querido remarcar que el tratamiento que se seguiría en el paraje del pinar de Vila-real sería distinto que un área forestal porque “podemos hacer tratamiento pino a pino”.
Descuidos de etapas anteriores
El concejal ha asegurado que el Termet ha estado “abandonado durante muchos años” y ha recordado que no se han llevado a cabo tareas de aclarado de los pinos, hasta esta legislatura, lo que podría haber favorecido la calidad de los ejemplares. “Hay zonas en las que no hay suficiente sustrato y no se han podido alimentar bien por lo que han tenido crecimientos raquíticos y les ha hecho ser más susceptibles a no soportar en condiciones procesos de sequía o ataques de plagas”, ha afirmado.
