El ratón de la alcaldesa, los problemas de conexión y los significados de la lealtad frente al coronavirus como ejes de la sesión
El pleno extraordinario del Ayuntamiento de Castelló ha dado luz verde al nuevo proyecto del colegio Maestro Canós, y al pago de facturas a proveedores y servicios, la mayoría de ellos con reparos de intervención. Ha sido el primer pleno telemático de la historia del Ayuntamiento, no exento de numerosos problemas: el ratón de la alcaldesa o las dificultades de comunicación. Las facturas y el coronavirus se han mezclado en los discursos, en los que se ha hablado mucho del concepto de la lealtad.
Esperanza Molina/ Castellón Información
El Ayuntamiento de Castelló ha celebrado esta tarde el primer pleno telemático de la historia. Y no ha sido sencillo. En el salón de sesiones, la alcaldesa, Amparo Marco, la secretaria y los técnicos de comunicación. El resto de los concejales, en sus casas, conectados por internet, siempre que se ha podido.
Porque la cosa no ha estado fácil. Esto no era una videoconferencia normal. No todos los concejales disponen de una línea activa en internet suficientemente potente para una comunicación tan numerosa; algunos de ellos se están enfrentando por primera vez de su vida al reto de las nuevas tecnologías; y el ratón de la alcaldesa, más que ‘correr’ por la mesa, para dar paso a unos y a otros, se deslizaba desobediente y a saltitos.
Y tampoco cabían todas las caras en la imagen de una sola pantalla, y menos aún en la de la retransmisión de Youtube por la que el Ayuntamiento ha retransmitido públicamente la sesión.
De esta forma, a algunos concejales había que adivinarlos; a otros encontrarlos en el puzzle, y la alcaldesa debía pedir a los ediles que mantuvieran la mano en alto para mostrar sus votos y evitar posibles errores en el recuento de resultados.
En lo que concierne al contenido de la sesión, sin lugar a duda, el tema estrella ha sido el de la aprobación del nuevo proyecto Maestro Canós de Castellón, y la solicitud a la Conselleria para que el Ayuntamiento pueda realizar los trámites para llevarlo a cabo. Pero además, los concejales querían hablar de la pandemia, de la crisis sanitaria económica y social, y defender sus respectivas opiniones sobre lo que se hace o se deja de hacer en tiempos de coronavirus.
Para no mezclar churras con merinas y no deslucir el punto estrella del colegio, la Junta de Portavoces determinó que el Maestro Canós fuera por una parte y los grupos pudieran intervenir en el turno de explicación de voto. Y luego, mezclando peras con manzanas, se realizara el tan buscado debate aprovechando la discusión sobre la aprobación de las facturas y obligaciones.
Colegio Maestro Canós San Martín
Como ya informó Castellón Información, la novedad de este proyecto consiste en que, visto el informe sobre el estado del inmueble, resulta relativamente más barata su demolición y edificación de un nuevo centro, que una rehabilitación integral del mismo.
Tal como se había acordado en la Junta de Portavoces, el proyecto fue presentado por el concejal de Educación Francesc Mezquita. Posteriormente se realizó la votación y finalmente se ha llevado a cabo un turno de intervenciones para explicación de voto.
Y como se había previsto, la unanimidad ha sido completa.
El concejal de Educación, Francesç Mezquita ha defendido la importancia del proyecto en base a que se trataba de una demanda ciudadana, largamente perseguida que, además, evita el riesgo de que se amorticen esas plazas educativas o se trasladen a otros centros.
El colegio, cuando se haga, será totalmente nuevo, costará casi 3,9 millones de euros, sobre los 1.500 previstos inicialmente, y además de optimizar todas sus dotaciones, contará con aula infantil para niños de 0 a 2 años.
Tanto Ciudadanos como PP aprovecharon sus turnos de intervención para dar el pésame a las familias de los fallecidos y para mostrar su agradecimiento a sanitarios, fuerzas de seguridad y trabajadores de servicios esenciales.
Paula Archelós, de CS, solicitó también agilidad en los trámites y diligencia en los plazos, para que la obra del colegio se convierta en un revulsivo frente a la crisis económica del coronavirus.
María España, del PP, recalcó el apoyo de su grupo al equipo de Gobierno, pese a que no comparten ni su programa educativo ni la gestión del Plan Edificant. De esta forma, el PP votó a favor, pero recordó al quipo de Gobierno, de Castellón y Conselleria, que la gestión de Edificant ha sido un fracaso hasta el momento y que estarán vigilantes para que esta vez se cumplan los plazos.
Obligaciones de pago y conceptos de lealtad en la gestión de la Covid-19
El equipo de Gobierno presentaba a pleno 7 expedientes de Reconocimiento Extrajudicial de Crédito (REC). Es decir, facturas y obligaciones de pago que sumaban casi 2,9 millones de euros, cinco de ellos con reparos de intervención.
El procedimiento se suele utilizar para el pago a proveedores o gastos puntuales que no han podido ser presupuestados con anterioridad, y en estos casos suelen estar respaldados por los técnicos municipales.
Pero el problema de siempre, en esta y otras instituciones públicas, es que también se utiliza este procedimiento cuando el gasto de un servicio supera el precio contratado; para el pago de servicios cuyos contratos ya están caducados, o para el pago de gastos no se han podido sacar a concurso. Son lo que, según quien gobierne, las diferentes oposiciones denominan ‘facturas en el cajón’. En este caso se justifican los datos relativos a las facturas, pero los servicios de intervención los informan en contra y con reparos y dejan la decisión bajo la responsabilidad de quien tiene el poder de decisión. ¿Podría rechazarse el pago de estas facturas? Evidentemente si, pero eso significa que no se pagará a los proveedores municipales.
Cada vez que llegan los REC a un pleno, los discursos suelen ser similares: mala gestión, falta de previsión, exceso de gasto…
Y eso mismo ha ocurrido en esta sesión extraordinaria, solo que como era el único punto en el que se podía realizar debate entre los grupos políticos, se han mezclado el tocino de las facturas con la velocidad del coronavirus.
Dicho de otra forma, los portavoces podrán intervenir dos veces para hablar de facturas o para exponer sus versiones frente a las actuaciones contra la pandemia. Tanto da que daba lo mismo.
La lealtad y sus definiciones
Lo que más ha llamado la atención de esta redactora de información municipal, ha sido el uso polivalente de la palabra ‘lealtad’ y cómo cada grupo ha defendido propuestas de reconciliación que resultaban del todo irreconciliables.
Tanto Luciano Ferrer, de Vox, como Rafa Simó de PSOE, han tenido que realizar su intervención por teléfono, porque los enlaces por internet entrecortaban sus discursos.
Por hacer solo un resumen. Para la oposición, la alcaldesa lo hizo muy bien cuando comenzó la pandemia y luego, tras el decreto de Alarma, dejó a un lado a la oposición, y sus gestiones han sido más de vender titulares y entregar monas, que de concretar actuaciones para la ciudad.
Para los integrantes del equipo de Gobierno, la gestión de la crisis no ha podido ser mejor, y si la han realizado ellos, es porque la suma de votos de la coalición de Fadrell les da esta responsabilidad.
La oposición acusaba al equipo de Gobierno de pedir lealtad sin dar opción a opiniones ni realizar consultas. Y de esta manera, aprovechaban el debate para exponer todo lo que ellos hubieran hecho o hubieran deseado que se hiciera. Medidas, decálogos, planes alternativos, han sido reiterados en el pleno después de haber sido publicados en los medios de comunicación.
La lealtad, para el equipo de Gobierno se ha convertido en una herramienta para que la oposición deje hacer.
La misma lealtad se ha traducido en boca de PP, Ciudadanos y VOX, en la de no otorgar cheques en blanco para una pasividad sin nombre.
Ignasi Garcia ya ha avisado a Begoña Carrasco que hay propuestas que le van a aceptar y otras que no, pero también ha pedido que el PP acepte también las que haga el equipo de Gobierno que sean buenas y eficaces.
La misma lealtad se ha traducido en boca de PP, Ciudadanos y VOX, en la de no otorgar cheques en blanco para una pasividad sin nombre.
mientras el portavoz adjunto de Ciudadanos, Vicente Vidal hacía una llamada para que, por una vez, la clase política recupere la credibilidad ciudadana con un trabajo común frente a la cruda amenaza del coronavirus. Habrá que salir de esta, pero habrá que salir todos juntos.
Las otras anécdotas
Una de las ventajas de un pleno telemático es que permite ver todas las caras hable quien hable o quien intervenga. Cuando Luciano Ferrer se ha quedado enganchado con el ordenador, chirriaba el micrófono y el pobre concejal no sabía si le escuchaban o no, la alcaldesa, con una gran educación intentaba buscar alternativas.
Pero muchos otros de unos y otros partidos no podían evitar una risa, a veces más que burlona, que intentaban tapar con la mano sobre la boca.
O cuando le ha pasado lo mismo a Rafa Simó, mucho más versado en tecnología… en este caso, ya no había tantas sonrisas. La alternativa de intervenir por teléfono no le ha gustado nada al teniente alcalde del Grao: “Si no queda otro remedio”.
O cuando el concejal de Podemos ha utilizados turno para culpar al PP del coronavirus por los recortes sanitarios de otros tiempos, o ha indicado, completamente convencido, que ya no gobiernan los populares porque ahora ya, la gente piensa otra cosa… como si la sociedad entera hubiera recobrado el juicio… Increíbles las caras de Begoña Carrasco y Vicente Sales.
Al final, un espectáculo más



































































