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viernes, 19 de diciembre de 2025 | Última actualización: 15:09

Los paseos del Parque Ribalta se han convertido en un 'queso de gruyere' para luchar contra el tiempo

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El símbolo de la modernidad de Castellón en el siglo XIX, sigue a la espera de un Plan Especial que lo dignifique 

Los paseos del centenario Parque Ribalta de Castellón, se han convertido en un queso de Gruyere, lleno de agujeros, para airear el terreno e intentar salvar las especies arbóreas, resentidas con el paso de los años. Las perforaciones, rellenas con gravilla, afean el entorno y pueden generar accidentes. El Ribalta es uno de los parques más emblemáticos de la ciudad. El símbolo de la modernidad de Castellón en el siglo XIX, sigue, sin embargo, a la espera de un Plan Especial que lo dignifique.

Esperanza Molina/ Salomé Amouroux/ Castellón Información

Atardeceer Parque Ribalta 0217 (21)Con gran parte de sus paseos llenos de ‘perforaciones’ y una Cruz de los Caídos ‘en riesgo de exclusión’ como punto de mira de los ‘defensores de la Memoria Histórica’, el Parque Ribalta sigue siendo uno de los lugares más emblemáticos de Castellón, pero también, uno de los símbolos olvidados de una ciudad que apostó por la modernidad en el último tercio del siglo XIX.

Una ciudad que quería ser grande

Plano Castellon 1926El Parque Ribalta de Castellón se creó sobre el triángulo donde se encontraba el cementerio del Calvario, junto a la entonces carretera de Morella (posteriormente andén de coches y actualmente pasarela urbana sin uso del Tram). La decisión municipal que dio lugar a su creación se fundamentó en la necesidad de que Castellón se transformara en una ciudad moderna, como muestra del poder económico de la ciudad y de la burguesía agraria, con la llegada de la línea férrea Valencia- Sagunto- Castellón, en 1868.

Se amplió en 1876, con los terrenos cedidos por el Conde de Pestagua. El nuevo paseo, se llamó primeramente de la Alameda y luego del Obelisco, tenía una superficie cuadrada de casi 200 metros de lado. La avenida, empedrada, atraviesa diagonalmente el parque, desde la antigua estación, hoy Tenencia De alcaldía Oeste, hasta la plaza de la Independencia.

Antigua Pergola CastellonY se caracteriza también por una gran plaza en el centro, desde la que salen paseos que, a su vez, conforman vericuetos, ‘maranyetes’ con un diseño romántico, a imagen de los románticos "paseos de filósofos" franceses. El obelisco que corona la plaza, fue un proyecto de Francesc Tomás Traver, en 1897,  destruido en 1938 y rehecho en 1980 en conmemoración de las jornadas del 7, 8, y 9 de julio de 1837 cuando la ciudad resistió los ataques carlistas. El estanque data de 1920, y el templete de la música, diseñado por Francesc Maristany, de 1934.

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Esta época en la que Castellón quería convertirse en el símbolo de la modernidad, coincido también con otras obras como la construcción del Hospital Provincial, “iniciado en 1882, proyectado por los arquitectos M. Montesinos Arlandis y M. Montesinos Ibáñez, considerado como una lección de proyectación, construcción, cromaticidad y buen hacer en la arquitectura sanitaria). La Plaza de Toros (construida entre 1885 y 1887, proyectada por el arquitecto M. Montesinos Arlandis y considera como una obra maestra en su tipo)”, o el Edificio de Correos, de la plaza Tetuán, proyectado por Demetrio Ribes en 1917 en colaboración con Joaquín Dicenta, culminado en 1932”.(Aug Arquitectos SLP, 2014)

Plaza Tetuán nov 1989El objetivo original era crear una zona singular, enlazada a través de una gran avenida con el centro de la ciudad, con la plaza Tetuán a través de la calle Zaragoza, que se crea tras el derribo de las murallas que rodeaban la ciudad en el siglo XVIII, y la ermita del Calvario, e integrando también en el conjunto  ‘La Farola’, monumento erigido en 1925 para conmemorar la coronación canónica de la Virgen del Lledó, rodeada de edificios de estilo modernista.

La arboleda del Parque Ribalta

Solucion oeste 1989El Parque Ribalta tiene una belleza especial, y una arboleda poco común y de un enorme valor botánico. Cuentan que muchas de las plantas que llegaron a enraizar en el parque fueron traídas por los emigrantes que retornaron desde tierras lejanas. Y de hecho, hay tratados sobre el valor de las especies que se concentran en el recinto y que llegaron a ser catalogadas e identificadas para conocimiento de la población.

Pero el parque, que debía haber evolucionado ‘a lo grande’, sufrió la degradación de los años 60 y 70. El ferrocarril que dio lugar a su creación, se convirtió también en una frontera y en un elemento limitador del desarrollo de la ciudad. La fuerte inmigración que multiplicó la población de Castellón, las costumbres urbanísticas de la época, dieron lugar a construcciones que nada tenían que ver con el proyecto original de una ciudad más abierta y mejor urbanizada.

El resultado de todo ello, los numerosos planes elaborados para recobrar la belleza y el simbolismo del parque, y los conflictos generados sobre su uso y mantenimiento, que cambian y se contraponen con cada ciclo municipal.

Nuevos proyectos para nuevos tiempos

Parque Ribalta 5IV16 (6)Con el crecimiento de la ciudad hacia el oeste, el desvío y enterramiento de las vías del ferrocarril y la creación de las nuevas infraestructuras que desvían el tráfico interprovincial fuera del casco urbano, el parque Ribalta ha recobrado mucho de su antiguo valor artístico y sentimental, pero sigue siendo objeto de conflictos sobre su mantenimiento y evolución.

En la década del 2000, y tras reclamar el 1% cultural de las obras del ferrocarril, el Parque Ribalta fue sometido a una profunda restauración en cuanto a sus elementos arquitectónicos.

Pero la arboleda del parque siguió siendo objeto de un ‘respeto’ tan cerrado como problemático. Y es que, ningún ayuntamiento desde hace casi medio siglo se ha atrevido a intervenir en su arbolado para ordenar el crecimiento de sus especies y actuar sobre su conservación.

Propuestas integradoras para el Parque

Parque Ribalta Aerea III13En 2014, con toda la polémica de la pasarela del Tram sobre la mesa y la anulación del Plan General de Ordenación Urbana, el Ayuntamiento encargó al redacción de un Plan Especial para el Parque. El estudio, realizado por Aug-Arquitectos, incluía diferentes alternativas que pasaban por actuar de forma integral sobre todo el conjunto arquitectónico que formarían tanto el parque como la Farola, calle Zaragoza y Plaza Tetuán, pero también con la recuperación del entorno de la Plaza de Toros y su conexión con el Hospital Provincial.

Parque Ribalta noche Castellón aereo I14 P (7)Con las elecciones municipales y autonómicas de 2015 y el cambio de gobierno municipal el estudio quedó archivado.

El Parque Ribalta, Bien de interés Cultural de Castellón, espera, en el sueño de los justos.

Actuaciones en el Parque Ribalta

El Ayuntamiento de Castellón, de esta última legislatura, ha invertido en la restauración de la caseta del pozo para transformarla en un kiosko; ha vuelto a limpiar el estanque, y está reconstruyendo el edificio del palomar, par albergar servicios. 

Parque Ribalta 020817 (6)Pero además, el equipo municipal ha tenido que hacer frente a otro problema, ‘el intocable’, el estado de una arboleda que ha comenzado a sufrir los efectos desastrosos de la degradación del suelo y de la falta de actuaciones en casi medio siglo.

Desde el Ayuntamiento se ha realizado una poda masiva de plataneros y otras especies, para permitir que los árboles se aireen, que el sol y el viento ayuden a regenerar todo su manto de vegetación.

Pero esta actuación ha sido insuficiente, porque otro de los problemas ha sido la degradación del suelo del parque.

suelo parque ribaltaPor esta razón, los paseos del parque Ribalta lucen ahora como un queso de Gruyere. Ha habido que hacer perforaciones, para ventilar el suelo, para salvar la arboleda, para mantener la vida de las especies más bella del parque Ribalta.

Aunque el equipo de Gobierno ha insinuado que el ‘mal de los árboles’ es culpa de la pasarela del Tram (construida por el anterior equipo de gobierno), lo cierto, es que las perforaciones se extienden a uno y otro lado del parque, cerca y lejos de la pasarela del Tram y, los árboles no entienden de política para sentirse enfermos. Las perforaciones, rellenas con gravilla, como respiraderos de aquel Castellón que quiso ser grande en el último tercio del siglo XIX.