El sindicato denuncia la precariedad del cuerpo y estudia acciones de carácter legal
El Sindicato de Independientes de la Guardia Civil (IGC), ha denunciado que los agentes de la Guardia Civil no pueden renovar sus chalecos anti balas, y, lo que es peor, no hay suficientes para que cada número tenga el suyo, por lo que tienen que compartirlos.
Castellón Información
El sindicato de Independientes de la Guardia Civil ha remitido el siguiente comunicado:
"Desde Independientes de la Guardia Civil (IGC) se reiteró en la reunión mantenida con la directora General del Cuerpo, María Gámez, el 21 de Enero pasado, la necesidad de que se realice con carácter urgente un informe por parte del Servicio de Prevención de Riesgos laborales en relación a las instrucciones impartidas sobre la utilización de manera compartida de los chalecos antibalas por parte de sus agentes, solicitud realizada por esta Asociación con fecha 12 de Enero.
En la reunión mencionada, se trató como uno de los temas principales la confección del informe arriba aludido, para posteriormente debatir dicha cuestión en la Comisión de Riesgos laborales prevista para el presente mes.
Cuando se nos comunica la orden del día de la Comisión de Riesgos laborales se observa que no se tiene en cuenta la solicitud anteriormente mencionada, por lo que se volvió a realizar la solicitud para incluir este tema con fecha de 16 de Febrero.
Para nuestra sorpresa e indignación, desde la Dirección General de la Guardia Civil se nos traslada la imposibilidad de incluir entre los temas a tratar en la citada comisión, la problemática del uso compartido de los chalecos antibalas.
La irresponsabilidad de la Guardia Civil en la materia de Riesgos laborales parece no tener límite, por un lado la nefasta gestión llevada a cabo impide la renovación de aquellos chalecos que han finalizado su vida útil por caducidad, lo que impide que todos los Guardias Civiles dispongan de su chaleco individual, y por otro optando por la solución peregrina de compartir las placas balísticas de los mismos entre diferentes agentes, los cuáles dispondrán de una funda que irán intercambiando sin ni siquiera garantizar la salubridad e higiene en plena tercera ola del SARS-COV 2.
Pues bien para cualquiera con unos mínimos conocimientos del material policial sabría que son cuestiones capitales en cuanto al uso del mismo, tanto la mínima manipulación de las placas balísticas como su limpieza, debe realizarse bajo cumplimiento de estrictas medidas respecto la limpieza para evitar su deterioro, y a pesar de los riesgos en materia de riesgos laborales que acarrea la citada instrucción de uso compartido, la Guardia Civil no parece tener la mínima importancia, ni desde el punto de la salud en lo referente a evitar contagios entre sus agentes ni en relación al fin protector que se atribuye a los mismos.
Desde IGC no nos quedaremos quietos ante lo que consideramos un atropello en lo relativo a la salud y protección laboral de nuestros agentes, por lo que estamos estudiando desde nuestros servicios jurídicos las acciones de carácter legal que pudieran corresponder en defensa de los derechos laborales de todos los guardias civiles acorde a los tiempos actuales".
