La propuesta final deja a la tránsfuga de como ‘concejal rasa’ y 14.500 euros brutos al año
La situación de Paula Archelós, tras la renuncia a las siglas de Ciudadanos y su salida del grupo municipal naranja, pasará por el pleno del jueves de Castelló. El tema se ha abordado en Junta de Portavoces y ha levantado ampollas. Detrás de la polémica transfuguismo sí, transfuguismo no, lo que se rompe es la ecuación de un hipotético pacto entre PSOE y CS. Al final, Archelós cobrará como concejal rasa en la misma línea de Juanma Calles con un sueldo de 14.500 euros brutos al año.
EM/ Castellón Información
Aunque Paula Archelós lleva ya un mes fuera del Grupo Municipal de Ciudadanos, su situación seguía pendiente de un acuerdo (o falta de él), para regular en qué condiciones va a desempeñar su trabajo fuera de todos los grupos municipales.
El punto de fricción estaba en el reconocimiento de su sueldo, pero también, en que la salida de Archelós deja un regusto amargo entre los seguidores del PSOE y los de Ciudadanos.
En un gobierno sin mayorías absolutas los pactos son fundamentales. Pero no es lo mismo gobernar ‘en coalición’ con la ventaja estratégica de que se puede cambiar de socios, a hacerlo sin disponer de esa ventaja táctica.
Con los resultados de las últimas elecciones, en las que el Grupo Socialista aumentó su ventaja a diez concejales, los socialistas podían decidir si mantener un tripartito de izquierdas (10 PSOE, 3 Compromís y 2 Podem), o en su caso, romper la baraja y decantarse por estrechar su amistad con Ciudadanos (10 PSOE+ 4 Ciudadanos). En cualquier caso, el PSOE tenía la sartén por el mango y el peso de las decisiones, también.
De ahí que, durante meses se entablaran ciertas relaciones de amistad con el grupo naranja, dispuesto a dejarse querer por el PSOE.
La salida de Paula Archelós no solo ha sentado como un insulto en las filas de Ciudadanos, sino que además ha privado al PSOE de ese bendito juego de poder, en el que siempre podía presionar: “o estáis conmigo o cambio de socio”. Ahora ese planteamiento ya no funciona, salvo que el PSOE estuviera de acuerdo en sumar a una ‘tránsfuga’ entre sus filas, suponiendo siempre, que Archelós estuviera dispuesta a ello.
En todo este tira y afloja durante el último mes se ha especulado mucho, quizá demasiado. Se llegó a insistir en las tertulias que, si Paula Archelós veía, como independiente, su sueldo reducido solo a las asistencias a los plenos y a una Comisión, la concejal tránsfuga renunciaría a su acta de concejal y Ciudadanos podría incluir a otra persona de su lista electoral de 2019.
Cuando Archelós comunicó su decisión de abandonar Ciudadanos y, por tanto, el Grupo Municipal naranja, su situación quedó en el aire. Primero, porque era perceptivo pedir un informe técnico y luego porque los grupos deberían votar sus capacidades en el pleno.
Esto y no otra cosa es lo que ha alargado tanto el dictamen que finalmente llegará a pleno el jueves, y en el que se determina que Archelós se queda como una concejal ‘rasa’, sin delegaciones ni atribuciones extraordinarias, y con el suelo que le corresponde solo por ser concejal electa de Castelló, el que ya cobraba. El mismo esquema que ya se le aplicó a Juan María Calles en la legislatura de 2011 a 2015.
El sueldo bruto de Archelós no será por asistencias, lo que reduciría su percepción en más de un 60%, sino por su acta de concejal con el mínimo de dedicación reconocido a los ediles de la oposición: 14.500 euros brutos al año.
Así las cosas, habrá que ver cómo se desarrolla la mitad de la legislatura que aún queda por recorrer, pero la concejal tránsfuga cobrará lo mismo que ya percibía. Es decir, es poco probable que Ciudadanos recupere su concejal perdido, y la estrategia de cambiar de socios para gobernar, se le escapa de las manos a PSOE y CS.
