El presidente de la Generalitat y la alcaldesa de la capital de la Plana retoman el conflicto y buscarán nuevas soluciones
La herencia de la castellonense Josefa Martell, fallecida en 1988, volverá a su ciudad y beneficiará a los ciudadanos de Castellón. Este es el acuerdo al que han llegado el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la alcaldesa de la capital de la Plana, Amparo Marco. 30 años después de su fallecimiento, los bienes de Martell serán objeto de un nuevo acuerdo en el que el Ayuntamiento velará porque esta vez si tengan una distribución justa y retornen al término municipal.
Esperanza Molina/Castellón Información
Josefa Martell Farcha fue una vecina de Castellón, que tenía un enorme patrimonio. Cuantioso para la época y más valioso aún a medida que han pasado los años. Pero Josefa Martell fallecía en 1988, sin hacer testamento y sin parientes.
En casos como este, los bienes del finado, o de la fallecida, como es el caso, pasan a repartirse en tres tercios: uno de ellos, para la Generalitat Valenciana, otro para beneficios de entidades sin ánimo de lucro en Castellón y la tercera para entidades sin ánimo de lucro en la provincia. El garante de que todo esto se lleve a cabo, recae en el órgano autonómico.
Pero las cosas no fueron tan claras. Ni al principio ni después, cuando pasaron los años.
Para empezar la cuestión de los tercios dio lugar a un largo conflicto judicial que se prolongó a 2002, cuando el Tribunal Supremo los ratificó tal como se ha indicado
En 2004, Se produjo un acuerdo del Consell de la Generalitat que nombró a una Junta para la distribución de la herencia.
Según la valoración realizada en 2006, los bienes de Josefa Martell estaban valorados por encima de los 4,7 millones de euros. Entre ellos había 32 inmuebles, 5 urbanos y 27 rústicos. Todos ellos en el término municipal de Castellón.
Según los datos facilitados esta mañana, la Generalitat Valenciana se quedó para si cuatro de los bienes, valoradas en más de un millón de euros. Era el bocado más goloso de la herencia Martell.
A través de ventas y permutas, la Generalitat convirtió en dinero parte de esos bienes, con los que adquirió la antigua cárcel modelo, que transformó en el Complejo administrativo 9 de octubre de Valencia, que convirtió en centros oficiales de la Generalitat en Valencia,.
También con los mismos métodos, financió la restauración del palacio de los Català de Valeriola, en Valencia, que también destinó a usos institucionales.
Y finalmente, realizó una permuta por obras, que le permitió contar con dos pisos para la Generalitat en la calle Mayor de Castellón.
El cuarto bien, quedó desierto.
Así las cosas, el catálogo de los bienes de la herencia Martell presenta todavía muchas lagunas. Hay 4 fincas de su patrimonio que resultan difíciles de localizar porque los datos con que se registraron en su momento no coinciden con los registros actuales. Otro solar, el del Más d´Enriera, que ha sido cedido por la Generalitat al Ayuntamiento de Castellón para su uso como huerto urbano de integración social (5 de septiembre de 2014).
El patrimonio restante fue sacado a subasta pública por la Generalitat sin contar con nadie. Solo dos de ellos fueron adquiridos, uno por 2.400 euros y el otro por 8.600 euros. El resto quedó desierto.
A día de hoy, quedan 20 fincas de la herencia Martell localizadas, de las que 2 son fincas urbanas en Castellón (calle Columbretes y Calle Ramón y Cajal) y las otras 18, terrenos de naranjos. A los que habría que sumar los cuatro sin identificar.
La alcaldesa Amparo Marco fue una de las diputadas autonómicas del PSPV-PSOE, en la oposición, que se posicionó en contra de la subasta de los terrenos de la herencia Martell.
En 2015 se consiguió paralizar estas subastas.
Durante la reunión de hoy, entre el presidente de la Generalitat, Ximo Puig y la alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, uno de los acuerdos adoptados, ha sido el de desbloquear la herencia de Josefa Martell y el inicio de los primeros pasos para dar un uso público a los bienes que forman parte de la misma.
Para ello, lo primero que habrá que hacer es volver a catalogar y tasar todos los bienes de la herencia Martell que todavía se conservan. Un tema en el que se estima que puede producirse una baja significativa sobre la tasación del 2006, como consecuencia de la burbuja inmobiliaria que hizo crecer los precios del suelo en aquel momento. También se intentarán localizar las cuatro fincas cuyos datos no son coincidentes con los registros.
Paralelamente, hay que volver a nombrar una Junta distribuidora de la herencia
Según ha manifestado Ximo Puig esta mañana, "Hemos querido desbloquear esta situación y encontrar lo más pronto posible una solución", ha señalado el jefe del Consell, quien ha incidido en que en el acuerdo al que se llegue "debe tener protagonismo el Ayuntamiento de Castellón", dado que es la institución que "representa de forma más adecuada los intereses de los ciudadanos y ciudadanas".
Además, el presidente de la Generalitat ha anunciado, para la próxima semana, una reunión en la Dirección General de Patrimonio con el objetivo de establecer una nueva junta distribuidora de la herencia "para actualizar la valoración definitiva de los bienes muebles e inmuebles y también la tasación".
De forma más detallada Puig ha confirmado que, actualmente, hay 20 inmuebles de la herencia de Josefa Martell sin distribuir, 2 de naturaleza urbana y 18 de naturaleza rústica, "valorados en la tasación de 2006 en unos 3,5 millones de euros". Además, entre 2007 y 2015 la Generalitat se reservó 4 fincas urbanas valoradas en más de un millón de euros "pero el resto está absolutamente paralizado", ha recalcado Puig.
Convenio con el Ayuntamiento
Por otra parte, el president ha confirmado la suscripción de un convenio con el Ayuntamiento de Castellón para que los 20 inmuebles, que forman parte del patrimonio de la Generalitat tras haber sido subastados y no adjudicados, "puedan constituir una aportación al desarrollo de la ciudad de Castellón".
Así, Puig ha apuntado la creación de huertos urbanos o el establecimiento de viviendas de protección pública para mejorar el alquiler social como algunos de los posibles usos para estos inmuebles. "En cualquier caso - ha puntualizado - será el Ayuntamiento quien pilotará esta cuestión y, si es posible, en alguna cuestión concreta, también se hará conjuntamente con la Generalitat".
Finalmente, el presidente de la Generalitat ha añadido que, en los próximos meses, una vez reactualizada la tasación económica, y tal y como recoge la sentencia, también se prevé destinar parte de la herencia al tercer sector.
