Con el vasco en los 17 partidos ganó 11, mientras que desde la llegada del cántabro con el mismo número de encuentros sólo ganó siete, con ocho derrotas
Está encendida la afición del Villarreal. No está contenta desde el día 1 de Quique Setién en el banquillo del conjunto amarillo. Hace unas semanas con el rumbo enderezado se calmaron los ánimos, pero de un tiempo a esta parte la desaprobación ha vuelto a hacer acto de presencia. Y es que todas las comparaciones son odiosas, pero son comparaciones.
Unai Emery, antes de la espantada, dirigió al equipo vila-realense en 17 partidos, con un saldo de 11 victorias, tres empates y otras tres derrotas. Luego llegó Quique Setién y con él han transcurrido otros 17 partidos que se han saldado con siete victorias, dos empates y hasta ocho derrotas.
A todo ello, la del sábado en el campo del Mallorca fue la cuarta derrota consecutiva en liga, algo que no sucedía desde la temporada 1999. En esta ocasión todo arrancó con la derrota en casa frente al Rayo Vallecano y luego le siguieron los tropiezos contra el Elche, Barcelona y Mallorca.
