Hay que hacer política para mejorar la vida de los ciudadanos, yo he llegado a acuerdos y me han pasado factura con mis compañeros
José Benlloch ha presentado su renuncia a la Diputación Provincial porque no comparte el modelo de gestión de la Ejecutiva del PSPV-PSOE liderada por Blanch, que ha sido respaldada por los militantes. “Yo no estoy aquí por una silla ni por un sueldo”, dijo, y señaló que está convencido de que las instituciones tienen que servir para mejorar la vida a los ciudadanos. “Yo he llegado a acuerdos con el PP y me han pasado factura con mis compañeros”. En cuanto al tema Bejís, también fue claro: “Si el Comité de Garantías es el que tiene que velar por los procedimientos y ayer se inventó uno nuevo, pues no tiene ningún sentido”.
Esperanza Molina/Castellón Información
José Benlloch ha renunciado a su acta como diputado provincial esta mañana. Lo hacía unas horas después de conocer que el Comité Nacional de Garantías del PSOE desestimaba la impugnación presentada contra las irregularidades del proceso en Bejís. Lo hacía por coherencia, porque era lo que ya había anunciado fechas atrás.
Esta mañana era esperado por los fotógrafos, cuando abandonaba el despacho del grupo, y se encontraba en una sala de prensa, en la Diputación, repleta de cámaras, fotógrafos y redactores.
“No renuncio por hacer daño a mi partido”, puntualizaba, sino porque no comparte el modelo de gestión de la actual ejecutiva provincial del PSPV-PSOE en Castellón, que ha sido respaldada por una gran mayoría por los militantes del partido.
Porque él es partidario de una Diputación municipalista, que tenga relación con los alcaldes, que sepa reforzar las oportunidades del territorio, apegado al territorio, que cuente con todas las generaciones de los militantes y no solamente con la gente joven, y que evite crear en la diputación un parlamento más, porque esto no es un parlamento y no lo han votado directamente los ciudadanos.
Tal como explicaba esta mañana a los medios de comunicación, está convencido de que debe de haber una misma línea argumental entre la ejecutiva y sus representantes en las diferentes administraciones. En el caso de la Diputación, el dirigente de esta ejecutiva debería ser el mismo que el que los representara como portavoz en diputación, porque al fin y al cabo, se trata de lo mismo, dentro y fuera del partido, y tomando las instituciones como el medio para defender y conseguir lo que persiguen los ciudadanos y los militantes.
“Yo no estoy aquí por una silla, por un cargo o por un sueldo, sino para trabajar por lo que creo y estoy convencido de que mi papel no está ya aquí, en esta institución”, manifestaba. A los diputados provinciales no los eligen directamente los ciudadanos, sino el partido, y si el modelo que defiende la ejecutiva no es el mismo que él y cuantos creen en él creen que debe desarrollarse, la situación no beneficia a nadie.
Ahora, comentó deberá ser el nuevo secretario provincial, la nueva ejecutiva la que tome las decisiones, la que marque las líneas y quien decida qué y cómo se tiene que hacer.
En este sentido, Benlloch manifestó que se va contento por su gestión en estos dos años y medio, aunque no oculta, que la factura que ha tenido que pagar ha sido muy alta. Y es que él, tal como se recoge en el vídeo de su intervención, está convencido de que “la Diputación hoy es una Diputación más social, más útil, menos arbitraria”; que sí, debe haber oposición y si, debe haber debate, pero las instituciones están para mejorar la vida de las personas, y si toca, para llegar a acuerdos en beneficio de los ciudadanos.
Esta es la política que ha defendido, aunque no ha sido fácil. Y en este sentido, la relación con Javier Moliner también ha pasado sus etapas, desde los desencuentros totales a principios de la legislatura, a los acuerdos adoptados en función de lo que beneficiaba a los ciudadanos. “Yo he llegado a acuerdos con el PP y me han pasado factura con mis compañeros”. Reconoció.
También ha confirmado esta mañana, que no formará parte de la ejecutiva de Blanch, entre otras cosas, porque el modelo es bastante distinto a lo que marca el nuevo secretario, por lealtad, y por responsabilidad.
Benlloch no se ha escondido nunca al decir lo que piensa, y esta mañana tampoco ha sido una excepción. Para él el PSOE es sagrado y acata las decisiones de su partido, aunque hay veces que no las comparte.
Lo bueno del PSOE, ha dicho, es que la democracia interna permite pensar igual o no hacerlo, ser divergente sin esa falsa pose que se adopta en otras agrupaciones políticas para presumir de unanimidad… y eso significa que puede haber uno, dos o varios candidatos. Y eso es así. Se puede decir lo contrario, pero no es verdad.
Benlloch ha aprovechado su despedida en rueda de prensa para mostrar agradecimiento a todos cuantos han estado a su lado, compañeros, técnicos, grupo socialista, grupos políticos y también a sus votantes de Vila-real, gracias a los cuales ha podido vivir esta experiencia, porque para ser diputado tienes que haber sido elegido alcalde o concejal en tu ciudad.
Ha mostrado también divergencias con otros criterios de partido y con la ciudad de Castellón, sobre los que ha dicho que malinterpretan el concepto de territorialidad y fomentan el enfrentamiento de territorio, cuando deberían pensar que la provincia es algo más que la capital .
Caso Bejís: “Si el Comité de Garantías se inventó un nuevo reglamento, no tiene ningún sentido”
En lo que concierne al caso Bejís, Benlloch ha sido muy gráfico, las cosas tienen que hacerse bien… jurídicamente lo que ha pasado no es aceptable. “Uno no puede llevarse la urna al comedor de su casa…” comentó, jurídicamente aquí se ha incumplido el procedimiento en cuanto al cambio de ubicación de la mesa electoral y la custodia de los votos, “Los reglamentos se hacen para cumplirlos y para garantizar las cosas, no se puede cambiar el procedimiento… cualquier que tenga sentido común comprenderá que eso es inaceptable… yo creo que el caso Bejís de nuestra provincia va a hacer reflexionar al partido a partir de ahora porque: “Si el Comité de Garantías es el que tiene que velar por los procedimientos y ayer se inventó uno nuevo, pues no tiene ningún sentido.
