Javier Giménez Divieso. Directivo freelance experto en liderazgo, equipos y RR.HH
Pudiera parecer un chiste, pero es una realidad que detecté en mi tesis doctoral al estudiar cómo se lidera en las empresas de la Comunidad Valenciana. Y lo que llevo descubierto hasta el momento debería hacer sonar todas las alarmas.
Porque no solo hemos comprobado que el estilo de liderazgo más utilizado es el laissez-faire (sí, el más pasivo y menos efectivo), sino que además, existe una brecha enorme entre cómo se ven los líderes y cómo los ve su equipo.
Y si algo hemos aprendido con la “Gran Renuncia”, es que cuando lo que se dice y lo que se hace no coinciden, la gente se marcha. Literalmente.
Los resultados de mi tesis doctoral no solo me han sorprendido, sino también me han hecho replantearme muchos de los supuestos que se dan por sentados en la gestión de personas. Y lo peor: confirman que tenemos un problema serio de percepción, coherencia y liderazgo pasivo disfrazado de modernidad.
1) UN LIDERAZGO VISTO CON DOS LENTES MUY DIFERENTES
Cuando analizamos las respuestas de las entrevistas realizadas a líderes y seguidores, saltó una disonancia muy significativa.
El 38% de los líderes afirma tener un estilo transformacional, basado en la inspiración, el desarrollo y la visión. Pero solo el 17% de los empleados lo confirma.
En cambio, el 44% de los trabajadores percibe un liderazgo laissez-faire (pasivo o ausente), frente a solo un 21% de los líderes que lo admiten.
Esa diferencia entre la autoimagen del líder y la percepción del equipo puede erosionar gravemente la confianza, la motivación y el compromiso. Porque no hay nada más frustrante para una persona que sentir que nadie está al timón, mientras el capitán del barco cree tenerlo todo controlado.
Pero no solo descubrimos eso, también hay algo que creo que resulta muy interesante para las empresas y que quiero compartir contigo en este nuevo artículo.
2) ¿QUÉ PAPEL JUEGAN EL GÉNERO, LA EDAD Y LA ANTIGÜEDAD?
Aquí llega una de las partes más reveladoras del estudio: cómo las percepciones y experiencias de liderazgo varían según variables sociodemográficas.
Los datos que comparto hoy contigo no distinguen entre líderes y seguidores, sino que muestran qué estilos de liderazgo se declaran o perciben según el género, edad y antigüedad de los participantes en la muestra. Es decir, reflejan cómo ve cada grupo el liderazgo (sea propio o ajeno).
GÉNERO: DOS FORMAS DE PERCIBIR EL LIDERAZGO
- Hombres: El 43% identifica el liderazgo laissez-faire como el estilo más presente, seguido de un 24% que percibe una mezcla transformacional + laissez-faire. Solo un 14% ve el estilo transformacional puro como predominante.
- Mujeres: Mayor equilibrio. Un 33% percibe liderazgo transformacional, seguido de un 30% que señala laissez-faire y un 26% que identifica la combinación transformacional + pasivo.
Las mujeres de la muestra parecen percibir (o ejercer) un liderazgo algo más equilibrado y activo que el de los hombres, que tienden más a visualizar estilos pasivos. Esto puede reflejar diferencias culturales, generacionales o de expectativas profesionales
EDAD: DEL IDEALISMO JOVEN A LA PASIVIDAD ADQUIRIDA
- Menores de 30 años: Alta percepción de liderazgo transformacional (35%) y transaccional (18%). Probablemente, expectativas altas y menor exposición a entornos organizativos pasivos.
- 30-50 años: Aquí predomina con claridad el laissez-faire (38-40%) y la combinación con estilos más activos. Es decir, empieza a asentarse una visión más desencantada o pasiva del liderazgo.
- Mayores de 50 años: Curiosamente, reparten su percepción entre transformacional, laissez-faire y transformacional + laissez-faire al 31% en cada caso. ¿Sabiduría equilibrada o acomodación?
La juventud idealiza y espera más. La mediana edad detecta (o ejerce) liderazgo pasivo con más frecuencia. Y la veteranía parece resignarse o integrar distintos estilos, para bien o para mal.
ANTIGÜEDAD: ¿CUÁNTO MÁS TIEMPO, PEOR?
- <5 años en la empresa: El 33% ve liderazgo transformacional y el 31% laissez-faire. Un equilibrio entre ilusión y frustración.
- 5–10 años: La percepción se reparte entre transformacional (29%), laissez-faire (33%) y combinaciones. Aquí ya empieza la mezcla confusa de estilos.
- >10 años: Atención a este dato. El 46% identifica liderazgo laissez-faire puro y un 37% la combinación transformacional + laissez-faire. Es decir, más del 80% de este grupo ve estilos pasivos o parcialmente pasivos.
Cuanto más tiempo llevas en la empresa, más tiendes a normalizar o aceptar estilos pasivos. O quizás a ejercerlos. Lo que está claro es que la antigüedad no garantiza mejor liderazgo, sino que puede favorecer la desconexión si no se interviene conscientemente. ¿Cuántos más años llevas en la empresa nos acomodamos en estilos más pasivos y menos inspiradores?...
👉 Así pues, esta brecha entre lo que los líderes creen que hacen y lo que sus equipos sienten que reciben, es un problema de marca empleadora, productividad y cultura empresarial.
👉 Y si además cruzamos los datos con edad, género y antigüedad, descubrimos algo inquietante: la pasividad directiva no es un accidente aislado. Es un patrón que se repite en distintos perfiles, lo que sugiere que está más arraigada de lo que pensamos. No es una excepción, es una señal de que algo falla en el sistema.
¿QUÉ PUEDES HACER COMO EMPRESA?
- Medir, medir, medir: No con encuestas genéricas, sino con herramientas de diagnóstico reales que comparen percepción y autopercepción del liderazgo.
- Formar a los líderes, pero también a los equipos, para construir una cultura de feedback y mejora continua.
- Actuar sobre los perfiles de mayor antigüedad o desconexión: no por castigo, sino por prevención.
- No dar por hecho que por tener experiencia, alguien lidera bien. El liderazgo no se acumula como trienios. Se trabaja.
Si no quieres quedarte con una receta y quieres dar un paso más, me encantará acompañarte en el proceso. Puedes escribirme info@javiergimenezdivieso.com o visitarme en www.javiergimenezdivieso.com
¿Viajamos juntos al éxito?
