Miles de personas han rendido su particular homenaje y han dicho adiós al concejal Miquel Soler, en la capilla ardiente instalada desde primeras horas en el Ayuntamiento de Castellón. Familia, compañeros y amigos, intentaron mantener ‘el tipo’ en un acto que el propio Miquel Soler hubiera calificado de ‘impresionante’. Coronas, centros, ramos de flores, acompañaban al féretro de un concejal, que vivió como nadie las fiestas, la tradición y el sentimiento de la ciudad. El funeral se ha celebrado esta tarde en la iglesia de la Trinidad..
Castellón Información/EM
El Ayuntamiento de Castellón, en su salón de plenos, acogía desde primeras horas de la mañana la capilla ardiente del concejal Miquel Soler, que fallecía ayer después de una enfermedad que no le dio cuartel.
El acto, el escenario, lo que ha pasado esta mañana, hubiera sido calificado como ‘impresionante’ por el propio concejal, de no haber sido él el protagonista, ya ausente en vida de tanto homenaje.
Es imposible describir el sentimiento, y el escenario con toda la intensidad con la que ha sido vivido por su familia, compañeros y amigos.
El Salón de Plenos se transformaba para decir adiós a Miquel Soler. En el centro, entre los bancos de los concejales, el féretro del concejal, adornado con la bandera de Castellón, con su verde ciudad, su vara de mando y su medalla de concejal. A un lado, el equipo de Gobierno, compañeros de Corporación y ex compañeros de Corporación. Al otro, la familia.
El cuerpo era velado por la Guardia de Gala del Ayuntamiento, dos agentes que se turnaban con la mayor solemnidad cada media hora.
Las sillas y bancos del público fueron colocados a ambos lados del salón. Allí concejales de la oposición y sus amigos de toda la vida, la Rondalla de Els Llauradors, que Miquel fundara con ellos el 1968. En frente otros ex compañeros del edil.
Miles de personas desfilaron por el Ayuntamiento. Entraban por la puerta lateral, esperaban pacientemente su turno, y accedían al salón de plenos, donde eran recibidos de pie por la Corporación, amigos y familiares. Cada 20 minutos, un descanso para dar un respiro a la familia.
Pero lo que más impresionó a este medio, fue el sentimiento compartido de todos cuantos acudieron a rendir homenaje a Miquel Soler.
Pocas personas como él vivieron tan intensamente las tradiciones y la vida de su ciudad. Y pocos se granjearon durante toda su vida apoyos tan intensos como los que movieron hoy, 2 de mayo, jornada de puente o de entre fiestas, a una ciudad, que acudió a la llamada, a pesar de la discreción con la que Miquel Soler acababa de abandonarla.
Porque su enfermedad fue discreta. El edil que tanto se había desatacado por defender a pleno pulmón, e incluso con pasión a los diversos colectivos a los que representó, con los que convivió y trabajó. Se fue con discreción, sin querer alamar. Casi en silencio. Solo una llamada a sus amigos de Els Llauradors, levantaba la alarma de un suceso que se esperaba ya durante los últimos días.
Durante los dos últimos meses era casi imposible arrancar una palabra sobre su estado real. Y eso hacía que la mayoría de sus amigos, en ese tono tan peculiar del castellonense del ‘se m´en fot’, casi lo tomaran con alegría y como una buena señal ¿Quién iba a poder con ‘el bueno’ de Miquel Soler?. “En cuatro días lo tenemos aquí de nuevo”.
Cuando ayer se difundió la noticia, corrió como un reguero de pólvora por toda la ciudad. Y hoy, esa ciudad se auto convocaba con el corazón en la mano. Una riada de gente por las escaleras del ayuntamiento, esperando su turno para acceder al salón de plenos. Un reguero de gente que todavía miraba con incredulidad a sus familiares, a los que se les escapaban las lágrimas, cuando por fin se acercaban al féretro de Miquel Soler. Y miles de firmas y recuerdos con cariño, para arropar a su familia. Músicos, policías, funcionarios, artistas, políticos, vecinos, festeros.
Es casi imposible agrupar a cuantos se han dado cita esta mañana en solo unos pocos colectivos. Porque, la verdad, Miquel Soler estuvo en todas partes, como ‘manegueta’, siempre estuvo dispuesto a participar en todo lo que dejara traslucir la imagen y la tradición de Castellón. Pero hay que reconocer, en su honor, que supo dejar su seña de identidad en todo aquello en lo que participó. Y eso se ha vivido esta mañana, porque Castellón entero se dejaba la piel en este encuentro póstumo.
Castellón Información se sintió impresionado por tanto despliegue. Y ‘guardar el tipo’ no ha resultado nada fácil para este medio, que no podía resistirse ante la imagen de un alcalde, que desde su puesto, miraba, levantaba las manos, y daba sentido general a lo que todos expresaban sin decirlo en este salón de plenos. ¡Es lo que es!.
“Es que nos defendía pasara lo que pasara”, comentaban miembros de la Policía Local. “Es que formó parte de nuestra vida y de nuestra historia”, comentaban sus compañeros de Els Llauradors. “Es que vivió la fiesta y la recobró mano a mano con todos nosotros”. “Es que… en la fiesta, y en lo que no es la fiesta. Estuvimos con él en lo bueno… ¿Cómo podemos quedarnos en casa sin venir a decirle adiós?”.
Esta noche Els Llauradors no intervendrá en la Fiesta de la Rosa, una celebración que se remonta a 1928 y que dio lugar al nacimiento de esta rondalla en 1968- Miquel Soler fue uno de sus fundadores- No pueden hacerlo, porque el dolor es más fuerte que la potencia de la voz. Lo van a intentar mañana, en la Serenata a la Mare de Deu de Lledó, que se encuentra ahora en Castellón, en la concatedral de Santa maría, porque es año mariano.
“Nos hemos propuesto intentarlo, comentaba uno de sus compañeros… como homenaje particular… aunque estamos muy…mal”. Y desde Castellón Información, compartiendo sentimientos y pesares, este diario espera que puedan hacerlo.
El funeral religioso ha tenido lugar esta tarde, a las 17 horas en la Iglesia de la Trinidad.
