Durante estos días se ha podido ver entre los históricos muros de esta villa a miles de personas de distintos puntos de la provincia y la comunidad.
La VII Feria Medieval se ha convertido en un punto de inflexión para la promoción turística de Mascarell, que en siete años ha pasado de ser un anexo de Nules prácticamente desconocido para muchos vecinos de la Comunidad Valenciana, a recuperar su propia identidad, gracias a las miles de visitas que se han recibido los últimos días y que han batido un nuevo récord, tal y como han podido comprobar las personas que han visitado el recinto amurallado desde el pasado viernes.
El alcalde de Nules, Mario García, que ha estado presente en la feria todos los días, comprobando personalmente el éxito de esta edición, ha señalado, coincidiendo con su clausura, que “al final el trabajo, el esfuerzo y la ilusión son la clave para sacar las cosas adelante”, a lo que ha añadido: “Los resultados nunca suelen ser rápidos, hace falta confianza y esfuerzo para lograr que los proyectos se consoliden y ese ha sido el camino que ha recorrido la Feria de Mascarell hasta llegar a este momento”.
Durante estos días se ha podido ver entre los históricos muros de esta villa a miles de personas de distintos puntos de la provincia y la comunidad, incluso turistas extranjeros que han aprovechado su presencia en la zona para conocer la singularidad de Mascarell. De esta manera , "se refuerza un objetivo que siempre se ha defendido desde el Ayuntamiento y es la apuesta por una oferta turística complementaria, que viene a enriquecer todo lo que esta comarca y esta provincia tienen que ofrecer”.
Nules ofrece una riqueza patrimonial e histórica reconocida, entre otras cosas, con la declaración como Bien de Interés Cultural de Mascarell y que todas las personas que la visitan reconocen. De hecho, muchas de las personas que han tenido la oportunidad de pasear por sus calles estos días han insistido en que el recinto amurallado es el mejor escenario para un evento de estas características, lo que ratifica el hecho de que su feria medieval sea la más grande de la provincia y de las tres primeras de la Comunidad Valenciana, por lo que respecta a la afluencia, sólo detrás de Concentaina y Ontinyent, según los organizadores.

















































