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jueves, 25 de abril de 2024 | Última actualización: 21:31

Fepac-Asaja Castellón atribuye al clima irregular los importantes daños en el cultivo del caqui

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La recarga de acuíferos y embalses serían los efectos más positivos de las lluvias, positivas también para el cereal, el olivo y el almendro

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La anomalía climática durante esta primavera que está registrando récord de días lluviosos está empezando a hacer mella en la agricultura castellonense. La Federación Procincial de Agricultores y Ganaderos de Castellón (Fepac-Asaja Castellón) atribuye al clima irregular importantes daños en el cultivo del caqui, principalmente en las zonas del interior castellonense.

El presidente de Fepac-Asaja, José Vicente Guinot, asegura que "de momento que sepamos en la provincia, el caqui está siendo el más perjudicado. Las cuantiosas lluvias que hemos tenido durante las últimas semanas han provocado que hayan caído al suelo los brotes incluso antes de que se abra la flor".

Hay que tener en cuenta que en la provincia de Castellón, es en la zona de Segorbe e inmediaciones donde se encuentran las plantaciones más significativas de este cultivo, y habrá que evaluar los daños y hacer seguimiento de su evolución, pues el clima puede estar detrás también de la aparición de nuevas manchas en las hojas de cultivo.

En cuanto a los cítricos, esta anomalía climática incentiva problemas de cuajado en algunas zonas, pero todavía no adquieren un alcance preocupante para el sector. Además, por ahora la incidencia de las plagas está siendo mínima.

Los efectos positivos del agua en el campo de Castellón

A pesar de la afección que Fepac-Asaja Castellón señala a cultivos específicos, hay que tener en cuenta que las precipitaciones registradas en esta anómala primavera climática han sido muy positivas en otros aspectos para el campo y la ganadería de la provincia.

Así, las lluvias han permitido recargar acuíferos y llenar embalses, permitiendo garantizar el riego de los campos hasta prácticamente todo el año. Ello permitirá a los agricultores ahorrar en costes energéticos y de agua al haber menos riegos, también es positivo para los pastos y el ganado y permitirá incrementar las próximas producciones de cultivos como el almendro, cereales y olivo.