Los asuntos económicos que enfrentaron a España e Inglaterra y la leyenda del navegante español Blas de Lezo
Desde el descubrimiento de América España intentó mantener sus conquistas en tierra y en el mar. Su gran oponente fue Gran Bretaña. Franceses y Holandeses también lo intentaron, pero se conformaron con asegurar sus cauces comerciales. El enfrentamiento con Gran Bretaña llegó al punto de iniciar una guerra por ‘una oreja’. Ganaron los españoles pero la victoria no pasó a la historia. Los ingleses nunca reconocieron su derrota a manos de Blas de Lezo en la batalla de Cartagena de Indias
Esperanza Molina/ Castellón Información
Mantener un imperio debe ser sumamente difícil, como fue el caso de España, donde ganaron todos menos… los españoles.
Lo cierto es que no hay una guerra que no esconda motivos, y los económicos suelen ser los más agresivos.
Cuando España llegó a las Américas, buscaba una ruta directa para llegar a las Indias. Porque desde las Indias orientales se importaban las especias que servían para conservar y dar sabor a los alimentos. Eran productos carísimos que se pagaban a precio de oro. Cuando los turcos se adueñaron del Mediterráneo, portugueses y españoles buscaron rutas alternativas. Era el comienzo de las navegaciones transoceánicas.
Los portugueses buscaron su objetivo costeando y dando la vuelta al continente africano. Los españoles, cruzaron el océanos, porque estaban convencidos de que la circunferencia de la tierra era más pequeña y de que llegarían fácilmente a las Indias por el oeste.
Fueron motivos económicos.
La ruta a las Indias: primeras navegaciones transoceánicas
Una vez que se descubrió el nuevo continente, América, también fueron motivos económicos los que llevaron a España y Portugal a negociar con el papa, como mediador, cómo repartirse aquellos territorios. Esto suponía ser los únicos que pudieran explotar las nuevas colonias, pero también, mantener el monopolio del comercio con ellas. Ningún otro país podía hacerlo dentro de la legalidad.
De ahí surgieron los bucaneros, los filibusteros y los corsarios. Los que comerciaban fuera de la ley, los que hacían contrabando de mercancías y y los que atacaban con patente de corso, protegidos por las coronas de países europeos en una guerra encubierta para arrebatar las cargas más preciosas que los españoles transportaban desde América a España.
Las guerras se desarrollaban en tierra, pero también en el mar. Y la flota naval española llegó a ser la más importante del mundo conocido.
Con la pérdida de la Armada Invencible en tiempos de Felipe II comenzó una decadencia que se prolongaría durante siglos, mientras que la armada inglesa cobraba importancia para mantener el imperio británico.
En una España casi completamente arruinada con las guerras y con una armada en completa decadencia, hubo una serie de hechos, que marcaron también su propia historia.
Guerra de Sucesión española
Sucedió cuando Carlos II, ‘el hechizado’, murió en 1701 sin descendencia y potencias mundiales como eran entonces Francia, Holanda Austria e Inglaterra, lucharon por la sucesión al trono español, el dominio en tierra pero también en el mar, de los territorios españoles y las colonias americanas. El orgen del conflicto se había iniciado a mediados del siglo XVII.
Tanto Luis XIV de Francia como Leopoldo I de Baviera eran hijos de hermanas de del rey español Felipe IV. Y ambos se casaron también con hijas del mismo rey español. Los dos consideraron que tenían derecho de sucesión a la corona española.
Después de una serie de tratados en los que España no tuvo ni voto ni derecho a decidir, el conflicto bélico, considerado como La Guerra de Sucesión Española enfrentó a los dos bandos más potentes. Francia defendía el derecho de Felipe de Anjou, (nieto de Luis XIV). El otro bando, dirigido por ingleses y Austriacos se posicionó a favor del Archiduque Carlos de Austria (heredero de Leopoldo I).
En España fue una verdadera guerra civil, cuyas consecuencias todavía perduran… En líneas generales, Aragón apoyaba a los austriacos. Castilla a los franceses.
El tratado de Utrech
La guerra se resolvió finalmente con el famoso Tratado de Utrech que España firmó en 1713. “La partición de los territorios españoles que intentó impedir Carlos II finalmente fue consumada, los Países Bajos Españoles, el reino de Nápoles, Cerdeña y el ducado de Milán pasaron a manos de Carlos VI de Alemania. El duque de Saboya por su parte se apoderó de Sicilia, la cual sumó a sus dominios. Inglaterra se quedó con la isla de Menorca, Gibraltar, Terranova, algunas islas de las Antillas y los territorios franceses de la bahía de Hudson. Además, Inglaterra obtuvo concesiones para poder comerciar con las colonias españolas en América y el monopolio del comercio de esclavos negros que compraban las plantaciones azúcar de América”. (https://senderosdelahistoria.wordpress.com/2007/12/06/la-guerra-de-sucesion-espanola-1701-1713/)
El ‘asiento de negros’
Se denominaba ‘asiento de negros’, al monopolio sobre la caza de esclavos en África y su comercio en América, que España otorgó a Inglaterra como compensación al nombramiento del candidato francés, Felipe de Anjou, (Felipe V), establecido en el Tratado de Utrech.
Según este tratado se reconocía el derecho inglés a traficar con 4.800 esclavos negros durante un periodo de 30 años.
(https://es.wikipedia.org/wiki/Asiento_(econom%C3%ADa)
El Tratado de Utrech también reconocía a los Ingleses el denominado ‘navío de permiso’, mediante el cual podían ejercer un comercio limitado (500 toneladas) con las colonias españolas.
La guerra de la oreja de Jenkins’
Sin embargo, y a pesar del tratado, las tensiones entre Inglaterra y España seguían sobre la mesa. Los ingleses aprovechaban sus ‘permisos’ para comerciar más de lo que se les permitía con los territorios de las colonias, y España hostigaba a los ingleses con inspecciones para intentar demostrar que incumplían los acuerdos.
Así estaban las cosas cuando se libró la conocida como ‘guerra del asiento’ entre 1739 y 1742, también fue conocida como ‘La guerra de la oreja de Jenkins’, que, pese a su hipotético origen, también se desencadenó por motivos económicos.
Según cuentan los ingleses, todo empezó frente a las costas de Florida, cuando el guardacostas español ‘La Isabela’ apresó al contrabandista inglés ‘Rebecca’, capitaneado por el pirata Robert Jenkins en 1731.
Según la declaración que hizo el pirata inglés frente a la Cámara de los Comunes en el Parlamento británico, el capitán español Juan León Fandiño, tras apresar el barco, ató a Jenkins al mástil de su propio barco y de un certero tajo con su espada le cortó una oreja al tiempo que le decía (según el testimonio del inglés): “Ve y di a tu rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve”, luego lo dejó marchar, después de desarmar y saquear su barco.
Jenkins denunció los hechos enseñando a la Cámara la oreja cortada que portaba en un frasco.
Así las cosas y como el relato de Jenkins constituía toda una ofensa de España a la corona de Inglaterra, el parlamento forzó al primer ministro a solicitar una compensación económica a España de 95.000 libras esterlinas. España no pagó y el primer ministro se vio obligado a declarar la guerra a España.
Esa guerra no convenía a ninguno de los dos países. Tanto España como Inglaterra tenían una economía muy precaria después de tantos conflictos bélicos.
Pero además, la armada española estaba en plena decadencia, mientras que la flota inglesa mantenía todo su poderío. Además, España estaba sola, Francia que, supuestamente estaba obligada a prestar ayuda, pidió a cambio altas indemnizaciones.
La batalla de Cartagena de Indias
El enfrentamiento que puso fin a esta guerra en 1741 fue la batalla de Cartagena de Indias.
Los ingleses estaban seguros de su victoria. Su objetivo, hacerse con las colonias españolas en el Caribe.
Para ello organizaron una flota enorme, la mayor que se haya visto hasta el Desembarco de Normandía en la II Guerra Mundial.
El ejército inglés, comandado por el almirante Edward Vernon, tenía bajo su mando 195 navíos, y 32.000 soldados además de 3.000 piezas de artillería. Cartagena estaba defendida por 3.600 soldados y 6 navíos españoles.
El héroe de esta historia fue el almirante Blas de Lezo, que era el responsable de la defensa de la ciudad.
“Para el desenlace final de la batalla, resultó decisiva la eficacia de los servicios de inteligencia españoles, que consiguieron infiltrar espías en la Corte Londinense y en el Cuartel General del almirante Vernon. El plan general inglés así como el proyecto táctico de la toma de Cartagena de Indias fueron conocidos de antemano en las Cortes Españolas y por Blas de Lezo. Se dispuso de tiempo suficiente para reaccionar y adelantarse a los acontecimientos”.
http://www.grandesbatallas.es/batalla%20de%20cartagena%20de%20Indias.html
La batalla se desarrolló entre el 17 de marzo y el 9 de mayo de 1741. Los ingleses no pudieron tomar Cartagena de Indias gracias a la estrategia de Blas de Lezo.
El 9 de mayo, Vernon se retiró a Jamaica.
“Vernon envío de una última carta a Lezo: “Hemos decidido retirarnos, pero para volver pronto a esta plaza, después de reforzarnos en Jamaica”. A lo que Lezo respondió con ironía: “Para venir a Cartagena es necesario que el rey de Inglaterra construya otra escuadra mayor, porque esta sólo ha quedado para conducir carbón de Irlanda a Londres.”
“Fueron tantas las bajas inglesas, que tuvieron que abandonar numerosos barcos y hundirlos allí mismo por falta de recursos para poderlos gobernar en la mar, no les quedaban suficientes marineros.
Hasta el 20 de mayo estuvieron saliendo embarcaciones inglesas de Cartagena. El último en abandonar el sitio fue Lestock. De los 195 buques se contaron en la retirada 186.
Los ingleses tuvieron 9.500 muertos, 7.500 heridos, perdieron 1.500 cañones y perdieron 50 naves.
Los españoles sufrieron 800 muertos, 1.200 heridos y perdieron 6 naves. Los fuertes de Bocachica, Castillo Grande y Manzanillo quedaron totalmente destruidas.”
http://www.grandesbatallas.es/batalla%20de%20cartagena%20de%20Indias.html
La moneda de la mentira inglesa
Pero la cosa fue todavía mucho más escandalosa para los ingleses. Vernon había mandado mensajes a su rey indicándole que la victoria estaba asegurada tras las incursiones que se habían realizado. Las noticias generaron una verdadera euforia en Inglaterra. Para celebrarlo, se organizaron fiestas e, incluso, el rey Jorge II mandó acuñar monedas conmemorativas donde podía leerse: “el orgullo de España humillado por el almirante Vernon”. En las medallas se representaba a un Blas de Lezo, entero (estaba cojo, tuerto y manco por heridas de guerra), arrodillado ante Vernon.
Pero la realidad es que Vernon no solo consiguió la victoria en Cartagena de Indias, “sino la mayor y más humillante derrota de toda la historia de la Royal Navy, pues perdió 50 naves y 11.000 hombres a manos de una guarnición compuesta por sólo 6 barcos y 3.600 defensores españoles dirigidos por el Almirante español Blas de Lezo”.
Los ingleses nunca reconocieron esta derrota, e incluso el relato fue suprimido de su historia.
Bibliografía:
https://www.todoababor.es/articulos/guerra-oreja-jenkins.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_del_Asiento
http://www.grandesbatallas.es/batalla%20de%20cartagena%20de%20Indias.html
La Guerra de Sucesión Española, 1701-1713
Daba, Sobel, 1965 “Longitud” Universitat Autónoma de Barcelona.
D. Jeans, P.(2007) “Mitos y Leyendas del Mar”, Editorial Juventud. Barcelona
De Brossard, M. (2003) “Historia Marítima del Mundo”, Edimat Libros. Madrid
García – Borrón, JP (2015) “Soldados, marineros y lengua española”
Molina Coronado, E
(2004) “Copa América- America ́s Cup, el mayor acontecimiento deportivo de todos los tiempos, duelo, ingenio y tecnología” (Presentación para Curso de Doctorado de Comunicación Náutica en Universidad Jaume I de Castellón)
(2010) “Estrategias de Comunicación de una Regata de Alto Nivel del Calendario Nacional de Crucero, aplicadas al caso concreto de la Regata Costa Azahar de Castellón” (Trabajo de Investigación para doctorado en la Universidad Jaume I de Castellón.
(2015) “El Deporte de la Vela, antes, durante y después de la Copa América, a través de la FVCV”- Tesis doctoral UJI- Castellón
Monserrat Porcar, M. (2000). “Texto Patrón de Embarcaciones de Recreo”, Ediciones Yatescuela, CB. Castellón.
Pumpfrey, Stefen- (2008) – “Latitud”- Juventud. Barcelona
R. Bouwn, Stephen (2005), “El Escorbuto”- Editorial Juventud, Barcelona.
www.Todoababor.es
http://www.histarmar.com.ar/InfGral/AASidoli/CarreraIndias-10.htm
https://blogcatedranaval.com/category/imagenes-navales-y-maritimas/
http://www.armada.mde.es/
https://guerrerosdelahistoria.com/batallas-de-la-historia/cartagena-de-indias/
