No bastó con intentarlo hasta el último suspiro de la prórroga. El Villarreal femenino quedó eliminado de la Copa de la Reina en el partido de cuartos de final que disputó frente al Real Madrid en el Mini Estadi. Esther González abrió la lata para las merengues en la primera mitad e Ivana puso el empate con un gol en propia puerta que llevó el choque al periodo complementario. Nunca antes había llegado tan lejos el conjunto amarillo en esta competición; el sueño de pasar a la siguiente fase exigió lucha y perseverancia, pero el olfato de Linda Caicedo, ya en el minuto noventa y nueve, rompió la igualada para dejar fuera al cuadro groguet.
Con la grada a favor y la tentativa de hacer historia, las de Sara Monforte salieron al césped buscando el orden defensivo, encerradas atrás con un bloque de cinco jugadoras. Esta propuesta inicial pretendió siempre jugar a la espera y sorprender a base de contragolpes, teniendo además en frente a un conjunto que prefirió desplegarse por las bandas y abrir el campo con las laterales muy arriba.
Gozó de varias internadas el Villarreal en este escenario durante los compases inaugurales, gracias sobre todo a la movilidad de Belén Martínez en la punta de ataque y a las subidas de Pancha Lara por el carril izquierdo. Ambas fabricaron en el minuto tres la primera ocasión de peligro, pero el remate excesivamente cruzado de la chilena dentro del área acabó marchándose por la línea de fondo.
La pizarra de Monforte planteó en este primer cuarto de hora la creación de transiciones rápidas que conectasen con la última línea. La idea no terminó de cuajar por culpa de la urgencia, del tono precipitado que empezó a darse en la sala de máquinas. Le costó al submarino enlazar limpiamente con el ataque, generando con ello numerosas pérdidas de balón en zona sensible. Esto sumió al equipo en el cerrojazo, en un panorama contrario al que se predijo en algunas de las casas de apuestas deportivas de ApuestasOnline, que intuyeron una propuesta más generosa en ataque.
Con un repertorio de ofensivas madridistas, el Villarreal, lejos de caer en la intimidación, supo crear mucha seguridad en la zaga, achicar espacios y ponerle freno al rival, que estaba saliendo todo el rato con el balón jugado. Pese al repliegue, las locales gozaron de varios contragolpes y jugadas peligrosas, como la del minuto veintitrés en un saque de esquina, donde Pancha Lara intentó un gol olímpico que Zornoza se encargó de sacar bajo la portería. En la siguiente acción volvieron a apretar las locales, esta vez con un centro de Llompart al segundo palo que logró rematar Estefa ya demasiado escorada, sin trascendencia.
Los cambios trajeron el empate
Si bien es cierto que el cuadro groguet mantuvo el empeño de estrenar el electrónico, con un planteamiento táctico además muy incómodo para las visitantes, fue el Real Madrid el que golpeó primero. Tras un córner botado por las chicas de Alberto Toril en el minuto treinta y tres, un zurdazo de Tere Abelleira desde la frontal envió la pelota al poste. El rechace fue aprovechado por Esther González, que cazó el balón a bocajarro para enviarlo al fondo de las mallas. El 0-1 permitió al Real Madrid dormir el encuentro hasta el final del primer periodo.
Hubo que esperar hasta el setenta y siete para que el Villarreal Femenino pudiera materializar el empate. El gol tuvo su origen en una acertada conducción de Cienfu, que penetró hasta la zona de tres cuartos para abrir el juego hacia el carril izquierdo, hacia Pancha Lara. La chilena supo fabricar al primer toque un centro tenso que aterrizó casi en la cocina, en las botas de Ivana, la defensora madridista cuyo despeje defectuoso terminó convirtiéndose en un tanto en propia puerta, en el 1-1 de la eliminatoria.
La igualada reactivó el empuje de las visitantes, obcecadas en evitar que el duelo se alargara demasiado y bastante más resueltas en labores ofensivas. El Villarreal tuvo una nueva ocasión para ponerse por delante en la primera mitad del tiempo complementario. Una volea de Estefa desde casi la línea de medios dejó sola a Lucía Romero dentro del área, que se deshizo de dos defensoras y puso la pelota cerca del punto de penalti para que Sheila rematara a placer. El tiro golpeó en Maite Oroz y terminó saliendo ligeramente desviado.
No perdonó en cambio el Real Madrid en la siguiente jugada, con Oroz de nuevo como una de las protagonistas. La jugadora blanca filtró un pase para la incorporación de Svava y esta puso la pelota atrás para que Linda Caicedo marcara dentro del área pequeña el 1-2 definitivo. Aunque el submarino amarillo no dejó de buscar la épica, adelantando el dibujo y asumiendo más riesgos, finalmente se despidió de la cita copera frente a un Real Madrid que no terminó de ser superior.
