FICHA TÉCNICA:
-2- LLAGOSTERA: Moragón; Jordi Masó, Vallho, Óscar Álvarez, Barón, Tito, Fullana, Pitu, Salva Chamorro (Sellarès, 69)’, Tarradellas, 80’), Eloy Gila (Lobato, 79) y Enric Pi.
-0- VILLARREAL B: Aitor Fernández; Felipe Alfonso, Alic, Fran García, Diego Jiménez, Edu Ramos, Cámara, Pepe Palau (Edison Flores, 71), Pablo González (Nahuel, 87’), José Ángel y Juanto.
GOLES: 1-0, min. 14: Enric Pi. 2-0, min. 75: Sellarès.
ÁRBITROS: Alemán Pérez (Comité de Las Palmas). Amonestó al visitante Felipe Alfonso; y a los locales Barón, Vallhonesta, Tito y Óscar Álvarez.
INCIDENCIAS: Unos 200 espectadores en el campo municipal de Llagostera.
Un gol en la primera parte de Enric Pi y otro de Sellarés en la recta final finiquitaron a un filial que tocó muy bien el balón.
El Villarreal B no pudo estrenarse con victoria en su debut liguero de la temporada 2013-2014 al caer en su visita al Llagostera (2-0), que se adelantó en el marcador antes de cumplirse el primer cuarto de hora y terminó por rematar el partido en la segunda parte. Aunque el filial trató de recortar la temprana ventaja lograda por los locales, el conjunto catalán sentenció a falta de 15 minutos para el final.
Los locales apretaron fuerte el acelerador en el primer tiempo. Lo intentó el examarillo Salva Chamorro, poniendo en apuros al arquero vasco Aitor. Tras dos avisos, a la tercera llegó la vencida. Anotó Enric Pi tras un saque de esquina ejecutado por Pitu, y tras varios rechaces el cuero acabó al fondo de las mallas.
El filial amarillo movió bien el balón, pero apenas inquietó la portería local. Con esa mínima renta gerundense se llegó al intermedio.
En la segunda parte no hubo tanta fluidez en el juego. Sí más contundencia. En el minuto 66 Salva Chamorro, antes de ser sustituido, remató tras un buen centro de Barón y el meta Aitor evitó el segundo gol local. Una sentencia que llegaría en el minuto 75 cuando más atacaba el conjunto amarillo, que rozó el empate.
Sellarés , tras un grave error del portero Aitor, recogió el balón y lo empujó al fondo de las mallas. Ahí murió el encuentro. El equipo amarillo no mereció tal castigo e incluso mereció anotar algún gol. No pudo ser.
