“Hay otras formas de controlar la velocidad para garantizar la seguridad de todos que no impliquen un desembolso económico”, explica la portavoz del PP, Begoña Carrasco
La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Castellón, Begoña Carrasco, denuncia que el gobierno de Castellón sigue exprimiendo el bolsillo de los castellonenses activando los tres radares. Uno en la Ronda Norte, otro en la Ronda Sur y el tercero en la avenida de Valencia, empiezan a multar mañana, lunes 3 de octubre. “Desde el Partido Popular consideramos que hay otras medidas de control de velocidad sin pasar por caja”, señala.
La entrada en vigor de los dispositivos llega “sin que hayamos visto campañas divulgativas, más allá de una página web, para que los castellonenses estén informados. Tampoco se anunció cuando se activaron las cámaras del centro, que siguen siendo polémicas por las sanciones a razón de 80 euros la multa”, lamenta Carrasco.
“Ésta no es la única manera de controlar el exceso de velocidad en la ciudad, sin embargo, es la excusa a la que recurre el equipo de gobierno de PSOE, Compromís y Podemos para seguir recaudando más en el peor momento. Estos dispositivos habrían cazado en periodo de pruebas a más de 200 vehículos en muy poco tiempo”, explica la portavoz Popular.
Y añade: “La sensibilidad del tripartito con las familias castellonenses es nula. Ayudarles sería bajar impuestos, ahorrándoles 10 millones de euros como proponemos desde el PP, con el Plan de rebaja fiscal para 2023 demostrando que es posible. No solo lo rechazan, sino que activan otro sistema recaudatorio más, para seguir friendo a multas a los castellonenses. Confunden seguridad vial con recaudación”.
El sistema sancionador de los radares se suma al de las cámaras del centro y próximamente a las cámaras que inundarán el Castellón Central, “para acabar de hacer inaccesible un centro que se muere, con cada vez más establecimientos cerrados y con el grito de auxilio de los comerciantes que alertan de un 20% de cierres más antes de final de año. El Castellón Central supone el cierre al tráfico de 745.000 metros cuadrados de casco urbano”, recuerda Carrasco.
“Vaciar el bolsillo del contribuyente es lo que se ha propuesto el gobierno de Castellón ajeno a los esfuerzos de las familias por llegar a fin de mes. Hoy todo es más caro, ha subido el gas, la luz, el gasóil, llenar la cesta de la compra resulta 830 euros más que el año pasado, según la Organización de Consumidores y Usuarios, pero no desisten de su afán recaudatorio. La seguridad vial es la excusa para seguir engordando las arcas municipales sin que luego el dinero revierta en forma de mejores servicios públicos ni inversiones. El año pasado se quedaron sin gastar 56 millones que fueron a parar a los bancos”, concluye.
