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sábado, 20 de abril de 2024 | Última actualización: 12:20

Dos zarpazos del Athletic en dos minutos de descontrol anulan a un espeso Villarreal (2-0)

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FICHA TÉCNICA:

-2- ATHLETIC: Iraizoz, Iraola, Balenziaga, Laporte, Gurpegi, Iturraspe (San José, min. 72), Mikel Rico (Beñat, min. 79), De Marcos, Susaeta, Aduriz y Muniain.

-0- VILLARREAL: Asenjo; Mario, Musacchio, Dorado, Jaume Costa; Bruno, Pina, Aquino (Manu Trigueros, min. 46), Cani; Giovani (Uche, min. 64) y Jonathan Pereira (Moi Gómez, min. 46).

GOLES: 1-0, min. 32: Mikel Rico. 2-0, min. 34: Aduriz.

ÁRBITRO: José Antonio Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Pésimo. Muy tarjetero. Amonestó a los locales Iturraspe, Iraola, Miguel Rico, Susaeta y San José; y a los visitantes Jonathan Pereira y Manu Trigueros. Expulsó al visitante Bruno Soriano en el minuto 44 por doble amarilla.

INCIDENCIAS: Uno 33.000 espectadores en el nuevo estadio de San Mamés. Campo impresionante y terreno de juego en inmejorables condiciones.

El peor partido de la temporada deparó una justa derrota del 'Submarino Amarillo' en el nuevo San Mamés.

Marcó el primer gol el Athletic, a la vieja usanza, y empezó a llover en Bilbao y la comarca. Los vizcaínos empezaban a estar en su salsa. Esa lluvia propició un resbalón de Mateo Musacchio y dos minutos después del gol de Mikel Rico, la diana de Aritz Aduri dejó el encuentro casi visto para sentencia. Más que nada porque en el nuevo estadio de los 'leones' se juega igual de incómodo que en el viejo. Era demasiada renta para un conjunto vizcaíno que hasta el minuto 32 apenas había creado peligro en la portería de Sergio Asenjo. Llegaron dos minutos de infortunio con el pim pam rojiblanco pusieron un peligroso 2-0 en el luminoso. Y en tarjetero José Antonio Teixeira Vitienes se pasó tres pueblos en el tiempo de prolongación y con toda la rigurosidad del mundo mandó a la ducha al capitán Bruno Soriano. Una barbaridad.

Es cierto que territorialmente la iniciativa en el juego, aunque sin dar garrotazos, empezó más entero e intentando acercarse a la portería villarrealense. Algún que otro centro sin ton ni son, en una portería y la otra, y poco más. Se llegó al minuto 25 con una posesión del 53 a 47 %. Y en ese minuto un cabezazo de De Marcos que salió alto fue lo más destacado del enfrentamiento. Pero superada la media hora de juego...

Mario Gaspar, peleando un balón con el centrocampista internacional Muniain, en el partido.
Mario Gaspar, peleando un balón con el centrocampista internacional Muniain, en el partido.

Como en los años ochenta y noventa. Como en el viejo San Mamés. Centro desde alguna banda (en esta ocasión desde la derecha, de Iraola) y cabezazo a la red (imparable el del calvo Mikel Rico). Esas armas, para los bilbaínos, fueron, han sido y serán infalibles. 1-0 en el 32. Había empezado a chispear antes del primer tanto, arreció durante la elaboración del 2-0. Balón largo, resbalón y mal despeje de Musacchio y Aritz Aduri se aprovechó de ello, encaró a Asenjo y le batió sin remisión. El 2-0 empezaba a ser una montaña complicada de cimar. Más aún cuando el colegiado cántabro se empecinó a sacar tarjetas a diestro y siniestro. Y en la prolongación de este primer tiempo expulsó al capitán Bruno Soriano por una rigurosa segunda amarilla por una presunta mano. Se llegó al intermedio con 2-0 (demasiada ventaja) y la incertidumbre de ver cómo reaccionaba Marcelino para el segundo acto.

Pues el segundo tiempo arrancó con dos cambios y con muchos nervios. Muy impreciso y con todo para que el Athletic le diese la puntilla en cualquier momento. Jonathan Pereira y Aquino se quedaron en el vestuario y fueron reemplazados por Trigueros y Moi. El cuarto de hora inicial fue de lo peor esta temporada. Estuvo a merced del equipo de Ernesto Valverde. Cuatro, sí cuatro, ocasiones tuvieron los leones para sentenciar al diezmado equipo de la Plana Baixa. De Marcos, en tres ocasiones, Susaeta y Gurpegui la tuvieron, más por errores propios que por los méritos de los locales.

La primera señal de vida, ofensivamente hablando, el Villarreal llegó en el minuto 62 con un balón largo para el mexicano Giovani dos Santos que se quedó sólo ante el arquero local Iraizoz y éste, con los pies, evitó el 2-1 que posiblemente le hubiese trasladado el tembleque al equipo local. No fue así. Segundos más tarde, el técnico Marcelino agotó los cambios. Giovani se fue al banquillo y entró el nigeriano Uche. Otro buen aviso amarillo, tras los fallos locales, la dispuso en el minuto 84 el talaverano Manu Trigueros con una falta que el meta local logró rechazar con apuros a saque de esquina.

Ahí acabó el partido. Ahí se puso el punto y final. Ahora toca centrarse en el partido del próximo domingo contra el Valencia en El Madrigal.