Jorge Fuentes. Embajador de España
Periódicamente procuro pasar revista de la situación demográfica de nuestro país, de la escasa natalidad de las familias españolas y europeas; del crecimiento, pese a ello, de nuestra población gracias a la inmigración que -si seguimos manteniéndola dentro de la norma- será la solución económica para el continente, aunque poniendo en riesgo los importantes sectores cultural y religioso. El reciente nombramiento de un alcalde musulmán en Nueva York, la ciudad más emblemática del mundo, nos ha hecho recordar que cargos muy importantes en Occidente están en manos igualmente de políticos de otras culturas.
Hoy enfocaremos el tema demográfico desde ángulos inusuales, en primer lugar, haciendo referencia a la esperanza de vida de los ciudadanos de distintos países. Aunque la población mundial ha crecido hasta los 8.200 millones de habitantes gracias, entre otras razones, a la longevidad, lo cierto es que existe una considerable diferencia de expectativas que oscila entre los 85,77 años considerando la media de ambos sexos, de Hong Kong y los 54, 78 de Nigeria, España con 83, 96 de media -86 las mujeres y 81 los hombres- se encuentra en un privilegiado décimo lugar mundial, solo unas décimas por detrás de Japón, Corea del Sur, Suiza, Australia e Italia, es decir que nos encontramos en el grupo de cabeza de los países europeos y mundiales, por delante de Francia, Alemania, los Estados Unidos y Canadá entre otros muchos.
Estas cifras tienden a crecer del mismo modo que lo hace también el número de centenarios de los países. En España tenemos 20.000 personas mayores de cien años, el 80% de las cuales son mujeres, lo que resulta llamativo ahora que ellas han adoptado algunos de los malos hábitos de la población masculina tales como el stress, el tabaquismo, el alcohol y que se han incorporado plenamente al mundo laboral aunque bien es cierto evitando ciertas actividades más duras y de mayor riesgo como la construcción, la minería y la agricultura.
Japón, Estados Unidos, China e India son los países con mayor número absoluto de centenarios oscilando entre los 100.000 de Japón y los 40.000 de India. En Europa, Italia, España, Portugal y Grecia se encuentran en cabeza de este afortunado grupo.
Es interesante retener las razones que explican la prolongación de la vida que -como es lógico- oscilan entre hábitos alimentarios, bajo stress, suficiente reposo, actividad física diaria, mantenimiento de fuertes vínculos familiares y practicas espirituales y religiosas.
España organiza su población, que actualmente roza los 50 millones de habitantes y creciendo como consecuencia de las migraciones, en 8.131 municipios distribuidos entre 50 provincias y dos ciudades autónomas (Ceuta y Melilla).
De esa distribución, 63 localidades tienen más de 100.000 habitantes; por el contrario, 5.002 tienen menos de 1.000 habitantes cada una y 1.363 (uno de cada seis municipios) cuenta con menos de cien habitantes.
Permítanme una referencia especial al lugar en que resido desde que me jubilé. Se trata del área de urbanizaciones del municipio de Benicasim, un lugar paradisíaco que aúna 20.000 habitantes en invierno triplicando o cuadruplicando dicha cifra durante los meses del verano.
Cuenta nuestra ciudad, con un próspero Ayuntamiento encabezado por la alcaldesa Doña Susana Marqués una de las poquísimas en la Comunidad que combina su cargo con el de Senadora de España; con una sólida parroquia regida por Don Luis Oliver que lidera una parroquia clásica, un Templo recién construido en honor a San Juan Pablo II y con una decena de capillas y conventos incluidos el de los Carmelitas en lo alto del Desierto de las Palmas y el de las Agustinas que fue visitado por Robert Prevost poco antes de convertirse en León XIV. Un sólido cuartel de la Guardia Civil y el aún más numeroso de la Policía Nacional, completan las fuerzas vivas de hoy que mantienen a la población bien atendida desde el ángulo social, espiritual y de seguridad.
Pues bien, la zona de urbanizaciones en que se encuentra nuestra vivienda cuenta con tres núcleos: Las Palmas con 600 habitantes, Montornés con 400 y La Parreta con 300; total: 1.300. Si tenemos en cuenta que, de las 135 localidades de Castellón, 100 tienen menos de 1.000 habitantes, nuestras urbanizaciones se encuentran por si solas entre las 35 más pobladas de la provincia.
No se lo pierdan y bienvenidos sean a esta hermosa ciudad de Benicàssim que se encuentra entre las más tranquilas y prósperas del país.
