En el artículo de esta semana quiero hablarte de la importancia de desarrollar una mentalidad positiva en el trabajo y en la vida. Los motivos son que, por desgracia, no siempre se puede conseguir lo que uno desea. Tener éxito es solo una de las caras de la moneda y, por tanto, no siempre saldrá el resultado deseado. Pero si podemos, trabajándola, influir en nuestro bienestar general.
Estas son algunas ideas que podrían ayudarte a conseguirlo bajo mi experiencia:
- Practica la gratitud.
Para ello, puede ser algo tan sencillo como dedicar unos minutos, por ejemplo, al finalizar el día y antes de acostarnos, a escribir tres cosas por las que estás agradecido. Puede ser cualquier cosa, desde un gesto amable de un compañero de trabajo hasta disfrutar de un buen café. Esta simple acción te ayudará progresivamente a entrenar tu mente en los aspectos positivos de tu vida, reduciendo el estrés y mejorando tu estado de ánimo general.
- Cultiva el optimismo.
Cada vez que vayas a afrontar un desafío, trata de identificar al menos una cosa positiva o una lección que puedas aprender de la situación. Reenfocar tu atención en lo positivo puede ayudarte a ver las dificultades como oportunidades de crecimiento. Enfrenta los desafíos con una actitud de “puedo hacerlo”.
- Utiliza la metodología SMART.
Es decir, trazar metas realistas puede ayudar también mucho a comerse al elefante cachito a cachito. Y sobre todo recuerda celebrar cada pequeño éxito. De esta forma lanzarás a tu cerebro un potente mensaje de que lo ha hecho bien y que merece la pena continuar. Con esta acción se consigue aumentar la confianza progresivamente.
- Rodéate de personas positivas.
El refranero es muy sabio y nos recuerda que: “Quien con un cojo pasea, al año cojea”. De ahí que recuerda pasar tiempo con amigos, familiares y colegas que te apoyen y te inspiren. Está demostrado que las personas positivas pueden influir en nuestra actitud y ayudarnos a mantener una perspectiva más optimista y viceversa. Además, aprende a decir "no" cuando sea necesario y establece límites para proteger tu tiempo y energía.
- Cuida tu cuerpo.
Sí, quizás esto pueda sonar como un poco cliché o artículo del corazón más que de LinkedIn, pero es que cuando uno mantiene una alimentación balanceada, hace ejercicio regularmente y duerme lo suficiente, se encuentra mucho mejor física y anímicamente, facilitando una mentalidad positiva. De hecho, muchas veces en los procesos de coaching, cuando alguien me dice que últimamente no es el mismo en el trabajo (más rígido, más autoritario, más negativo, etc.), cuando indagas un poco, te encuentras con que esa persona ha abandonado muchos de los buenos hábitos que acostumbraba a realizar. Especialmente el deporte, que sirve para muchos empresarios y directivos como válvula de escape.
- Practica la meditación y el mindfulness.
Esto reconozco que para mí es complicado, pero la mayoría de las personas que lo han practicado o lo hacen, ya sea dedicando unos minutos al día a la meditación o ejercicios de respiración consciente, han visto reducido su estrés y aumentado su capacidad para concentrarse en el presente. ¡Lo dejo en tus manos!
- Practica el autocuidado.
Yo personalmente utilizo salir al monte o pasear por la playa, ver el mar sentado en un banco o en una terraza con sol tomándome una cervecita fresca sin hacer nada, solo ver a la gente pasar. Darte un masaje o acudir a un spa ya es la leche. En resumen, cualquier actividad que te ayude a prevenir el agotamiento y mantener tu energía y ánimo elevados, merece ser tenida en consideración.
Incorporar estas estrategias en tu vida diaria puede llevar tiempo y práctica, a mí algunas me han costado más que otras, pero los beneficios a largo plazo para tu bienestar y éxito personal y profesional, bien valen el esfuerzo, créeme.
¿Y tú qué haces para cultivar una mentalidad positiva, que no ingenua?
