Se cumplen cien días del gobierno de izquierdas en Nules. Una nueva reedición de un pacto que ha puesto sobre la mesa los sueldos para llegar a encuentros que de otro modo no se hubieran alcanzado. Aumentar los liberados y subirse las nóminas. Hete aquí el verdadero pegamento de este acuerdo. Un gasto que se cargará a lo largo de cuatro años sobre los hombros de cada uno de los vecinos de nuestro pueblo.
Trabajar para mejorar aquello que no funciona y liderar los avances que merece Nules es objetivo de quien les escribe. Hacerlo de la mano de un equipo cargado de ilusión y comprometido con todo lo que nuestros vecinos merecen, un reto en el que nos implicamos día a día.
Por eso nos preocupa que quienes toman decisiones e imponen su criterio no atiendan cuestiones básicas y de servicio o se desentiendan de proyectos de futuro para nuestra localidad. Están demasiado ocupados devolviendo favores como el que alcalde exhibió en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) cuando dio su voto a las filas del PSOE. Agradecemos un gesto que constata que en Nules gobierna la izquierda y que solo el PP es garantía de cambio y futuro para nuestro municipio.
Porque mientras ellos andan ocupados en estos menesteres, desaparecen empresas, negocios y comercios dejando un futuro incierto para nuestra localidad. Más si tenemos en cuenta que el gobierno municipal que nos asiste ya ha demostrado con creces su incapacidad en el pasado como para ahora ver algún futuro al desafío que se nos presenta.
Urge invertir esta situación y colaborar, con todo lo que esté en nuestra mano, para tratar de revertir escenarios que nos debilitan por aquellos que nos fortalecen. Urge un gobierno sólido y capaz de enfrentar con ambición los grandes retos sin desasistir el día a día. Un gobierno que mire a los vecinos a la cara para atender sus demandas y lidere un proyecto de futuro, no solo en la citricultura, también en la industria o el sector servicios.
Y hacerlo es posible trabajando, no comprando titulares. Aportando soluciones a los problemas más pequeños y liderando acciones que nos hagan ser grandes. Porque lo somos y no queremos renunciar a ello.
Los contenedores son solo un ejemplo. Depósitos que hoy siguen acumulando daños y desperfectos ante los que un pacto de izquierdas unido por los sueldos hace oídos sordos. Pedimos limpieza en nuestras calles y deseamos que nuestros parques y jardines sean remansos de bienestar y paz para nuestros vecinos. Que las caídas de árboles que se han registrado con motivo de las DANA se atajen con un plan de inspección de arbolado. Que no nos engañen con megaproyectos de placas solares que hoy se han esfumado. Que nuestra playa gane servicios y no los pierda, porque vivir aquí es un privilegio.
Es un deber mirar al futuro sin renunciar al pasado. Toca poner en valor nuestras fiestas, como las de Sant Xotxim, que este año han tenido que soportar actos que se contraprogramaban en una feria que ha perdido expositores y ha sido noticia por el robo de un vehículo. No ha sido el único, la seguridad es una asignatura pendiente de la que el alcalde y sus socios se desentienden. Que afecta a nuestros comercios, a nuestros centros educativos y a nuestros polígonos. Otros grandes olvidados.
Trabajar por lo que importa y tratar de resolver aquello que nos preocupa y nos duele. Porque somos conscientes que ocurrencias nos quedan muchas por ver. Pero el PP va a ejercer una oposición firme elevando la voz de los vecinos. Por eso trabajamos cada día con ilusión sumando la opinión de nuevos vecinos que saben que solo el PP es capaz de recuperar el músculo de esta ciudad. Fortalecidos, comprometidos y decididos a hacerlo posible contando con todos.
