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Jueves Santo es una fecha señalada en el calendario de la provincia ya que de norte a sur y de este a oeste las comarcas castellonenses quedan salpicadas con actos y representaciones que conmemoran el recta final del Via Crucis de Jesucristo. Una de las más importantes es la 'La Passió' de Torreblanca con casi treinta años de historia a sus espaldas, y que esta noche ha hecho enmudecer al público asistente. Vecinos y visitantes se han congregado sobre todo en el recinto de la Plaza Mayor, que es donde han transcurrido la mayoría de las escenas, un total de 17, durante dos horas de emoción, fervor y tradición.
Como marca la tradición, 'La Passió' ha comenzado a las 22.00 con la entrada de Jesús en Jerusalén, entre el vocerío de un grupo de niños y discípulos que le acompañaban entre ramos de olivo, palmas y gritos de la alabanza ‘Hossana’. El pueblo, encabezado por Cristo, ha vitoreado su presencia y sus obras y los niños que le han sido presentados le han acogido de manera cariñosa. Han sido representadas también la escena de la adúltera, el encuentro nocturno con Nicodemo, y después ha proseguido la acción con la Verónica, la Unción en Betania y la primera reunión del Sanedrín, la última cena, el primer proceso civil ante Pilatos, ante Herodes y de nuevo ante Pilatos: flagelación y sentencia de muerte son las escenas que han trascurrido en la citada Plaza Mayor.
Las acciones siguientes han tenido lugar por las calles que llevan al Calvario, donde los asistentes han sido testigo de la representación de la penosa y amarga subida de Jesús hacia el Gólgota, escenificando a su paso el encuentro con María su Madre. Las caídas han sorprendido por su crudo realismo, también la valentía de la Verónica que ha enjuagado el rostro del nazareno, aplastado, en su segunda caída, bajo el peso de la cruz.
Otro de los momentos más emotivos han sido las palabras que este dirige al grupo de mujeres que lloran su desgracia, y la ayuda que el cirineo se ve obligado a prestar, llevando la cruz de Jesús, cuando éste en su tercera caída, ha hecho temer a los soldados que no podría llegar al Calvario.
Seguidamente, Judas, desesperado, ha puesto fin a su vida colgándose de uno de los árboles que se encuentran en los accesos del Calvario y en el que ha permanecido mecido sobre los pasos de los que ahí se encuentran.
El desenlace ha llegado por fin, sin duda una de las partes más trágicas aunque también de las más emocionantes ya que se ha escenificado la Crucifixión, la agonía y muerte del Redentor; la escena plástica de la ‘Piedad’, tantas veces representada en la historia del arte, el santo entierro, el descendimiento de los dos ladrones. Finalmente y ante la atenta mirada de todos los ahí presentes, la acción ha concluido ante la admiración y sorpresa de todos con la Resurrección.
Cabe subrayar que en la puesta en escena han intervenido más de un centenar de actores pero también muchos colaboradores anónimos, así como cofradías locales, asociaciones culturales, comercios y empresas de Torreblanca que ha aportado su grano de arena. El Ayuntamiento por su parte se ha encargado de la infraestructura y ha realizado una aportación económica, que en el caso de la Diputación de Castellón ha sido de 12.000. Es por eso que se puede asegurar que ‘La Passió’ es de todo el pueblo, ya que todos los agentes locales y también provinciales contribuyen a asentar y mejorar año a año este espectáculo que en 2018 cumplirá treinta años de historia y volverá seguramente con novedades, sorpresas y mejoras.
