Castellón Información
CCOO ha convocado una movilización de la ciudadanía de Castellón para el 16 de marzo, a las 18:30 horas en la Plaza Santa Clara, al objeto de "denunciar la actitud de Gobiernos e instituciones europeas y para exigir medidas urgentes que atajen las causas y las consecuencias de la mayor crisis humanitaria a la que se ha enfrentado Europa en los últimos años".
Desde CCOO se denuncia que la UE "trata a los refugiados como moneda de cambio con el Gobierno de Turquía" y señalan que con este preacuerdo el proyecto de construcción europea "muestra de nuevo su deterioro con un acuerdo que traslada la crisis de los refugiados fuera de sus fronteras, abandonando los valores y los principios que configuran Europa como un espacio común de libertad, seguridad y justicia, fundada sobre los valores de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad a los que se refiere el Preámbulo de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea".
Para CCOO el preacuerdo adoptado el 7 de marzo por el Consejo de Europa con Turquía "evidencia la absoluta insensibilidad de la UE y los Estados miembros ante la crisis humanitaria de los refugiados que arriesgan su vida huyendo de la guerra. La UE, además de incumplir la legalidad internacional, elude su responsabilidad de dar respuesta a los miles de refugiados que se agolpan en su territorio y en sus fronteras mediante un acuerdo con Turquía para deportar a ese país a todos los inmigrantes, económicos y también demandantes de asilo, que lleguen a la UE a través de este país, a cambio de que los Estados miembros reasienten al mismo número de refugiados asentados en territorio turco", señalan.
Así, consideran que el preacuerdo con Turquía "da vía libre a las devoluciones sumarias en caliente. Un acuerdo que se suma a múltiples decisiones que han ido minando los valores fundacionales de la Unión Europa y que han incumplido sistemáticamente la legislación vigente en materia de derechos humanos".
La UE ha “comprado” las devoluciones a Turquía por 3.000 millones de euros por los costes de gestión y 3.000 millones adicionales en 2018, sin ningún mecanismo de control del destino del presupuesto; además de la eliminación del requisito de visado para los ciudadanos turcos en Europa a partir de junio de 2016 y la agilización de la entrada de Turquía a la UE. Obviando que el Gobierno de Erdogan se aleja paulatinamente y alarmantemente de las prácticas democráticas, violando sistemáticamente los derechos humanos.
Para CCOO esta medida no resuelve ningún problema, sino que, "al contrario, provocará la apertura de otras vías más peligrosas y costosas para los refugiados devueltos que pretendan llegar a países de la Unión Europea o bien el confinamiento de otros muchos en campamentos inhumanos sin ninguna perspectiva de futuro. El sistema uno-por-uno (intercambio de refugiados sirios) no tiene sentido y es una violación del derecho internacional y de los tratados de la UE".
En consecuencia, creen que el Gobierno español debe instar a la reconsideración del principio de acuerdo con Turquía en el próximo Consejo Europeo de 17 y 18 de marzo. "La ratificación de este acuerdo podría hacernos caminar peligrosamente hacia la erradicación del Derecho de Asilo y la Protección Internacional dentro de la Unión Europea, poniendo en cuestión los pilares básicos de su propia configuración", apuntaron.
Cáritas
A su vez, Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón une su voz a la de los obispos españoles y a la de las entidades de acción social de la Iglesia que trabajan con refugiados y migrantes, y manifiesta su "inmenso dolor ante esta y todas las ultimas tragedias humanitarias que afectan a emigrantes y refugiados y expresa su consternación y su más absoluto rechazo ante el acuerdo alcanzado en Bruselas entre la Unión Europea y Turquía que permitirá devolver a territorio turco a todos los refugiados que en los últimos meses han llegado a Europa desde las costas del Egeo".
Como remarcan los obispos en su mensaje a los medios de comunicación, “nos estamos olvidando de que detrás de estos flujos migratorios, en continuo aumento, está siempre la inhumanidad de un sistema económico injusto en que prevalece el lucro sobre la dignidad de la persona y el bien común; O la violencia y la ruina que genera la guerra, la persecución o el hambre”.
Así pues, "pedimos a los Estados miembros que defiendan la Convención de Ginebra y se atengan a los valores proclamados en sus constituciones. Instamos una vez más a la UE a que ofrezca canales legales y seguros para acceder a nuestro territorio, garantizando la protección de los derechos humanos y la dignidad de estas personas que huyen del terror y la desesperación. Es necesario actuar sobre las causas y no solamente sobre los efectos. Invitamos a la comunidad cristiana y a toda la sociedad a expresar su rechazo inequívoco a este acuerdo, que condena a todos esos seres humanos —mujeres y niños en su mayoría— a ver cercenados sus anhelos de libertad", concluyeron.

















































