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viernes, 26 de abril de 2024 | Última actualización: 20:54

Hablando en frío

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Luis Andrés Cisneros.

Por primera vez en mi vida (y espero que sea la última) voy a atender los dictados de lo correctamente político y voy a comentar el asesino y vil atentado cometido por islamistas el pasado jueves en Barcelona.

Según todos los políticos, perdón casi todos, hay que dejar pasar un tiempo para que los sentimientos y las emociones no nos impidan ver con claridad todo lo que ocurre a nuestro alrededor y, de paso, obligarnos a tomar las decisiones correctas.

Ante este planteamiento cabe pensar que los musulmanes que han cometido la masacre de las Ramblas, estaban serenos y sus actos han sido fruto de una meditación sosegada y dilatada en el tiempo. Pues, la verdad, yo preferiría que las tomaran en caliente, si el resultado es el que ha sido.

Por la misma razón de querer actuar con la mente fría y sin dejarse llevar por la pasión del momento, los más de 500.000 musulmanes que residen en Cataluña, a día de hoy, aún no han salido masivamente a la calle a condenar el atentado ni a desmarcarse del mismo.

Habrá que pensar que lo están meditando concienzudamente y sopesando los pros y los contras de que, a lo mejor, decir algo en contra de los suyos pueda hacer que, las autoridades españoles, endurezcan la percepción de ayudas que les suministran.

El Gobierno español (¿existe?) para que no se diga que actúa en caliente, y para evitar un conflicto internacional con los acólitos del Sr. Puigdemont y no ofender a la comunidad musulmana, dejó toda la gestión, información y protagonismo de las acciones al Gobierno que, próximamente, pondrá a España al borde del colapso.

Tras unas sesudas deliberaciones, de no más de cinco minutos, los futuros golpistas catalanes, decidieron que el único idioma que iba a servir para explicar a España y al mundo entero lo que estaba ocurriendo, era el catalán. Todo ello bajo la mirada complaciente o cómplice de los representantes de lo que queda del Estado, incluida su máxima representación institucional..

Ante la opinión mundial, se ha transmitido la idea de que, tal y como dijo el hermano de una embajadora catalana, ‘ese pequeño país de ahí arriba existe’ y tiene capacidad para hacerlo todo bien. Sólo les ha faltado acusar a Aznar y Franco de haber provocado la tragedia.

En el colmo del cinismo funcionarios de esa Administración, han llegado a distinguir, de manera oficial, entre víctimas españolas y catalanas. Nadie ha osado llamarles la atención. Igual se piensan que se les dice algo en caliente y es peor

Los máximos responsables de este país, o sea España, tienen que acudir a los actos de desagravio y de condolencia que se celebran en la ciudad condal (por si alguien no lo sabe, condal proviene de condado no de nación ni de reino) y, en la misma Plaza de Cataluña asisten a un acto de homenaje a las víctimas.

Caro. por supuesto, se guarda el obligado minuto de silencio y, luego, se rompe en una atronadora salva de aplausos. Esto nunca lo entenderé, asesinan a catorce personas y la gente enfervorecida aplaude como si España hubiera ganado un Mundial de Fútbol, o como si Plácido Domingo les regalara un concierto maravilloso.

No entenderé nunca como el aplauso, que se usa para expresar admiración, elogio y alabanza, se ha instituido en los actos donde se está respetando a unas personas que han sido vilmente asesinadas. Será cuestión de la corrección política.

Por si faltaba poco, la gente empezó a corear la consigna ‘No tenemos miedo’, eso sí, en catalán, había que aprovechar la ocasión de ningunear al resto del país. También resulta curioso que, empezando por el Jefe de Estado, todos se han apuntado a la susodicha frase. En su caso es comprensible, si a mí me facilitaran la décima de protección que tiene el monarca, yo tampoco lo tendría.

El caos informativo ha sido de órdago, las distintas fuerzas de seguridad han estado descoordinadas, en gran parte por el ninguneo a que han sometido a las policías estatales.

Organizaciones pro-secesionistas han aprovechado torticeramente el atentado para hacer ver al mundo entero que son una nación y que lo de España es una milonga. La ANC, que tiene delegaciones por distintas partes del mundo se han encargado de dejar bien claro que ellos no son españoles. Pero se han guardado muy mucho de decir que todo se lo pagan los contribuyentes españoles.

Y a todo esto, desde Mariano a Iglesias, pasando por Pablo, Alberto, y todos los demás con representación parlamentaria, rasgándose las vestiduras, pero siguiendo a lo mismo. Hay que preservar las habichuelas.

No tenemos nada más que ver que el nivel de alerta no se ha aumentado. No se atreven (y luego no quieren que les llamen cobardes) porqué eso supondría sacar el Ejercito a la calle y vascos y catalanes se han opuesto. Mariano, tienes menos valor que un billete del Monopoly.

Por supuesto, no me olvido de que los asesinos son los máximos culpables, pero tengamos en cuenta que están aquí porque quieren nuestros gobernantes y les dan todo tipo de facilidades, subvenciones, ayudas, comida y todo lo que pidan.

Rajoy a ver si alguna vez piensas en caliente, ya que estás a nada de firmar el certificado de defunción de nuestro país

¡Viva España!