Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
La degradación de la sociedad española, y sobre todo de sus políticos y de los responsables de la administración de Justicia en sus más altas instancias, ha llegado a extremos inaceptables.
Y la expresión más visible se ha puesto en evidencia con el tema de la “consulta ilegal” del 9N en Cataluña, donde se han superado todos los límites de lo permisible ante la más absoluta indiferencia de nuestro Gobierno, que se hartó de amenazar, sin llegar a actuar como la ocasión requería.
Simplemente se lavó las manos como Pilatos.
Declinó sus responsabilidades en la Fiscalía General del Estado, queriendo suponer que era un ente independiente y el encargado de tomar las medidas pertinentes, para encausar, juzgar y condenar a quién incurrió en desacato o prevaricación, ignorando y desoyendo la prohibición del Tribunal Constitucional de llevar a cabo la consulta, por partida doble.
Torres Dulce siguiendo el ejemplo de Rajoy, también se lavó las manos para no ser menos, e imagino que pensaría que si don Mariano no quería enfrentarse a Más como era su obligación, no como adversario político sino como Presidente del Gobierno de la Nación, mucho menos lo iba a hacer él.
Otro Pilatos, que ha perdido la ocasión de demostrarnos que el dinero que le pagamos todos los españoles viene correspondido por una gestión adecuada y razonable.
Como hizo antes el Presidente del Gobierno, le pasó el muerto a la Fiscalía de Cataluña, que como era de esperar, no encontró motivos suficientes para imputar, juzgar y condenar a un Presidente de la Generalidad, a la que le debían sus cargos.
Otras manos lavadas, otro Pilatos a la lista de las vergüenzas del Estado español, cada día mas alejado del cumplimiento de las Leyes y mejor predispuesto a tapar las vergüenzas y desvergüenzas de personajes, que no merecen ninguna consideración por parte de todos los españoles.
Ya estamos hartos de sus triquiñuelas, de sus mentiras, de sus promesas incumplidas y de sus argucias para evitar perjudicarse unos a otros, porque todos ellos deben de tener mucho que ocultar.
Ese “Hoy por ti mañana por mi” empieza a resultarnos insoportables a muchos españoles, que aún tenemos la mala costumbre de preocuparnos por el futuro de España.
Y lo lamentable es que a la hora de ir a votar, son muchos más los españoles que en vez de leer los periódicos e informarse, se limpian el culo con ellos.
En España faltan pilotos, para llevar a buen puerto al país, y sobran Pilatos sucios de mente, pusilánimes, y cobardes en la toma de decisiones.






























