Rafa Cerdá Torres. Abogado.
Olvídese de estas líneas. Atrévase a desconectar. No lea lo que no le apetezca. Dirija su atención hacia un buen libro, o el texto que le apetezca. Estamos en agosto, el período de descanso por excelencia, si se encuentra de vacaciones, estupendo. Si no es así, no pasa nada. El frenético ritmo que el día a día nos impone, engulle la posibilidad de disfrutar de las "pequeñas cosas" con cierta tranquilidad. Y ya es hora de poder hacerlo. Por lo tanto, fuera los editoriales, las tertulias políticas, la política internacional, el estado de la economía, el índice de desempleo, la tasa de crecimiento, y demás gaitas. No se preocupe que nos estarán esperando al inicio del próximo curso. Se desenvuelven perfectamente sin nosotros.
Vaya a la playa, o a la piscina. O no vaya si no le apetece. Tómese una cerveza con los amigos. O pierda de vista a los que no le dejan en paz. Busque su rincón. Disfrute de los suyos (el tiempo pasa rápido). Enamore a su pareja, o quiérase mucho, que también es sano. Haga lo que le apetezca. Deporte, mucho deporte. Visite una buena librería (o acérquese a la biblioteca), y adquiera libros, son los mejores maestros. Coma lo que le apetezca. Viaje, y si la economía aprieta, conozca su entorno, se sorprenderá de la belleza de nuestra provincia. Tire lejos el reloj, o relaje su horario. Se trata de algo tan sencillo como disfrutar (o intentarlo que ya es un paso).
Lo dicho: hay que saber parar de vez en cuando. Y retomar la vida como lo que es: cuatro ratos mal contados, y más vale saborearlos. Feliz Verano.































