Miguel Prim Tomás. Ex Parlamentario Nacional.
Será, seguramente el 2015, un año atípico, puesto que vamos a asistir a varias citas electorales, dos de ellas, fuera del momento que les tocaba (Andalucía y Cataluña), las Autonómicas, las Locales y las Generales. ¡Ahí es nada! Y todas ellas, ‘adobadas’ con una incertidumbre que viene del 2014, a raíz de las europeas. Allí apareció un grupo, que después se ha convertido en partido político de nuevo cuño, y que en pasadas líneas yo bautizaba como dentro de los grupos ‘salvadores de la patria’.
Si recordamos lo dicho en mis anteriores escritos, tendremos que decir claramente que los partidos que hasta el momento reciente han gobernado han sido uno de centro-izquierda (PSOE) y el otro de centro-derecha (PP), y han tenido una serie de ‘turbulencias’, que a nuestro modo de ver y de pensar, han provocado un distanciamiento importante de los políticos hacia los ciudadanos.
Escrito queda, para que hasta el momento lleguemos a una serie de conclusiones, que deberían tener en cuenta ambas formaciones políticas a la hora de intentar calar hondo en el ciudadano, para que éste vea, al menos, la buena voluntad de corregir cosas a nivel Estado, y dejarse de ‘echarse piedras’ y del ‘y tú más...’, que es lo que ha provocado, entre otras cosas, ese distanciamiento. Lógicamente, la ideología del PSOE no es la misma que la del PP.
Pero tanto, en una como en otra formación, hay temas de Estado, como la corrupción, poder judicial, `poderes autonómicos y provinciales, sistema electoral, entre otros, como ya comenté en anteriores colaboraciones. Pueden y debe haber discrepancias ideológicas entre la izquierda y la derecha, y por ello cada partido llevará en sus programas esas connotaciones que distinguen a unos y otros.
Hay un tema, que dada la actualidad y sus consecuencias, deberían ir por el mismo camino ambos partidos. En estos momentos tenemos cinco núcleos de poder: el europeo, el central, el autonómico, el provincial y el local. Y dentro de la economía del Estado, creo que ha pesado y mucho los gastos que han supuesto algunos de estos poderes. Hace falta, creo, con urgencia, que el ciudadano vea que es necesario que los partidos hagan un esquema de futuros recortes: ¿cómo? Y ¿dónde?
Casi medio millón de políticos hay hoy en día en nuestro país, con mucho en comparación con otros de Europa. No estaría de más que se dejaran notar en esos programas la voluntad conjunta de que esta circunstancia tiene arreglo; que se pueden ahorrar muchos euros, cantidad que por el momento hemos aportado todos y cada uno de los españoles, y a veces nos hemos preguntado si ello valió la pena.
No hemos pretendido ser catastrofistas. Es simplemente, creo, la opinión del que va a pié por la calle. Porque siguen con ‘cantos de sirena’ los que dicen que ‘quieren salvar la patria’, cuando al parecer se están lanzando a la piscina con poca agua. ¿Entienden, no? Intentamos nadar todos.































