Miguel Bataller. Ciudadano del Mundo y Jubilado.
Si hoy en día hay una persona pública española a la que le encajen perfectamente esos calificativos mejor que a nadie es sin duda a dudas don Pedro Sánchez Pérez-Castejón.
Y como suelo hacer siempre, paso a esgrimir mis razones para definirle con esos conceptos.
Fracasado. Basta con ver resultados obtenidos en las últimas elecciones generales, en las que sacó a nivel de Partido los peores resultados que ha tenido el PSOE en la España democrática en los últimos treinta y cinco años.
Y a nivel personal, su candidatura en la circunscripción de Madrid hizo el ridículo mas espantoso, al quedar cuarta después de las del PP, Podemos y Ciudadanos.
Empeñado en seguir fracasando y después de proponerse a si mismo para la Presidencia del Gobierno, en contra del más elemental sentido común, quiso hacerle creer al Rey que él sería capaz de formar Gobierno, confundiendo sus sueños de grandeza con su triste realidad y en apenas tres meses, volvió a fracasar.
Incansable en su empeño e insensato en sus propósitos, se dirige a su tercer fracaso (aún sin confirmar) pero que, en mi opinión es muy probable, ya que sigue confundiendo sus intereses personales con los de su partido e incluso con los de la mayoría de los españoles que poco a poco van conociendo la catadura ética y moral del interfecto.
No creo que pueda formar Gobierno antes de final de Abril.
Y apenas dos meses mas tarde vendrá su cuarto y definitivo fracaso, cuando las urnas le vomiten a la cara unos resultados irrefutablemente nefastos, que le van a llevar al limbo de los presidentes no natos, para que purgue allí su torpeza y su falta de ética y sentido de Estado, que le ha llevado a acumular tantos fracasos en tan poco tiempo.
Mentiroso. No ha dejado de mentir desde que acabaron las elecciones, repitiendo que los españoles habían votado por el cambio, cuando precisamente la lista más votada era la encabezada por el PP, el partido que venía gobernando.
Ha querido engañar a quienes se sentían predispuestos a aceptar sus mentiras, argumentando que a ese Gobierno le apoyaban 15 millones de votos de españoles, sin querer aceptar la triste realidad, de que los representantes de esos votos le habían negado la investidura e incluso ahora mismo aún le siguen negando la abstención, porque sus programas políticos poco o nada tienen que ver con los del PSOE.
Nos gustaran más o menos, pero al menos tanto Podemos como Ciudadanos, están defendiendo los mismos postulados políticos, económicos y constitucionales o inconstitucionales, que defendieron en sus campañas electorales y precisamente por eso no pueden llegar a ningún acuerdo de Gobierno.
Ciudadanos aboga por un pacto constitucionalista, que rechazan Podemos y también Sánchez, cuyo único objetivo es ser el Presidente del Gobierno, para asegurarse su futuro económico de por vida, sin atender a razones de Estado.
Podemos aboga por un gobierno de izquierda radical y composición paritaria con el PSOE, contando con la incorporación de los partidos independentistas que pretenden romper la unidad de España, y sin los cuales es imposible investir a Pedro Sánchez, aunque solo sea con su abstención.
Y de momento, ni Albert Rivera ni Pablo Iglesias y mucho menos Pedro Sánchez dan su brazo a torcer, por lo que son todos ellos los que nos abocarán a nuevas elecciones si no ceden unos u otros., porque Rajoy sigue de don Tancredo, esperando a ver que pasa.
Las mentiras y manipulaciones del Secretario General del PSOE, ofreciendo lo que ni puede ni debe, ya no engañan a nadie, por lo que recurre en su desespero a las negociaciones mas increíbles y dando muestras de quien es él.
Cínico. Lo es a más no poder, ya que basta recurrir a las fonotecas o hemerotecas de todos los medios de difusión en su campaña electoral, para escuchar mil veces que nunca pactaría para formar Gobierno ni con Populistas (Podemos) ni con partidos independentistas (ERC, Junts per el SI, y Bildu entre otros) que pretendieran romper la unidad de España.
No ha dejado de mendigar a todos ellos, reuniéndose en público y en privado con casi todos y prometiéndoles respetar su derecho a decidir, a cambio de sus votos o de su abstención, para poder tener su vida solucionada para siempre, olvidándose tanto de la dignidad de su partido, como de los intereses de los españoles y del respeto a su propia Constitución.
Al menos así lo ha manifestado Puigdemont, después de su encuentro.
¿Y saben por qué se niega al pacto tripartito con los partidos Constitucionalistas?
Por qué dentro del más elemental sentido democrático, nunca sería Presidente al no ser la lista más votada entre ellos, mientras que si al final consiguiera articular y acumular los suficientes escaños del todos contra el PP (con o sin Ciudadanos) esa pequeña diferencia de votos que le saca a PODEMOS le darían el derecho que el le niega al PP.
Con el bloque constitucionalista, nunca sería presidente ni vería solucionado su futuro.
Con el populista e independentista, no puede…..pero quiere.
































