Miguel Ángel Cerdán. Profesor de Secundaria.
Según un estudio elaborado entre otros por Capgermini, el año pasado aumentó el número de ricos en España un 5,4%, hasta alcanzar la cifra de 144.600 españoles. Y así mismo, en el 2012, con respecto al 2011, creció el sector de productos y servicios de lujo nada más y nada menos que un 15 %. De hecho, actualmente España es el quinto país de la Unión Europea en mercado de lujo.
Vienen estas cifras a poner de manifiesto como esta estafa a la que llaman crisis no es igual para todos; como mientras machaca al grueso de la población las llamadas elites extractivas están viendo cómo se acrecienta su poder económico, como se acentúan las desigualdades de una forma brutal en nuestro país. De esta forma, por ejemplo, la tasa de pobreza laboral, es decir la tasa de personas con salarios que no son suficientes para superar el umbral de pobreza, ha pasado del 10,7 % en el 2007 al 12,7 % en el año 2012. Y siguiendo con los datos abrumadores, con las tozudas cifras que escapan a cualquier eslogan de los publicistas a sueldo del poder, el informe Foessa 2013 constata como la renta disponible de los hogares españoles ha bajado un 10 % desde el 2007 como consecuencia de la caída de ingresos y del aumento del coste de la vida.
Es decir, el grueso de los españoles somos más pobres. Pero también, tal y como ponían de manifiesto las insultantes cifras que hemos mencionado, somos una sociedad más desigual. Así, desde el 2006 la distancia entre la renta del 20 % de la población más pudiente y el 20 % de la población más desfavorecida ha crecido nada más y nada menos que un 30 %.De hecho, desde el 2006 al 2012, la tasa de pobreza ha pasado del 23,9 % al 26,8 %; algo que puede considerarse lógico teniendo en cuenta que el paro de larga duración alcanza ya al 55 % del total. Así, el índice de Gini, que mide la desigualdad, se sitúa en España en el 0,34, al nivel de Grecia, y muy por encima de Francia, Alemania y no digamos los países nórdicos.
Ésta es la triste realidad de España; un país que está alcanzando cotas cada día más escandalosas en cuanto a pobreza y a desigualdad social. Y todo ello con unos grandes partidos, con unas élites, que cada día demuestran más que son el problema y no la solución.
