Marisol Linares.
Que 31 son más que 23 lo saben hasta los párvulos pero parece que en esta Comunidad no es así. Las matemáticas son exactas y el profesor es quién debe enseñarlas.
Más de 15 días han pasado desde el 24M y El PPCV no ha movido ficha. Ningún responsable de este partido ha iniciado conversaciones con el resto de los partidos políticos. Como lista más votada y por respeto a sus votantes, al PPCV le corresponde tomar la iniciativa para presentar a su candidato. No podemos abandonar la Comunitat Valenciana a su suerte y entregarla a una coalición de partidos a cambio de nada. Porque tenemos más de 650.000 motivos –votos- por los que pelear y evitar así un giro hacia el pancatalanismo y la extrema izquierda.
Sin embargo, el PSPV ha tomado la iniciativa. Cabe recordar que con el peor resultado de su historia (habiendo perdido 10 escaños y 200.000 votos con respecto a 2011), el PSPV enarbola la bandera del cambio en la Comunitat. Pero lo importante es que Ximo Puig se lo ha creído y se ha venido arriba desde el minuto cero y esa es la actitud. Porque aunque la realidad es que 31 es más que 23, hasta que el profesor no desvela el resultado, los alumnos ‘aventajados’ prueban con cualquier otra operación hasta encontrar la solución. Por tanto, día que pasa sin que el profesor aparezca a despejar el problema, día que se pierde.
La interpretación es interesada y cada cual anima el ascua a su sardina. Lo único que está claro de todas las conversaciones es que ningún responsable del PPCV está presente siendo el partido más votado. Pues bien creo que debemos devolver la confianza a los más de 650.000 ciudadanos que nos han votado y esto no sólo es un problema nuestro, del PPCV, también lo es para el próximo President/a de la Generalitat y su partido porque empieza por no respetar las reglas del juego democrático en el que todos deben estar representados.
En esta comunidad está todo en ‘stand by’. En el ayuntamiento de Valencia, se ha roto el primer acuerdo alcanzado entre PSPV y Compromís por las desavenencias programáticas de ambas formaciones para dirigir el Consell, sobre todo, la Presidencia de la Generalitat. Ahora es el momento de C’s y por supuesto del PP, la mejor alianza para evitar una Comunitat y un ‘Cap i Casal’ plegado a la entelequia de ‘Països Catalans’. Como vemos, el Sr. Puig se alza como el árbitro de este partido donde se juega a tres bandas dejando de lado a C’s que sería la alianza natural, para que esta comunidad no cayera en manos del independentismo de Cataluña con el que simpatiza de forma clara Compromís.
Los votantes del Partido Socialista tendrán que analizar para que ha servido su voto y meditar si de nuevo quieren volver a confiar en el PSPV-PSOE en las próximas elecciones generales. Los ciudadanos asisten expectantes a unas negociaciones que en la mayoría de los casos no se corresponden con la papeleta que depositaron en las urnas.
Mientras tanto el Partido Popular, desde la barrera, observa el pacto y desde ya debe plantearse cuál va a ser su estrategia de futuro para liberar la oposición de la comunidad cuanto antes, una oposición que exigirá rigor y contundencia si queremos ser la alternativa de gobierno en los próximos cuatro años.
