Marisol Linares. Vicesíndica del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes Valencianas.
Mucho se habla en estos días y así llevamos meses, hablando de la corrupción generalizada en nuestro país. Tengo que disentir de lo que está ocurriendo por la desafección que se está creando en la ciudadanía con respecto a todos los políticos. Apelo al sentido común y al discernimiento por parte de los ciudadanos para que las protestas se realicen dentro de los cauces legales y democráticos, en un marco jurídico que nos hemos dado todos los españoles hace muchos años.
La situación económica y el paro nos sitúa en números que hasta ahora nunca habíamos conocido y esto hace que la clase política se encuentre en el ojo del huracán de los ciudadanos. La situación a la que se ha llegado ha sido fruto, sí o sí, de una mala gestión del PSOE y del Sr. Zapatero que nos ha abocado a la situación en la que nos encontramos, pero también es verdad que los ciudadanos dieron al Partido Popular una mayoría absoluta y que se ha visto obligado a poner orden en una país que se encontraba patas para arriba.
Un orden doloroso y con medidas que, como ha dicho el Presidente Rajoy: yo no estoy para ganar elecciones si no para sacar a España de esta circunstancia. Antepone a los intereses partidistas un sentido de Estado que hasta ahora nadie ha tenido.
Mariano Rajoy ha sido capaz de tomas más medidas económicas en un año que cualquier otro jefe de estado de la Unión Europea.
Mariano Rajoy ha evitado, y eso no se ha publicitado, que hoy nos encontremos en la misma situación de Chipre.
Mariano Rajoy nos ha salvado del rescate y ha sido el muro de contención con la Unión Europea.
Mariano Rajoy ha conseguido que los estados miembros del euro confíen una vez más en él y en España y en la capacidad para salir de esta crisis.
Por eso debemos apelar al sentido común de los ciudadanos y al principal grupo de la oposición, el PSOE, sí como, al resto de grupos minoritarios para que todos juntos, dejando de lado ideologías, seamos capaces de sacar a España de esta situación económica.
Si no reflexionamos caeremos en el peligro de un populismo exacerbado que nos conduzca a situaciones incontrolables que serían nefastas para el futuro de España y de las futuras generaciones.
Aunemos esfuerzos, aunemos ideologías, desterremos demagogias, populismos y actos radicales que nos conduzcan al deterioro de una democracia que tantos años nos ha costado levantar.
